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«Soy optimista», reconoce el presidente regional, Miguel Ángel Revilla. «Creo que gracias a la vacuna estamos en el principio del fin de esta recesión económica y que Cantabria va a tener un comportamiento mejor incluso que la media nacional». Revilla basa sus ... pronósticos sobre una serie de señales que apuntan en ese sentido: «Dentro del desastre del último año, Cantabria ha tenido un decrecimiento tres puntos menor que la media española, lo hemos soportado mejor. ay indicadores que nos hacen pensar que estaremos por encima de la media de crecimiento, del 5,9%, y tengo más confianza todavía en el año que viene, que podemos estar en torno al 6,5%. También la confianza empresarial es más positiva que la media nacional, las matriculaciones de vehículos van mejor, el índice de producción industrial ha caído menos... Son una serie de datos que nos hacen pensar que vamos a tener una recuperación importante a partir de este segundo semestre. Creo, además, que vamos a tener un verano turístico extraordinario, parecido al del año pasado pero con más seguridad. Espero un verano estupendo, con afluencia masiva de personas, que puede prolongarse a septiembre e incluso hasta octubre. Un panorama positivo que viene gracias a la vacuna y a una inmunidad casi total de la población».
El presidente de la Cámara de Comercio de Cantabria, Modesto Piñeiro, también sitúa la próxima parada de la recuperación económica en el periodo estival. «Viendo que la situación sanitaria va mejorando, confío en que este verano sea positivo para la economía de la región y, en especial, para los sectores más afectados, el turismo y el comercio».
«El año pasado Cantabria fue un destino preferente del turismo nacional y este verano puede repetirse. La recuperación de las reservas hoteleras es un indicador positivo y en la región están subiendo sobremanera. Se trata de algo directamente relacionado con la vacuna y con la reducción de la incidencia de la enfermedad: cuando lleguemos a la inmunidad la gente saldrá con más garantías y seguridad y la economía lo notará de forma positiva».
«Sería muy interesante poder contar con un 'pasaporte covid': daría mucha confianza y ayudaría a la movilidad, y la Unión Europea está trabajando en ello, aunque hay disparidad de criterios entre países. Un documento que aporte esa garantía sería muy positivo para el sector turístico en España y en Cantabria», opina Piñeiro.
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El retroceso de la pandemia permitirá que el sector servicios –turismo, cultura, deporte, formación, transporte...– recupere terreno después de meses de números pésimos, augura Enrique Conde, presidente de CEOE-Cepyme en Cantabria, quien también recuerda a todos los que se han quedado y se quedarán por el camino. «Hay buenas expectativas en el sector, pero estamos preocupados por esas otras empresas con créditos que no van a poder devolver y las que no llegarán a coger el rebufo del verano».
«El verano también será un periodo muy importante en cuanto a que va a salir a la luz el plan de recuperación que se presenta en Europa para superar esta crisis económica y en ese momento se va a ver la realidad: se está especulando desde hace un año y la realidad es que aún se desconocen incluso las condiciones que han de cumplir los proyectos para poder ser beneficiarios de esas ayudas», apunta Conde.
«Seguramente no alcancemos los niveles de antes de la pandemia hasta 2023. Además, ya entonces había un clima de recesión y Europa se estaba quedando atrás en relación a otras potencias económicas a nivel mundial: aquí hay un efecto global que nos está perjudicando al estar sujetos a unos condicionantes laborales y de sostenibilidad que no afectan a otros lugares del mundo».
«Con la vacunación, la economía se desconfina y va saliendo de la recesión», sostiene Juan Luis Fernández, consultor de Comunicación y Agenda Pública y articulista de El Diario. «El problema es la transición hacia una etapa de crecimiento consolidado. Aún hay incertidumbre sobre muchos negocios, y están en marcha ajustes laborales en varios sectores, como la banca. No sabemos cómo será realmente la intensidad o las fases de llegada de los fondos europeos a partir del verano, ni si la legislatura será capaz de aprobar otro presupuesto del Estado. Además, el runrún sobre subidas de impuestos es nocivo para consumo e inversión. Una parte esencial de cualquier economía son las expectativas y hay que recordar que existe mucho ahorro 'embalsado' por temor al futuro. No se debe meter aún más miedo al contribuyente».
«2021 podría ser un año agridulce, de transición, y 2022 el primer año de un ciclo de crecimiento. Son importantes las elecciones federales de septiembre en Alemania: nos conviene que se siga apostando a medio plazo por una flexibilidad en las cuentas públicas europeas. Los estímulos no deben retirarse demasiado pronto».
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