«El arte parte de una reflexión y nos invita a participar en ella»
Autorretratos ·
Diseñadora y docente, la artista cántabra Zaira Rasillo explora técnicas, soportes y discursos para generar obras que indagan en la naturaleza humana y en cómo construimos la sociedad
Pasó de no entender el arte a enamorarse de él, y la culpa fue del diseño gráfico. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, la artista cántabra Zaira Rasillo (Santander, 1983) ha desarrollado una intensa trayectoria creativa y artística. Cuenta con obras en algunas de las colecciones más destacadas de Cantabria como la Colección Norte y sigue explorando las fronteras del arte para verter en sus obras reflexiones que aspiran a remover al espectador: el pecado, la culpa o la mujer son elementos centrales de un discurso de fondo comprometido y esencia multidisciplinar.
-Estudió Bellas Artes en el País Vasco y se especializó en diseño, pero ha desarrollado una amplia trayectoria artística más allá de su faceta profesional. ¿En qué momento surgió la inquietud artística y cómo se materializó?
-Fue pura casualidad, cuando era joven tenía algunas inquietudes vinculadas a lo artístico, pero muy poco definidas, decidí estudiar diseño aunque creo que ni siquiera tenía muy claro en que consistía. Con el antiguo plan, no existía unos estudios universitarios específicos para diseño gráfico, debias estudiar Bellas artes y especializarte. Mi formación artística era nula, pero estaba decidida. El arte contemporáneo me engancho desde el primer momento, me enamoró. Mi formación previa era muy deficiente, me habían enseñado sobre arte clásico, pero jamás sobre lo que estaban haciendo los artistas que compartían mi tiempo y eso lo cambió todo. Me costó mucho empezar a hacer obra, siempre he sido muy tímida en ese sentido por eso considero que son tan importantes los certámenes, premios, salones de artes emergentes, etc. El reconocimiento en este tipo de iniciativas es lo que ayuda a reafirmarte cuando comienzas a construir tu discurso.
-Diseño y arte son dos disciplinas que a menudo se rozan o solapan, y que mucha gente confunde. ¿Cómo explicaría la diferencia entre ambas realidades? Como creadora, ¿que le aportan uno y otro?
-No establezco una línea rígida entre las dos displinas, en estos momentos estamos viendo muchísimos diseñadores cuyo trabajo ilustrativo transciende el diseño, también el mundo del diseño de moda estamos viendo creaciones casi escultóricas, puestas en escena perfomativas. No creo que un diseñar nunca pueda hacer arte ni tampoco al revés. Son dos lenguajes que están muy próximos y que pueden compartir los mismos recursos, el dibujo, la fotografía, el vídeo, etcétera. Quizá la verdadera diferencia esta en la parte conceptual del proceso y en la intención al crear la pieza. En mi caso ambas disciplinas me encantan, el arte lo concibo como una forma de expresión más libre y también más personal, hablo de lo más intimo. En el diseño en cambio entran en juego otro tipo de factores, el cliente, la percepción de la marca, la usabilidad...
«Nos enseñan a interpretar obras del Renacimiento, pero no el arte actual»
-Sus obras son muy diversas: utiliza diferentes soportes y lenguajes, los combina para generar nuevos discursos y significados (fotografía, dibujo, grabado, collage, instalaciones...) ¿Cómo se definiría como artista en ese sentido? ¿Qué técnicas emplea más en sus obras y por qué?
-Yo me considero una artista multidisciplinar. He empleado todos los lenguajes que estaban a mi alcance, porque en realidad no le doy demasiada importancia a la técnica en mi trabajo. Me preocupa más la parte conceptual. Primero pienso de qué quiero hablar en la obra que voy a realizar y luego pienso cuál es la forma y la técnica más conveniente para realizar la pieza. Principalmente he empleado la instalación en mi trabajo, también la fotografía como soporte, pero un tipo de fotografía muy basada también en la instalación que una vez creada se fotografía, muchas veces vinculado el cuerpo a el trabajo bien a nivel representativo o incluyendo la acción de forma deliberada en la pieza. En general, mi trabajo parte de la instalación… pero como soporte también he empleado mucho la fotografía. Quizá una fotografía un poco diferente de la convencional, muchas veces genenerando una instalación, casi un decorado teatral antes de fotografiar incluyendo el cuerpo como un elemento casi escultórico y el cuerpo también muy vinculado a la acción: muchas fotografías son registros de una acción o de cómo insertar el cuerpo en la instalación.
-Sus obras giran en torno a temas como la moral, la culpa y el pecado; la mujer y su espacio en la sociedad... Además, en varias obras se ha implicado personalmente. ¿Cuáles son los principales ejes discursivos de sus obras e intervenciones?
-A lo largo de mi trayectoria, mi discurso artístico se ha centrado en hablar de las convenciones sociales, en reflexionar sobre cómo socialmente decidimos qué es lo que está bien y qué es lo que está mal, el concepto de pecado pero enfocado desde una visión más social que religiosa, aunque también he utilizado muchos elementos de la iconografía cristiana en mi trabajo, porque me parecen, quizás como herencia de mi trabajo como diseñadora, que los iconos pueden explicar muy bien una idea, pueden aunar una serie de conceptos de una manera muy visual y al estar vinculados a nuestro tradición religiosa forman parte del imaginario colectivo.
-En el caso de la mujer, es uno de sus temas más recurrentes...
-Al hablar de las convenciones sociales, de los prejuicios, del pecado, para mi como mujer, y también dentro de la sociedad, creo que la mujer se ha visto sometida a más restricciones en lo concerniente a la moral. En ese sentido, me ha resultado más fácil en algunas ocasiones trabajar con estas ideas desde la mujer. Al ser mujer, tengo más claras o puedo explicar mejor las cosas que yo siento.
«Me interesa hablar de cómo la sociedad define qué es lo que está bien y lo que no»
-¿Qué es para usted el arte y por qué es importante en la sociedad y el desarrollo humano?
-Creo que el arte tiene algo importante y diferente de otro tipo de contenidos. El arte parte de una reflexión y nos invita a participar de ella. Las imágenes que provienen del arte se diferencian mucho de por ejemplo las imágenes periodísticas, de la fotografía o el vídeo documental, estas nos muestran la realidad en toda su crudeza. El arte, en cambio, y en especial el arte contemporáneo, expone muy pocas respuestas. Lo que hace más bien es plantear preguntas: cuando el espectador se enfrenta a una pieza de arte contemporáneo establece un discurso, un diálogo, se hace una serie de preguntas sobre sí mismo, sobre la pieza, sobre el arte, sobre la sociedad... Y creo que eso es lo que, en este mundo en el que nos hemos acostumbrado a la inmediatez, tiene que ofrecer el arte.
-Concibe el arte como una realidad que se está reformulando constantemente. ¿Cómo definiría ese cambio y hacia dónde cree que está evolucionando el concepto actual de arte?
-Como ya he dicho, cuando era adolescente tenía una formación muy deficiente en lo referente al arte. Lo que había aprendido, o la forma en que me habían transmitido el arte, creo que hizo que no me hubiese suscitado demasiado interés. Considero que es normal que a mucha gente le produzca cierto rechazo el arte contemporáneo, cierta frustración. Creo que a nivel educativo no nos enseñan a comprender o interpretar el arte contemporáneo, el arte que se está haciendo en estos momentos. Nos dan herramientas para poder entender o diseccionar una obra del Renacimiento, pero sin embargo, la obra de los artistas que están trabajando en la misma sociedad en la que tú vives, que están hablando de las mismas cosas que a ti te preocupan y te interesan, nuestro sistema educativo no nos acerca demasiado a este tipo de trabajos. Esa es una labor importante que tenemos los docentes: enseñar a los chicos a acercarse a este mundo, que es realmente rico y tiene mucho que ver con lo que somos sin miedo. Este arte habla sobre las mismas preocupaciones que podamos tener nosotros, sobre mis miedos, que seguramente son los miedos de muchas otras personas, sobre mi forma de entender un problema social, un problema medioambiental... Todas esas preocupaciones que puede tener nuestra sociedad en este momento las tienen también los artistas, y quedan reflejadas en su trabajo. Creo que en realidad, con un poco de interés, es más fácil establecer un diálogo con una pieza de arte contemporáneo que quizás con una de arte más clásico si no tienes una formación muy amplia.
-En ese sentido, ¿qué artistas o creadores destacaría entre sus referentes?
-Hay muchísimos referentes, es imposible decirlos todos. Hay artistas como Francis Alÿs, la obra de Ulai y de Marina Abramovic, el trabajo de Santiago Sierra... Hay un trabajo que destacaría por cómo me influyó en mis inicios, que es el trabajo de Eva Hesse. Su trabajo es en realidad escultórico, pero sus esculturas tienen mucho que ver con la instalación. Y a mi me gustaba mucho su trabajo, no solo por las obras que hacía, sino por sus fotografías personales, porque era muy común que se fotografiara con sus obras, con sus esculturas, y me interesaba mucho esa relación que se establecía entre el cuerpo y las piezas escultóricas.
«Producir arte es muy caro. Sigues porque te gusta, pero es complicado»
-El espectador suele jugar un rol decisivo en sus obra. ¿Qué papel desempeñan las personas en las experiencias artísticas que usted plantea?
-El espectador, es una parte imprescindible en el arte. Como decía antes, el arte contemporáneo, o al menos el trabajo que yo realizo, no da respuestas, pero sí que puede generar preguntas, puede ayudarnos a profundizar en un tema, y no solamente a nivel conceptual. Muchas veces la instalación tiene mucho que ver con la espacial, con cómo nos enfrentamos a una pieza, cómo se distribuye el espacio, cómo un espacio cambia al incluir una pieza de arte. En general, creo que el espectador completa la obra. El espectador, con su diálogo con la pieza, la completa. Una pieza no es sólo una cosa, es muchas cosas: es lo que cada espectador obtenga de ella.
-Además de su faceta artística y profesional, también es docente. ¿Cómo ve a las nuevas generaciones en materia de creatividad y, en su caso, de proyección artística?
-Al arte todavía le queda camino por recorrer en ese sentido. No conozco a demasiada gente que pueda vivir del arte, exclusivamente del arte. En Cantabria hay artistas estupendos que llevan años viviendo de becas y, al final, las becas son una cuestión muy precaria, porque te pueden coger o no coger, porque puede ser una buena beca con una buena dotación económica o todo lo contrario. Y eso siempre que haya becas... (risas) Porque cada vez hay menos. A todos nos gustaría que el arte se entendiera más o se le diera más importancia, y que más gente, mucha de la cual es realmente buena, pudiese vivir exclusivamente de él y no tener que estar haciendo muchas cosas a la vez para poder permitirse hacer arte. Que ese es uno de los problemas que tenemos muchos artistas: producir arte es una actividad realmente cara. En muchos casos se continúa con esto porque te gusta mucho, pero es complicado.
-¿Cómo es en ese sentido su experiencia como docente?
-A nivel de formación doy clase a estudiantes universitarios de dos grados, pero son dos grados de diseño: diseño gráfico y diseño de moda. Es difícil que dentro de este alumnado nos encontremos a alguien que se focalice en desarrollar exclusivamente un discurso artístico, pero sí que se acercan al mundo de la creatividad desde un montón de disciplinas diferentes: ilustración, fotografía, música... Y en general tengo chicos muy creativos desarrollando proyectos personales muy interesantes. Así que yo creo que en Cantabria hay una buena cantera de jóvenes preparándose.
-¿Cuáles han sido sus últimos proyectos? ¿En cuáles está trabajando actualmente, y cuándo verán la luz?
-Recientemente he participado en dos proyectos muy interesantes, la exposición «Ante el espejo» comisariada por Luis Alberto Salcines centrada en el autorretrato, y la exposión «Valgo mi peso en Oro», comisariada por Marta Mantecón, con una selección de obras pertenecientes a la Colección Norte, en la que una de mi obra compartió espacio con los trabajos de artistas como Marina Abramovic, Marina Nuñez, Victoria Diehl, etc. Actualmente estoy preparando un trabajo que se expondrá durante el mes de marzo en CN foto comisariado por Jesús Alberto Perez Castaños.
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