El chaval nació en Guarnizo y es el único que el visitante del museo del Real Madrid verá posando con seis Copas de Europa. Todas suyas. Paco Gento (Guarnizo, 1933) encabezará por siempre la partitura de los 19 cántabros que salieron de la tierruca para ... conquistar el Olimpo futbolístico y que vistiendo de blanco alzaron 17 Copas de Europa y 51 Ligas, para empezar a hablar.
Desde que Guillermo Yllera (Santander, 1908) cogió la Nacional 1 en 1922 para marcharse al Real Madrid hasta que Sergio Canales (Santander, 1991) volase desde Parayas a Barajas para vestirse de merengue en 2010 ha pasado un siglo en el que Cantabria ha estado presente en buena parte de las mejores tardes del club madrileño, incluyendo aquella época de las cinco Copa de Europa seguidas.
A la luz del medio siglo llegó una ola cántabra a pilotar la nave del equipo del 'régimen', como decían las crónicas intencionadas de la época. Paco Gento dejó su Guarnizo y el Racing para aparecer en Concha Espina (1953-71) como una 'Galerna del Cantábrico'. Sus diabluras en blanco y negro dieron la vuelta al mundo. Sus dos hermanos, Julio (Guarnizo, 1939) y Antonio (Guarnizo, 1940), llegaron a finales de la década y su recorrido en el club fue muy corto; Julio, delantero, jugó dos amistosos, y Antonio, extremo derecho, disputó tres jornadas ligueras de blanco. Pero a Paco le llegaron más refuerzos desde casa. No tardó en subirse al carro del éxito Marcos Alonso 'Marquitos' (Santander, 1932) que entre 1954 y 1962 le dio tiempo a jugar 228 partidos y fue clave en las primeras cinco Copas de Europa del Madrid. Noble, pero contundente. Se convirtió en el guardaespaldas perfecto de los 'bad boys' de la época. Y tras Marquitos llegó Pachín (59-68) que ganó dos Copas de Europa de aquellas. Nadie como ellos cobijaron la portería del enemigo número uno de los clubes en Europa por aquel entonces. Dos Copas continentales adornaron también su palmarés.
Y entonces Cantabria mandó a a la capital a un ser sobrenatural capaz de volar, Carlos Alonso 'Santillana' (Santillana del Mar, 1952), que fue considerado durante muchos años el mejor rematador de cabeza de Europa. Nadie llegaba tan alto como él. Pero se fue 16 temporadas después sin el trofeo fetiche del club. Tuvo que volver Cantabria a contribuir para que el club blanco volviera a disfrutar. Emilio Amavisca, en 1998, e IvánHelguera, en 2000 y 2002, esta última la levantó con alguien con quien ya había compartido vestuario en La Albericia, Pedro Munitis, los últimos paisanos que ganaron la 'orejona' con el Real Madrid.
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