Revoluciones tecnológicas y futuro

En el año 1990 se produce el gran salto adelante. Se adquiere una rotativa mucho más grande, que al ser modular permitía su crecimiento y la implantación del color en más secciones. Para ubicar la nueva planta impresora se adquiere una instalación que había sido un almacén y oficinas de distribución de productos de farmacia. En el año 1990 el periódico se traslada del centro de Santander al barrio de La Albericia. A partir de ahí el progreso es constante. Con los nuevos sistemas de impresión era posible un diario de más de cien páginas y con calidad a la altura de los mejores periódicos nacionales y europeos. El color se hizo más presente y la mejora en la calidad de los articulistas, enviados especiales, corresponsales en la región, etc. fue sobresaliente.

Los toscos ordenadores, poco más que teclados para grabar en disco, dieron paso a computadores mucho más modernos que permitían trabajar en red. La proporción entre el total de la plantilla y el número redactores pasó de estar estos últimos en clara minoría a representar de forma mayoritaria la nómina. El crecimiento fue exponencial, siempre con el claro compromiso de ser un medio de comunicación independiente, abierto a la sociedad, plural y alineado en defensa de los intereses de Cantabria.

La profesionalización del periódico, el compromiso de independencia, la transversalidad adoptada por mi parte y la gestión empresarial de Mariano Linares elevaron las ventas hasta los 40.000 ejemplares diarios y la audiencia por encima de los 200.000 lectores. El periódico amplió la rotativa e introdujo nuevas firmas y contenidos. Mantuve siempre el criterio de independencia informativa y que El Diario debía ser una publicación abierta en la que se diera voz a los diferentes grupos, colectivos y tendencias políticas.

La década de los noventa del siglo XX y la primera del siglo XXI situaron a El Diario a la cabeza de la rentabilidad de la prensa española. El éxito de la operación en Cantabria dio lugar a la creación del mayor multimedia de España y líder de la prensa regional. Tras la asociación de El Diario Montañés con 'El Correo' y 'El Diario Vasco' se formó el Grupo Correo, que más adelante paso a denominarse Vocento, el líder nacional en prensa diaria. Y así llegaron otros retos informativos como la televisión local Canal 8DM, que fue dirigida por Javier Rodríguez y Alfonso Ruiz; una emisora, Punto Radio DM, también bajo la dirección de Javier Rodríguez, y la edición cántabra del gratuito Qué!, a cargo de Marta San Miguel.

En el año 2010 se abre una nueva etapa. Yo, tras treinta y un años en la dirección estaba a punto de alcanzar la edad de jubilación. Los cambios en el sector de la comunicación eran veloces y profundos. El Diario necesitaba enfrentarse al reto de la información digital, la realidad de las redes sociales y asumir que el modelo tradicional del periódico en papel iniciaba una etapa de declive general en todo el mundo.

En enero del año 2010 asumió la dirección del periódico José Miguel Santamaría Alday. Periodista de origen alavés, director adjunto de 'El Correo' y director de la edición de Álava de esa cabecera. Profesional joven, con un conocimiento total de los resortes de la era digital y con una probada experiencia en la dirección de un periódico regional. Santamaría -este apellido se repite en la lista de directores, aunque no tienen ninguna relación familiar- se enfrentó al desafío de internet y singularmente a la aparición de un nuevo universo en la comunicación.

Santamaría impulsó la incipiente edición digital para mantener El Diario en vanguardia y para que los lectores pudieran utilizar las herramientas de las nuevas tecnologías. El Diario en esa etapa fue capaz de impulsar su edición tradicional en papel y al mismo tiempo crear un diario digital que supone entrar en la comunicación global. El Diario Montañés ofrece una información constantemente actualizada, con una importante carga de material gráfico e integrando los modos audiovisuales con videos y transmisiones en directo de los acontecimientos más importantes.

Bajo la dirección de Santamaría, El Diario dejó la sede de La Albericia por otra más moderna y funcional en la avenida de Parayas. Esta nueva sede se inauguró en el mes de mayo del año 2015. Las nuevas instalaciones se diseñaron sin la necesidad de dedicar una gran superficie a la rotativa, almacén de papel, muelles de carga para la distribución... El paso de las pantallas del ordenador al papel ya no requería disponer de una maquina cara, complicada y que se utilizaba unas pocas horas al día. Ahora, era posible que las páginas escritas y diseñadas en la redacción de Santander se imprimieran en cualquier lugar del mundo. Los grandes diarios abandonaron su rol industrial y comenzaron a imprimir los ejemplares en un gran centro de impresión, con varias rotativas y personal especializado.

El Diario, como otros en el resto de España, pasó a imprimirse en un centro especializado, en el parque tecnológico de Zamudio, donde se imprimen las ediciones para el norte de España de otros periódicos como 'El País', 'Marca', 'La Rioja', etc. Esa circunstancia, unida al relevo en la Dirección, fue aprovechada por un grupúsculo para difundir el bulo de que El Diario dejaba de ser cántabro. La coincidencia de un cambio en la dirección, con el paso a imprimirse en una empresa especializada fuera de las instalaciones propias, se utilizó como argumento. Por esa razón, tras dejar la Dirección del periódico, asumí el cargo de director de Publicaciones para potenciar actividades diversas como el Aula de Cultura del DM, estrechar el contacto con diferentes colectivos culturales, empresariales, etc. Era un claro mensaje de continuidad y del firme compromiso del periódico con los cántabros. Dos años más tarde dejé la dirección de Publicaciones.

Seis años después (en 2016) de asumir la Dirección de El Diario, José Miguel Santamaría fue llamado para llevar el timón del diario 'El Correo', uno de los más importantes periódicos de España.

La marcha de José Miguel Santamaría para dirigir 'El Correo' dejaba sin director El Diario. El consejo de administración encontró de inmediato un candidato idóneo: Íñigo Noriega Gómez (Santander, 1964) que tomó posesión de la dirección en febrero del año 2016.

Noriega es un periodista con probada experiencia: en 1987, ingresó en 'El Norte de Castilla' para poner en marcha los suplementos diarios, hacerse cargo del área de edición del periódico e impulsar su modernización. Durante esa primera época en 'El Norte', participó en la creación de las secciones de Edición, Suplementos, Diseño, Infografía y el Centro de Documentación, así como en la renovación tecnológica y en la puesta en marcha de las ediciones de Palencia, Zamora y Segovia.

En 1990 fue nombrado subdirector, función que compartió con el escritor José Jiménez Lozano, y se integró en el Consejo de Redacción, del que formaban parte, entre otros, Miguel Delibes, Fernando Altés y José Antonio Rubio Sacristán. Durante la enfermedad del director Fernando Altés Bustelo, ejerció la dirección en funciones del diario. Tras la incorporación en 1994 de 'El Norte' al grupo Vocento, participó en distintos comités, como el que promovió la renovación de los suplementos de Tesa o el que se encargó de supervisar el desarrollo del sistema de documentación. Desde mayo de 2004, hasta su incorporación a El Diario Montañés en febrero de 2016, ha dirigido 'El Comercio', diario decano de la prensa asturiana fundado en 1878 en Gijón. Durante su mandato al frente de este rotativo, Noriega promovió la expansión regional del mismo y otras tareas como la inmersión de la redacción del periódico en el campo abierto por la revolución digital, la incorporación de firmas de prestigio al periódico y el incremento de la influencia de la cabecera y su web en el ámbito regional.

Su llegada a El Diario ha supuesto una acelerada e intensa expansión de la edición digital y del muro de pago. Ha sabido superar el daño producido por la pandemia del covid-19 y mantener el difícil equilibrio entre la expansión de los contenidos en la red y la difusión en la edición en papel. Uno de los logros de Noriega ha sido preservar los niveles de credibilidad de El Diario. En un universo informativo más fragmentado y caótico El Diario es un pilar firme para distinguir entre los bulos que circulan por las redes sociales y las auténticas noticias. El Diario es un detector de 'fake news' que han crecido al amparo del anonimato de las redes sociales.

Noriega está logrando un objetivo vital para los periódicos: incrementar los lectores en formato digital y mantener la difusión en papel. Noriega se enfrenta a esta décimo tercera década de El Diario Montañés, una etapa colmada de cambios y esperanzas.

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