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DANIELMARTÍNEZ
Santander.
Miércoles, 5 de abril 2023, 02:00
Después de más de media hora de reunión con unos familiares visiblemente afectados y molestos con la gestión de la tragedia y después de un encuentro previo con los responsables de Salvamento Marítimo que desde el primer momento se han encargado de coordinar el ... dispositivo de rescate, el ministro de Agricultura de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, compareció ayer ante los medios de comunicación desde el Puerto de Santander, hasta donde se desplazó para conocer las novedades del caso del naufragio del Vilaboa Uno y mostrar la solidaridad del Gobierno central. Informó de los trabajos sobre el terreno y confirmó que a primera hora de hoy llegará el robot submarino que accederá al interior del barco -donde se cree que estará el cuerpo de Walter Jhon Ferreyros, el miembro de la tripulación que aún no ha sido localizado-, pero no aportó ninguna novedad sobre la gran incógnita de este episodio que ha conmocionado al Barrio Pesquero, a Santander y a todo Cantabria: la causa del accidente. Ahí todo son preguntas.
Sin una teoría clara más allá de la certeza de que una vía de agua provocó la inmersión súbita del buque, Planas prefirió no entrar en el terreno de las hipótesis. «Hay una investigación judicial en marcha», sentenció el socialista, que se limitó a explicar su presencia como una muestra de apoyo a los supervivientes y a los allegados de los fallecidos y como una confirmación de que las tareas de búsqueda continuarán todo el tiempo que haga falta: «Estamos ante un accidente trágico. Este hecho a todos nos ha turbado especialmente por lo súbito y, hasta el momento, inexplicable».
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Súbito, porque el hundimiento fue muy rápido -el aviso desde el barco siniestrado a Salvamento Marítimo fue a las 04.10 horas y el pesquero Siempre Nécora, el primero en auxiliar, estaba allí veinte minutos después y para entonces ya no había rastro del arrastrero-, e inexplicable, porque no ha trascendido ninguna causa aparente para que un buque de gran tamaño y estabilidad sufra una vía de agua en un Cantábrico en calma chicha. Un barco parado y sin carga que acababa de partir de Santander para la captura de verdel.
Esa pregunta es la que hicieron Planas y el presidente Miguel Ángel Revilla -que asistieron a la reunión junto con la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, el vicepresidente Pablo Zuloaga y los consejeros Guillermo Blanco y Paula Fernández- a los armadores del Vilaboa Uno, Alberto Rentería y Joaquín Teixeira. Salieron de la cita visiblemente afectados y no quisieron hacer declaraciones. Tampoco dijeron mucho durante el encuentro con las autoridades. «Han dado alguna explicación. Pocas, porque no entienden lo que ha pasado en el barco. Un barco que estaba en buenas condiciones. Qué ha podido pasar para que en cinco minutos -es una estimación- se vaya a pique en condiciones favorables...», detallaba Revilla. Planas se negó a ahondar en esas explicaciones de «dos armadores que se encuentran muy afectados. Dos personas muy expertas, con muchos años de experiencia. Por respeto a todo, creo que es bueno que dejemos trabajar a los técnicos».
El ministro se refería, en primer término, a los agentes de la Guardia Civil, que están ejerciendo de policía judicial en la investigación bajo supervisión del juzgado. Estos agentes son los que han tomado también declaración a los tripulantes del Vilaboa Uno que fueron rescatados con vida.
Antes de las reuniones, desde la sala de mandos de Salvamento Marítimo, Planas y Revilla recibieron más detalles sobre los trabajos que se estaban realizando en ese momento. Escucharon como, antes de la llegada hoy del robot, con los medios ya disponibles se han cubierto todas las zonas posibles en las que podía aparecer un cuerpo o que disponen de un modelo estadístico que indica los puntos de posibilidades en tiempo real en función del tiempo transcurrido y la dinámica de las corrientes.
Además de la investigación judicial, hoy arrancará también, en paralelo, la investigación administrativa que realiza de oficio la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos. Así lo confirmó Planes. Este órgano, dependiente del Ministerio de Transportes, se encarga de hacer seguimiento de siniestros de este tipo en la mar cuando hay resultado de muerte. Unos trabajos para los que también serán útiles las imágenes que se tomen del interior del barco con el robot de la Guardia Civil.
Esta investigación tiene un carácter exclusivamente técnico y su fin último es establecer las causas que lo produjeron y formular recomendaciones que permitan la prevención de futuros accidentes e incidentes. En ningún caso están dirigidas a determinar ni establecer culpa o responsabilidad de tipo alguno, aunque lo lógico es que sus conclusiones no difieran mucho con las que saque la Guardia Civil. Las futuras recomendaciones, que se plasmarán en un informe, constituyen «el medio que se considera más adecuado para proponer medidas que permitan aumentar la seguridad marítima». Es decir, que sea lo que sea lo que pasó en el Vilaboa Uno, con independencia de la causa de su hundimiento, lo que se pretende es que una situación así no vuelva a ocurrir.
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