Los diez retos de José Alberto

Restan dos encuentros para llegar al parón navideño: el de Liga frente al Cartagena y el de Copa contra el Linares. Será difícil, pero es importante que el equipo llegue al tiempo de asueto con las mejores sensaciones posibles y con visos de poder revertir la situación. En otras circunstancias, la eliminatoria copera tendría menos relevancia para un equipo que se la juega en Liga, pero caer a las primeras de cambio, en la actual situación, puede redoblar el efecto negativo. Lo que bien empieza, bien acaba, dicen.

El Racing es, con diez tantos en veinte jornadas disputadas, el equipo con menos goles anotados de toda la Segunda División. Así, ganar se hace complicado. Como mucho, empatar. Y si llegan los errores defensivos, pues ya saben lo que toca. Los mimbres, mejores o peores, son los que son. El nuevo técnico tendrá que encontrar las mejores combinaciones entre sus futbolistas, darles nuevas herramientas y buscar un estilo más adecuado que el de su predecesor para tratar de mejorar el rendimiento ofensivo de su equipo.

Durante la racha de ocho encuentros sin perder, la solidez defensiva del Racing fue su principal argumento. Le sirvió incluso para ganar algunos partidos. Pero en la última racha, sin poder ofensivo y con errores graves atrás, el equipo ha caído en barrena. Cinco derrotas consecutivas que le han llevado a los puestos de descenso. Si esta plantilla ya ha demostrado que puede formar un bloque pétreo atrás, José Alberto debe ser capaz de recuperar esa capacidad para cimentar la resurrección verdiblanca desde atrás.

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Por unas cosas y otras, el ambiente en los Campos de Sport anda enrarecido. Será un frente abierto más para el nuevo entrenador racinguista, que debe convencer con su propuesta a un aficionado cansado de disgustos y con el hándicap de llegar con un proyecto que no es suyo y con la competición en marcha. No será fácil. Pero en el fútbol, siempre, la mejor medicina son los resultados. Aunque un estilo más vistoso y atrevido también ayuda. Hasta a Romo, con el equipo arriba, le pasó factura a veces su conservadurismo.

Qué bueno debe ser para un entrenador iniciar un proyecto. Con los jugadores, las piezas, que desea para conformar un equipo a su gusto y manera. Pero la vida del técnico es así. A veces hay que ocupar los puestos que quedan libres de repente. Y José Alberto tendrá que tratar de encajar en un equipo que no era suyo, sino de Guillermo Fernández Romo. Eso y con los vicios de una temporada ya en marcha. La capacidad del técnico para adaptarse y moldear lo que le han puesto entre manos será fundamental.

Hay futbolistas que no están cumpliendo con las expectativas. Es el caso de jugadores como Sekou Gassama o Jordi Mboula, entre otros, lejos del rendimiento que se esperaba de ellos. Además, hay otros futbolistas que, con Romo, apenas han aportado al equipo. Es el caso de los Germán Sánchez, Saúl García o Alfon. O Bobadilla, aunque su destino parece la salida en el mercado invernal. Hombres que quizá tengan capacidad para sumar después de una etapa de continuidad en el once e inmovilismo pese a las circunstancias negativas.

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Un aspecto positivo para José Alberto es que ha llegado al equipo a apenas unas semanas de la apertura del mercado invernal. No podrá dirigir su proyecto, pero sí ponerle un poco su idea a base de nuevas incorporaciones de su confianza. Aunque siempre es difícil acertar con los fichajes de enero, pero esa puerta está abierta y el técnico asturiano tendrá que sentarse junto al director deportivo, Mikel Martija, para sacar el máximo partido posible al margen salarial que le quede disponible al club verdiblanco.

El nuevo técnico verdiblanco se formó en una de las mejores canteras de España, como es la de Mareo. Eso le da unas capacidades y experiencias que le permitirán prestar más atención a lo que tiene debajo que su predecesor. Así, quizá José Alberto pueda sacar provecho de todo el trabajo que se viene haciendo con los chavales en las Instalaciones Nando Yosu de La Albericia. Futbolistas como Yeray Cabanzón, Neco Celorio o el juvenil Yeremi son algunos de los canteranos que vienen pegando más fuerte en el filial.

Guillermo Fernández Romo lo repetía habitualmente:«El objetivo es dejar a cuatro equipos por detrás nuestro». Es obvio. Se trata de una definición de lo que es la permanencia. Por eso, se trata de un reto compartido por el madrileño y el asturiano. El conjunto cántabro se encuentra en puestos de descenso, a tres puntos de la salvación. Con 22 jornadas por delante, está todo abierto y el objetivo es accesible, pero el margen de error va disminuyendo con el paso del tiempo, por lo que es importante acertar.