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«Dolores, ¿quiere ser mañana la primera en recibir la segunda dosis de la vacuna?». «Como queráis», responde ella, mientras reposa plácidamente en su habitación del CAD de Cueto después de comer. «Lo importante es que esto es el principio para recuperar la normalidad. ... Es la única salida que tenemos, si queremos vencer al virus tenemos que vacunarnos, yo confío plenamente en los científicos. Va a salir bien», reflexiona esta mujer de 72 años que ya fue la primera en recibir el 27 de diciembre el pinchazo con la protección frente al causante de la pandemia que azota al mundo entero. «Pues mañana (por hoy), repetimos», le indica el director del centro, Nicolás Peña, a modo de «homenaje» para Dolores Luzuriaga, «una residente que es un cielo, a la que los periodistas habéis vuelto loca últimamente», bromea. A partir de las 09.30 de la mañana está programada la vacunación de las 304 personas (146 residentes y 158 trabajadores) que recibieron la primera dosis al inicio de la campaña.
Aprovechando el margen de tiempo que recoge la ficha técnica de la vacuna de Pfizer -entre 21 y 24 días entre una dosis y la siguiente-, el Servicio Cántabro de Salud ha concentrado en la jornada de hoy la vacunación de todo el personal que recibió el primer pinchazo entre el 27 y el 30 de diciembre para hacerlo más ágil. Y esta vez, además, colaborará el personal de enfermería propio del centro, como apunta Peña, que ayer estaba inmerso en los preparativos del protocolo y los circuitos. «Era una pena que no se aprovechara a nuestros profesionales, que son los que trabajan a diario con los residentes, son caras conocidas para ellos y eso facilita las cosas, especialmente entre los mayores con deterioro cognitivo», señala.
Con ese apoyo, cuenta que el equipo del SCS pueda completar la vacunación a lo largo de la mañana. «Es curioso, las sensaciones son diferentes. Con la primera dosis había ilusión y cierta expectación en los momentos previos, ahora se asume que hay que completar la dosis para que proteja del todo y se recibe con esperanza. La gente está deseando ponérsela», comenta. Incluso los que tuvieron alguna duda al principio, pero «la respuesta ha sido mayoritaria». En total, se han vacunado 195 trabajadores, de los cuales casi 40 aún tendrán que aguardar unos días para la segunda dosis, porque fueron de la 'repesca'. «Al coincidir con las Navidades, había gente de vacaciones y de baja, que se vacunaron después», apunta. Y aún queda otro grupo, a la espera.
Dolores Luzuriaga | Residente del CAD de Cueto
El despliegue de hoy comenzará en el pabellón de los residentes válidos, que se pueden desplazar por sí solos a una sala acondicionada con seis sillas separadas, tal y como se hizo en la primera ronda. Después, se habilitará otro circuito para trabajadores, que también serán llamados en grupos de seis, pero que accederán por una entrada próxima al jardín del centro. Y, por último, se abordarán las plantas de los dependientes, fijándose el punto de vacunación en la galería que une los dos pabellones, a donde serán trasladados desde sus habitaciones en sillas de ruedas.
La vacunación
Melchor Sáiz-Pardo
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