17 personas han fallecido este año en las carreteras cántabras, casi el doble que en 2022

La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, junto al jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa, y el comandante jefe del Sector de Tráfico de la Guardia Civil, Rubén Flores, han presentado este miércoles el balance de tráfico de este verano, en el que las carreteras cántabras vuelven a superar ligeramente los niveles de movilidad de años anteriores.

Este verano han muerto cuatro personas en accidentes de tráfico. En vías interurbanas falleció el conductor de una hormigonera que volcó y se incendió en la A-67 a la altura de Cacicedo (Camargo). Fue en julio y, en agosto, falleció un joven de 27 años tras colisionar su coche con un camión en la vía rápida de la N-629 a la altura de Ampuero. En vías urbanas fallecieron dos personas: una mujer de 71 años que fue atropellada en un paso de peatones en Los Corrales y un motorista de 61 años que perdió la vida en una salida de la vía S-20 de Santander. Cuatro muertos en verano, frente a los dos del verano pasado.

El verano ha sido muy movido en las carreteras cántabras. Según Quiñones, «de nuevo las cifras de movilidad por nuestras carreteras evidencian la gran cantidad de personas que se han desplazado a Cantabria». Y aunque la cifra de desplazamientos de largo recorrido por las principales vías de Cantabria se ha incrementado solo el 1%, hay que tener en cuenta que el año pasado el aumento fue muy notable, del 15%.

¿Cuáles fueron los días de más tráfico en Cantabria? El 11 de agosto, con 125.000 desplazamientos y una semana después, el 18, con 120.000. ¿Y los de menos? el 11 de julio y el 30 de agosto, que apenas llegaron a 81.000 desplazamientos.

Este mayor incremento del tráfico ha vuelto un año más a señalar dos puntos negros en el mapa de Cantabria: el límite con el País Vasco y las inmediaciones de Torrelavega. A ellos hay que añadir las retenciones puntuales en las carreteras de acceso a poblaciones turísticas, especialmente a San Vicente de la Barquera, Noja y Comillas.

Los accidentes de tráfico en verano tampoco han variado mucho con respecto al año pasado. Se registraron 565 frente a los 588 de un año antes. En ellos fallecieron cuatro personas, 18 resultaron heridas graves y requirieron de hospitalización y 232 resultaron heridas leves.

Durante el verano se han intensificado los controles de tráfico en Cantabria. José Miguel Tolosa ha explicado que más de 240 personas han formado parte del operativo de la Dirección General de Tráfico (DGT) en las carreteras de la región, si se suman los 180 agentes del sector de Tráfico de la Guardia Civil y los 60 funcionarios y personal técnico, a los que ha agradecido su trabajo.

Cantabria cuenta con 16 puntos de control de velocidad, tres cámaras de control de cinturón y móvil, una furgoneta camuflada y un helicóptero con medios técnicos para detectar infracciones. Además, en agosto se ha puesto en marcha una campaña especial de vigilancia de control de alcohol y drogas, en la que se solicitaron 3.798 pruebas y se denunció a 93 conductores.

Finalmente, como último dato, el comandante jefe del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Cantabria apuntó que en julio y agosto se han hecho 25.279 pruebas de alcoholemia, con 436 resultados positivos y 372 pruebas de detección de drogas, con 221 positivos.