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María José Sáenz de Buruaga (Suances, 1968) apenas ha dormido en el último mes. La designación de Ruth Beitia como candidata en su lugar fue un varapalo que llegó cuando menos lo esperaba. A punto estuvo de tirar la toalla e irse para casa. ... Pero prefirió poner la otra mejilla y resistir en el partido para no «enterrar» su proyecto. La dimisión de la exatleta quince días después ha devuelto a Buruaga a la carrera por la Presidencia. Todavía no le ha dado tiempo para asimilar lo que ha ocurrido. Quiere pasar página y evita hacer leña del árbol caído.
–Su cara de hoy no tiene nada que ver con la de resignación y decepción de hace medio mes. ¿Cómo lo ha vivido?
–Ha sido como vivir en una montaña rusa. Pasar de todo a nada y de nada a todo en un instante. Cuando estás en política sabes a qué te expones, venimos con la piel curtida, pero sinceramente, nunca pensé que tendría que enfrentarme a una situación así. Venía entrenada, porque los últimos tiempos no han sido nada fáciles, pero tengo que confesar que el último mes me ha quitado muchas horas de sueño y muchos días de vida. Esto es la vida misma. Y de todo se aprende. Y tengo que decir que hoy me siento más fuerte y que ha merecido la pena.
–Dice que ha sufrido un alto coste personal.
–Emocionalmente necesito reposar y asimilar todos estos acontecimientos que han ocurrido en muy poco tiempo. Ni siquiera he podido ver a mis padres, pero no hay nada como sentir el apoyo, la confianza y el cariño de la gente. Eso mueve montañas. Son muchos más de los que yo pensaba. Por eso me quedé como presidenta cuando designaron a Beitia y de ahí saque la fuerza necesaria para resistir. En estas circunstancias se ve lo mejor y peor de las personas. Una perfecta radiografía del ser humano y he podido comprobar que conozco perfectamente a la gente que me rodea, al equipo humano del PP.
Relevos en la lista autonómica
–¿Cómo vivió la designación de Ruth Beitia?
–Ha habido una lealtad extraordinaria y enorme al PP. Génova tomó una decisión en el mando de sus competencias, que todo el mundo sabe que no era la nuestra, y todos la respetamos. Aunque Ruth Beitia no era nuestra opción, ella se convirtió en la candidata de todo el PP desde el minuto uno. Igual que espero que ocurra eso conmigo.
–La humillan en público anunciando desde Génova que imponen a su candidata contra su criterio, la imagen de Beitia ha quedado bastante tocada y ha sido la diana en redes sociales. ¿Ha merecido la pena este escarnio para volver a la casilla de salida?
–Ella toma una decisión personal basada en motivaciones de carácter íntimo. No hay que hacer otra cosa que mirar adelante. Respeto su voluntad, su decisión y su persona. Ella ha dado las explicaciones que ha querido dar y yo no soy quien para hablar por Ruth Beitia. Estoy segura de que las cosas no han salido como ella hubiera querido, como todos hubiésemos querido, y ahora ha decidido irse. Ruth Beitia pasa página, ya no está en política, pero es un ser humano y lo ha pasado mal. Lo primero que tenemos que hacer todos es ayudarla a pasar este trago lo más rápido posible. Merece irse en paz. Por lo que a mí respecta, no me importa en absoluto cómo he llegado hasta aquí. Soy la candidata del PP, estoy donde quería estar y ahora toca mirar para adelante y no pensar en mí misma. Nunca lo he hecho. Este es un capítulo cerrado.
–¿Echó en falta más apoyos públicos cuando la desbancaron?
–Tengo que decir que yo no lo viví así. Todos han demostrado una lealtad excepcional y nadie me ha decepcionado. En mi equipo no hay fisuras. Todas las personas que me han acompañado siguen contando hoy con mi confianza intacta.
–¿Cree que las personas que animaron a Beitia le hicieron un regalo envenenado? ¿La hicieron saltar al vacío sin red?
–No sé lo que hay detrás ni de las decisiones iniciales ni de las motivaciones de Ruth Beitia. No voy a alimentar ningún tipo de especulación, ni de apostilla.De mí no va a tener nada más que comprensión y respeto.
–Se está haciendo ver que el PP cántabro no ha parado hasta hundirla.
–Eso es un insulto hacia el PP. Decir eso es no conocer al partido, porque Ruth Beitia fue la candidata de todos y desde el primer momento. Lo único que tuvo fue todos los medios de la organización y la ayuda.
–¿Sintió que los mismos que perdieron el congreso regional por cuatro votos intentaron un 'golpe de estado' contra usted? Es lo que han comentado la mayoría de dirigentes cercanos a usted.
–No voy a dedicar un solo minuto a hablar del pasado. Todas estas cuestiones han quedado atrás y la situación interna del PP es un capítulo cerrado. Y después del devenir de los acontecimientos del último día, más que nunca.
–¿Qué se le pasó el martes por la cabeza cuando Casado le dijo en el despacho de los diputados que se caía la candidatura?
–Lo único que puedo decir es que fue una reunión cordial, franca, cercana y muy sincera. Para construir y para mirar al futuro.
relaciones con génova
Medidas para el gobierno
–Nada que ver con la reunión en Madrid donde les trataron a baquetazo limpio. ¿Casado entonó un mea culpa?
–Nadie me ha pedido disculpas ni nadie me las tiene que pedir. No lo necesito. Nadie mejor que yo sabe lo que es un equipo. Una organización y un líder deben tomar decisiones. La dirección nacional tomó la decisión que creyó correcta y lo hizo dentro de sus competencias. Y ahora ha vuelto a hacer lo mismo. Y no pasa nada. No necesito explicaciones, porque lo puedo entender y empatizar con quien las ha tomado mejor que nadie. Soy una persona de compromisos. Y con eso me quedo, con el compromiso que recibí de mi presidente conmigo, con el PP de Cantabria y con la región.
–Después de todo lo ocurrido, ¿se fía de Génova y de Casado?
– A lo largo de los últimos días he estado muy cerca también en lo personal de Casado y me ha demostrado que es una buena persona y que es de fiar. Puede parecer un contrasentido dicho por mí. Soy consciente de lo que estoy diciendo, pero es así. Su confianza fue determinante para que yo me quedara en el PP y la misma ha sido suficiente para que vuelva a ser la candidata al PP a las próximas elecciones.
–Estuvo a un tris de tirar la toalla e irse, ¿qué se le pasa por la cabeza ahora?
–Evidentemente, lo hemos hablado mucho en los últimos tiempos. Por eso creo que este proceso ha sido un revulsivo. Entonces, tomamos una decisión difícil. Lo último que hicimos fue pensar en nosotros mismos. No nos amedrentamos ante nadie, no nos rendimos y no entregamos ese proyecto que había despertado tanta ilusión. Todo eso pudo más que los egos. El proyecto colectivo pesó más que los intereses personales. El tiempo, la justicia o la casualidad lo ha puesto todo otra vez en su sitio.
–Habrá quien piense que ha tenido una buenas tragaderas y que sólo quiere aferrarse al sillón.
–Nada más lejos de la realidad. Lo hemos demostrado. Llegué a la política comida, como el resto de la directiva. Para María José Sáenz de Buruaga hace dos años lo fácil hubiese sido estar donde estaba y permanecer donde estaba. No hubiera tenido ningún problema en lo personal ni en el ámbito político. No se trata de estar, de permanecer, de la seguridad personal, de seguir viviendo de esto, sino de hacer aquello en lo que crees y de cambiar para mejor. Di ese paso arriesgando muchas cosas, y no me arrepiento. Lo volvería a hacer una y mil veces. Esto ha merecido la pena. El PP, los cántabros y su tierra, es lo más bonito que me ha pasado en la vida.
–¿Ya ha notado esa ilusión de la que hablaba el otro día con la dimisión de la medallista olímpica?
–La militancia ha salido como un tiro, la gente está ilusionada, la gente ha retomado sus tareas sin decir absolutamente nada. Llevamos unos meses muy complicados tratando de mantener unido el partido, pero todo ha vuelto a su cauce. Las candidaturas que estaban expectantes o desmotivadas ya están trabajando. La organización ya está en parrilla de salida y con una ilusión que a veces impone.
– «El segundo plato muchas veces es el principal», dijo el jueves para justificar ser la segunda opción. ¿Qué eran cada una de ustedes?
–(Se lo piensa) Yo sólo digo cómo lo veo yo: como el plato duro, el energético, el consiste. Soy la proteína.
–La imagen del PP ha quedado bastante tocada de este proceso, hay muchas heridas reabiertas. ¿Le han puesto a dirigir la orquesta del Titanic?
–Si pensase esto, que no somos un proyecto ganador, no lo habría aceptado. Hace un mes no tenía ninguna duda de que el PP iba a ser la primera fuerza en Cantabria y hoy pienso lo mismo. Hubiera sido mejor que esto no hubiese ocurrido. ¿Que no es lo deseable?, pues claro. Nadie puede pensar que lo es. Pero esto ha sido un traspié que dentro de dos o tres días será historia. Sigo pensando que es un proyecto ganador, salgo a ganar y vamos a gobernar Cantabria. Hemos superado un test de resistencia muy importante y vamos a ser capaces de superar el tiempo perdido.
–Hace días parecía que iba a tener que consensuar las listas y ahora vuelve a tener plena autonomía. ¿Va a llevar a alguno de los diputados críticos en las listas al Parlamento?
–No hay condicionantes de ningún tipo. Casado no me ha pedido nada, muy al contrario, me ha dado plena autonomía y libertad. Todos estamos de acuerdo en que queremos a los mejores. Y voy a hacer una lista ganadora y para gobernar. Apuesto por una candidatura que conecte con la sociedad, por combinar la experiencia con la renovación, que es una cuestión irrenunciable. Necesito gente comprometida, con sentimiento de partido y de región, que piense qué puede hacer por el PP y por Cantabria y no al revés, es decir, qué puede hacer el PP por ellos. Esos van a ser los criterios. Examinen los criterios y sacarán la conclusión. Tienen que ser leales. Un presidente tiene que visibilizar su proyecto.
–Tiene más de 70 candidaturas cerradas. ¿Qué novedades va a haber en el PP?
–No hemos dejado de incorporar y sumar a personas a este proyecto y eso se va a ver. Apostamos por la renovación donde el desgaste de los equipos y la evolución electoral nos aconsejan hacerlo. Acabamos de anunciar la renovación en El Astillero, Castro Urdiales, Bárcena Pie de Concha y Pesaguero. Y en próximas fechas le seguirán Laredo, Colindres, Santoña, donde habrá caras nuevas, y San Vicente, Suances y Comillas, donde habrá continuidad.
–Santander es una de las plazas más importantes. ¿Se podrán reeditar los resultados de las últimas elecciones?
–Santander es la pieza estratégica en el tablero electoral, la joya de la corona que todos ansían y el bastión del PP.Por eso ha sido el centro de todos los ataques. La labor de la oposición no ha sido para construir, sino para desgastar a la alcaldesa, Gema Igual. Su mejor aval es su gestión. Todo lo contrario de lo que está haciendo Revilla y así nos va. Ojalá el Gobierno de Cantabria se mirara en el espejo del Ayuntamiento de Santander, que ha sabido mantener una reivindicación eficaz para construir proyectos. Es la mejor alcaldesa posible y la mejor candidata.
–Ha hecho una defensa de Gema Igual contundente. ¿Le hubiera gustado que condicionase su futuro político al suyo? ¿No se la ha visto muy alejada?
–Gema Igual se ha conducido con una extraordinaria lealtad y con gran sentido de la responsabilidad. Génova adoptó una decisión y ella la respetó como los demás. Yo he sentido su apoyo en público y en privado. No voy a poner un pero a Gema Igual porque no lo tiene.
–Ella dijo que es como una república independiente, que va a tener total libertad. ¿Es cierto?
–La semana pasada ya mantuve una reunión de trabajo para encarar la precampaña y todo el proceso de una manera conjunta y coordinada con Gema Igual. Vamos a trabajar juntos porque somos la misma cosa. Es que ninguno lo siente como una isla y nadie lo ve así.
sobre la polémica de beitia
–Su antecesora desató la polémica al equiparar la violencia machista al maltrato animal. ¿Usted también lo cree?
–No sea malo. Sabe usted perfectamente que no.
–¿Y aboga, como la candidata a Madrid, por retirar subvenciones a asociaciones feministas?
–Soy contraria a dar o retirar una subvención por razones ideológicas. Deben responder a criterios de interés público y darse a todas aquellas organizaciones que realizan una función social. Y el feminismo, entendido como yo lo entiendo, como la defensa de los derechos y la igualdad de oportunidades de la mujer, y no como enfrentamiento entre sexos, no como algo excluyente sino inclusivo, lo es. Todavía queda mucho por hacer, en sensibilización social, en educación, en prevención y erradicación de la violencia de género.
–¿Cuáles serán sus tres primeras medidas si es presidenta?
–Impulsaremos una revolución fiscal, una bajada de impuestos que, en este contexto, no sólo es posible sino necesaria; un plan de empleo e inclusión vital para desempleados mayores de 45 años; y atender de verdad el reto demográfico, el envejecimiento y la despoblación.
–El tiempo de las mayorías absolutas terminó. ¿Se ve sentada en el mismo consejo de Gobierno que Miguel Ángel Revilla?
–Me veo la primera mujer presidenta de Cantabria. Hoy somos capaces de hablar y de llegar a acuerdos con el resto de fuerzas políticas, especialmente con aquellas con las que compartimos modelo de región y con las que tenemos mayor sintonía ideológica. Bajo una premisa clara, eso sí. Y es que nosotros no haremos presidente a quien no gane las elecciones.
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