El corazón detrás del telón

El personal ·
Comenzaron a trabajar en el Palacio hace treinta años y muchos de ellos aún continúan haciendo posible que la magia del espectáculo llegue al público

Rosa Ruiz

Santander

Viernes, 30 de abril 2021, 08:49 | Actualizado 16:27h.

En los últimos treinta años cientos de figuras han pasado por el Palacio de Festivales cosechando el aplauso del público. Una ovación que también se merece el personal que cada jornada hace posible que los espectadores disfruten desde la butaca el espectáculo programado. El Diario ... ha reunido para una foto a algunos de los trabajadores que comenzaron a trabajar hace treinta años, muchos de los cuales aún continúan. El equipo al que Rafael de la Sierra llamó para gestionar el espacio cultural -Juan Calzada, Román Calleja y Javier Ontañón- se dedica ahora a otras funciones fuera del Palacio. Gema Agudo, que durante 29 años fue la responsable de prensa, es ahora directora general de Acción Cultural del Gobierno de Cantabria, pero el resto del personal que aparece en la imagen puede presumir de haber vivido desde sus puestos de trabajo todas y cada una de las incidencias que han tenido lugar en este edificio desde su inauguración. No es la primera vez que se reúnen para una foto. En 1991, nada más abrirse, posaron en la por entonces sala Griega, hoy María Blanchard. Es Antonio Barrigón el que facilita la foto que cuida como oro en paño y todos, mientras Roberto Ruiz les coloca para la foto actual guardando la distancia social obligada por el covid, sonríen al reconocerse en aquella otra imagen.

Han vivido muchas cosas en estas últimas décadas y les cuesta quedarse con una única anécdota o un único recuerdo y eso que tienen para dar y vender. Carmen Revuelta, que trabaja ahora en la taquilla, asegura que estas tres décadas se le han pasado volando. «Parece mentira que hayan pasado treinta años», asegura y su resumen coincide con el de muchos de sus compañeros «nuestro trabajo nos ha permitido atesorar un montón de experiencia con gente que nunca imaginamos llegaríamos a conocer», asegura.

Tres de aquellos trabajadores siguen ligados a la Sociedad Regional que rige el Palacio aunque ahora desempeñan sus trabajos en otro de los buques insignias de la Cultura cántabra: la Filmoteca. Uno de estos es Antonio Barrigón que ya trabajaba en la actividad cultural de la Plaza Porticada antes de aprobar la oposición para entrar en el Palacio y ahí ha hecho de todo desde subalterno, hasta jefe de sala. Ha organizado conferencias y hasta servido de puente entre el Palacio y dos de sus invitados más ilustres: la Fundación Albéniz que en verano celebra en esta instalación el Encuentro de Música y Academia o el Concurso de Piano Ciudad de Santander. Sus recuerdos de los años en que trabajaba en el Palacio son «muy gratos» aunque confiesa que también está muy feliz en la calle Bonifaz donde se ubica en la Filmoteca «sobre todo con mis compañeros».

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Javier Ontañón, que en la actualidad es jefe de gabinete de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria, trabajó en la inauguración del Palacio y tuvo trato con los primeros artistas que pisaron sus salas. También recuerda entre risas el desembarco de aquel equipo en el recién estrenado edificio y la ilusión de todos ellos por llevar a la práctica un proyecto que presuponían iba a cambiar la vida de los cántabros aficionados a la cultura. Ya en lo personal, y además de reír al rememorar cómo se perdían por los pasillos, reconoce que las dos artistas que más le impresionaron fueron Teresa Berganza y Nuria Espert.