![Una ilusión persigue al Racing](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/03/30/RACING%20PRIMERA02-U2101963219461CxE-U2101963280704qPG-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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Al racinguismo le persigue una ilusión. Fuertemente. En las horas previas, hasta el minuto 90 y mucho más allá. Hasta el 100, si hace falta. Cuando el cronómetro ya tenía dificultades para acoger los tres dígitos, un penalti transformado por Peque le dio el triunfo ... al Racing en un partido en el que se sobrepuso a una mala primera parte, se levantó dos veces para igualar un partido en el que iba por detrás y creyó hasta el final para dejarse atrapar, para ser presa consentida, de esa ambición que no le deja en paz. Bendita sea. Incredulidad suspendida. «Una ilusión nos persigue:la Primera División».
José Alberto se presentó en su casa con unos cuantos cambios en el once. Algunos, previstos, como la entrada de Mboula y Aldasoro por el lesionado Andrés Martín e Iván Morante. Ylos otros dos, que entraban dentro de las opciones: Marco Sangalli, en el lateral derecho, en detrimento de Juan Gutiérrez, y Saúl García, en el flanco contrario de la zaga, por Mario García. El de Vioño, con las ayudas de Aldasoro, era el plan para frenar a Hassan.
Alguien debió pensar que todavía se le podía poner un poco más de aliciente al partido de partidos cuando, durante el calentamiento, decidió quitar el tapón allá arriba y comenzó a desaguar por litros sobre El Molinón. Fútbol. Y del norte. ¿Para qué quieres más?
De primero, tensión. Mucha chispa saltando entre los equipos y poco riesgo que correr. El respeto se comió al fútbol. Mucho toque en el centro del campo y poco rondar las áreas rivales. Algo debía pasar, cuando, con apenas minutos de juego, José Alberto mandó a calentar a Iván Morante y Grenier. Íñigo Sainz-Maza estaba tocado.
Sporting
Yáñez, Cote, Nacho Martín (Rivera, min. 58), Gaspar (Fran Villalba, min. 78), Nacho Méndez (Varane, min. 78), Otero, Hassan (Queipo, min. 68), Róber Pier, Djuka (Mario González, min. 68), Cali Izquierdoz y Pascanu.
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Racing
Ezkieta, Marco Sangalli, Saúl García, Manu Hernando, Germán Sánchez, Íñigo Sainz-Maza, Aldasoro (Ekain, min. 86), Mboula (Roko Baturina, min. 86), Peque, Íñigo vicente y Arana (Grenier, min. 88).
Equipo arbitral Arcediano Monescillo, del Comité Castellano Manchego, asistido en las bandas por Cerdán Aguilar (Castellano Manchego) y Díaz González (Gallego). Cuarto: Figueiredo Comesaña (Gallego);VAR: Gorostegui Fernández-Ortega (Vasco) y AVAR:Lax Franco Salvador (Murciano).
Goles 1-0, min. 24: Djuka. 1-1, min. 62: Arana. 2-1, min. 76: Gaspar. 2-2, min. 78: Arana. 2-3, min. 100: Peque, de penalti.
Amonestaciones Amarilla a los locales Pascanu, Rivera, Cali Izquierdoz, Mario González, Queipo y Nacho Martín y a los visitantes Saúl García, Germán Sánchez, Íñigo Sainz-Maza y Manu Hernando. Expulsó por roja directa a Cali Izquierdoz.
La primera ocasión, del lado racinguista, iba a llegar en una jugada a balón parado. De forma casi inesperada. Una falta lateral botada por Saúl García desde la derecha se fue al poste después de palmearla Yáñez. Hacía falta que alguien desatase los corsés.
Y lo iba a hacer Djuka. En un balón colgado al área verdiblanca que no llevaba demasiado peligro, Ezkieta salió a despejar de puños. Y lo hizo, pero antes se topó con Manu Hernando. El rechace se quedó corto y el delantero serbio remachó de primeras a gol.
Al Racing se le vino abajo el plan establecido y, además, antes de la media hora de juego ya había cargado a tres de sus cuatro defensas con cartulina amarilla. De momento, libraba Marco Sangalli. El equipo cántabro estaba deshilachado. Precisamente, tras un centro peligroso del vasco, la mala ejecución del ataque verdiblanca estuvo a punto de propiciar el dos a cero. Saúl García recogió el balón en el córner contrario. Tardó la vida en ceder atrás a Íñigo Vicente, que venía solo. Al de Derio se le echó encima un defensa, la perdió y el Sporting armó una peligrosísima contra tres contra uno que también echó a perder. Pero Otero supo encauzar la acción con un centro que Gaspar cabeceó, solo en el segundo palo, al travesaño. Tembló el larguero. Como el propio Racing.
Otro balón perdido en ataque; otro contraataque; otra ocasión local. El disparo raso de Hassan se marchó a metro y medio de la portería de Ezkieta. Estaba el equipo cántabro pidiendo el descanso a gritos y no porque fuese por delante en el marcador. El motor no terminaba de carburar. De nuevo, el mismo procedimiento y el disparo cruzado de Pascanu lo atrapó Ezkieta. El Racing sólo creó peligro en faltas laterales. Una sacada por Íñigo Vicente botó maligna en el corazón del área pequeña pero Yáñez, bien colocado, la agarró con garantías. Preludio del intermedio.
Era evidente que algo tenía que cambiar el míster y lo hizo por partida doble. Mario García e Iván Morante saltaron al terreno de juego en sustitución de los amonestados Saúl García e Íñigo Sainz-Maza. Este último, además, con problemas físicos. Dos sustituciones, sobre el papel, algo ofensivas. Pero al Racing le hacía falta algo más que cambios de nombres.
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Dos acciones de Mariuco –un corte en el área a Hassan y una fantástica subida– recargaron las pilas del equipo verdiblanco, que acabó pidiendo un posible penalti por caída de Arana en el área. No pareció, la verdad. Y Marco Sangalli cabeceó un centro de Mboula, pero no se encontraba en una buena posición para el remate.
El Racing logró el dominio del juego que no había tenido en prácticamente ningún momento del partido y una buena combinación entre Mboula, Peque e Íñigo Vicente terminó con un disparo del vasco que, tras tocar en un defensa, se fue al lateral de la red. Era un paso hacia delante, aunque demasiado cortito. Mientras tanto, el Sporting se conjuró a las contras. Djuka intentó una vaselina sobre Ezkieta, pero esta vez no iba a tener tanto acierto. Tampoco Gaspar, en un tiro desde la frontal que agarró bien el meta navarro.
Los cambios le surtieron efecto a José Alberto. Iván Morante colgó una falta lateral desde la derecha. Con la zurda. Rosca hacia adentro. Y hacia dentro, a la jaula, la prolongó Arana al peinarla. El choque estaba otra vez en todo lo alto. Los racinguistas, los de la grada, recuperaron el resuello. Todo el mundo a botar. «Una ilusión nos persigue: la Primera División».
El Racing había llegado a su punto de cocción. Ahora sí, era el equipo valiente, descarado, eléctrico, pecho 'palante' de siempre. Y el tembleque se contagió a los de rojiblanco. Pero lo que iba a cambiar el partido en un viaje del balón de un área a otra. El habitual mamoneo del portero local con el balón, al final tuvo premio para el más listo de la clase. Íñigo Vicente presionó y se la llevó. Yáñez se echó sobre el vasco y este acabó en el suelo. El colegiado se llevó el silbato a la boca, cogió aire y se arrepintió. Quizá no fue suficiente para el penalti –y la expulsión–, o quizá sí, pero la intención de pitar ahí estaba. El VAR, se inhibió. A la contra, el Sporting iba a hacer el 2-1. Después de sacar Germán Sánchez sobre la línea el primer intento, Gaspar mandó el balón al fondo de las mallas. Vaya manera de cortar el rollo.
El Racing tiró de orgullo. A trompicones, el balón le llegó a Íñigo Vicente en el costado izquierdo del área. El de Derio decidió mal. Buscó el paso a nadie en lugar de definir con la pierna mala. José Alberto tardó en reaccionar en el banquillo, pero al final llamó a Ekain y Roko Baturina. 'All in'. Aldasoro y Mboula fueron los sustituidos. Pero era ya el minuto 86. ¿Quedaría tiempo para cambiar la suerte?
Pues sí. Un minuto bastó. Y lo hizo de nuevo Iván Morante, con una fantástica acción, croqueta incluida, para asistir a Arana. El canario llevaba tiempo sin ver puerta. Pero mira, hizo 'pop' y ya no hubo 'stop'. Casi sin terminar de celebrarlo, el delantero fue sustituido por Grenier. Visto lo visto, el empate era una delicia.
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Borja Cavia
Leila Bensghaiyar
Restaban tres minutos de tiempo añadido cuando Cali Izquierdoz vio la segunda amarilla por una entrada criminal sobre el tobillo de Peque. Cómo sería de mal intencionada que desde Las Rozas avisaron al colegiado para que fuese a la tele a verlo. Y, lógicamente, anuló la cartulina para cambiarla por una más que merecida roja directa.
El partido entró en el caos más absoluto en la búsqueda de la victoria por parte del Racing. Un tiro de Grenier desde la frontal pegó en la mano de un defensa, el balón le cayó a Iván Morante, en posición de fuera de juego, el centrocampista prolongó, volvió a tocar en otra mano rojiblanca y Ekain la mandó al caldero. Prevaleció la posición antirreglamentaria. Hasta que, de nuevo desde Madrid, avisaron por el pinganillo. Y, cuando eso sucede, pues ya se sabe. El árbitro se fue a la pantalla y señaló penalti por la primera de las manos. Con Peque en el campo, no hay fallo. Minuto 100. Como a cien se puso todo el racinguismo. Gol. Locura. Victoria.
La parroquia local se marchó para casa. Fiesta verdiblanca en El Molinón. Los más de cuatro mil aficionados verdiblancos, muchos de ellos empapados de agua, disfrutaron como nunca. Quedan nueve jornadas por delante y las voces ya sonaron a ascenso. Quizá porque, pase lo que pase, la temporada es de matrícula de honor. La cancioncita se pega. El racinguismo no se la puede quitar de la cabeza. Ni quiere hacerlo. «Lolololololooo, lolololololooo, una ilusión nos persigue: la Primera División». Qué lastima que la noche durase una hora menos, porque qué bien se duerme cuarto en la clasificación.
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