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El lema que la ONU ha elegido para el Día Internacional de la Mujer de este 2020 es: 'Soy de la Generación Igualdad'. Cinco palabras para conmemorar los 25 años de la Declaración de Beijing, que sentó las bases de las políticas necesarias para avanzar en la equiparación entre hombres y mujeres. El Diario Montañés convocó a ocho mujeres nacidas en décadas diferentes, de entre 12 y 85 años, y las invitó a reflexionar sobre igualdad y feminismo. ¿Qué se dijeron? Hablaron de techos de cristal, de que los méritos no entiendan de géneros, del doble esfuerzo que tienen que hacer ellas para ser vistas o consideradas como ellos. Y de otros tantos asuntos que están siempre cuando la igualdad se pone sobre el tapete. ¿Algo nuevo bajo el sol? Sí. Que se lo toman muy en serio, con la mirada puesta en el objetivo, y que analizan sin acritud. Saben que hay que seguir enfocadas aunque los logros sean ya enormes y que las jóvenes no pueden despistarse: todavía quedan metas por conquistar.
Sus mensajes –aquí no importa la edad– fueron muy similares. Lo son año tras año. Los 73 años de diferencia entre la más joven de las convocadas y la mayor no cambian su discurso, solo modifican la perspectiva. Algunas constatan la posición de las mujeres desde su trayectoria profesional y son más reflexivas con los progresos de estos años. Y las que aún están arrancando en la vida son muy conscientes de lo que se encontrarán, precisamente por el gran esfuerzo en todos los ámbitos que han hecho y hacen las que peinan canas. «Hay que demostrar que valemos el doble de lo que en realidad valemos. Porque si no, ni nos miran», resalta Conchita Mantilla, muy a su pesar. La octogenaria es de las que más desigualdades ha visto a su alrededor, aunque lo cuente con destreza para que no parezca un drama.
Cuando llegan los primeros días de marzo y se da voz a las mujeres para que hagan balance de la situación por su 'Día', la palabra que ellas repiten es cambio. Los ya habidos y los que quedan por venir. Y aquí a la igualdad cada una le aporta su matiz. Para Carolina González, directora de la asociación Mujer y Talento, tanto hombres como mujeres han de ser «libres de tomar sus propias decisiones». Justo para ayudar a las adolescentes a tomar las suyas levantó su proyecto, que quiere hacer de guía para las chicas que empiezan a pensar en su carrera. Muy paralela en pensamiento discurre Iciar Amorrortu, la primera mujer directora general de la empresa pública Sodercán, en la que sigue siendo directiva: «El talento, el conocimiento, las capacidades y los méritos son de las personas, independientemente de si se es mujer u hombre».
Montse Peña opina que el reto es que las mujeres «empecemos a ser más visibles en áreas donde hasta ahora no lo hemos sido, como el deporte o la empresa», dos sectores que le tocan de lleno como empresaria y directiva de la CEOE cántabra y como consejera del Racing, donde está volcada con el fútbol femenino. María Jesús Cedrún pone la nota social, tal como le toca en calidad de sindicalista: «Una sociedad de igual es la única forma de construir un mundo más justo». En El Diario, a la hora de las fotografías de grupo, la gracia de Mantilla ayuda a todas a relajarse ante la cámara. Haber sido pionera en tantos ámbitos (directora de hotel, concejala regionalista en Santander, fundadora de mujeres empresarias) le da la soltura con que se relaciona con el mundo.
Una causa de todas las edades
Laura Fonquernie Violeta Santiago
Violeta Santiago Laura Fonquernie
Laura Fonquernie Violeta Santiago
Violeta Santiago Laura Fonquernie
Maribel Ángulo, copropietaria del Zoo de Santillana, tiene claro qué significa la palabra igualdad. «Es un día a día donde los puestos directivos de tu empresa están ocupados por mujeres y sin diferencias salariales». De distingos económicos sabe ya bastante (pese a su juventud) Sara Del Estal, futbolista del Racing, cuyo salario no puede compararse con el de los futbolistas varones. Pero dice que, en su deporte, se evoluciona de una forma «brutal». Si le preguntan, ella solo pide «tener las mismas oportunidades». Al otro extremo del calendario, Inés de la Fuente sorprende a todos. Tímida a la hora de posar, deja con la boca abierta a la concurrencia cuando usa con solvencia términos como sexismo o micromachismos. Al acabar la sesión, todos felicitan a su madre por la claridad de ideas de Inés. Y la firmeza con la que defiende aquello en lo que cree. «El feminismo es la lucha de las mujeres por alcanzar los mismos derechos que tienen los hombres». Cada una habla de lo que sabe y Cedrún cuenta cómo han evolucionado los derechos en el mundo laboral –el «a igual trabajo, igual salario» se convirtió en reivindicación y eslogan por las diferencias que existían– y Angulo remarca el papel de las mujeres en su sector. ¿Se han dado cuenta de que muchos de los nombres de referencia mundial en el estudio de primates son mujeres? Como Jane Goodall (chimpancés), Dian Fossey (gorilas) y Biruté Galdikas (orangutanes). Y es que también corresponde a las mujeres, tengan la edad que tengan, valorar el camino que otras han construido y hacerlas sobresalir.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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