Y de la piñata salió el liderato

Hubo más incógnitas resueltas que sorpresas en la alineación de José Alberto. Quizá lo menos esperado era la suplencia de Vencedor, que regresaba tras su sanción. Meseguer fue titular en el doble pivote junto a Aldasoro. Así, la mediapunta quedaba libre para Rober González. Y el elegido como reemplazo de Montero en el perfil izquierdo del eje de la zaga fue Javi Castro.

Ver a los futbolistas del Racing disfrutando a tope del recibimiento de su afición, a mamporros contra la luna del autobús, tenía dos posibles lecturas. Esta gente, o sale y se cena al rival o completamente desenchufada.

De momento, los dos entrenadores hicieron la de Groucho Marx: «Si no te gustan mis principios, tengo otros». El Racing retrasó la línea de presión habitual. El Elche sacó a Mourad y arrancó el encuentro con un pelotazo del portero. Sin duda, la batalla táctica la iba a ganar el míster local. La primera opción fallida llegó en el área alicantina, tras una buena acción racinguista por el centro, pero Arana intentó una vaselina con muy poca fe que no vio la portería ni de cerca.

De todas formas, el grueso de la posesión iba a ser para el Elche, porque el Racing tenía claro de qué quería disfrazarse por Carnaval: el hombre del mazo. Una mala entrega ilicitana en el centro del campo la interceptó Andrés Martín a la carrera. El sevillano fue buscando huecos y, como no los encontró para tirar, sí lo vio para asistir a Arana. Y el canario no falló. Casi la saca Dituro, pero el balón acabó entrando en la portería.

A partir de ahí, el Elche empezó su monólogo obligatorio y los de José Alberto volvieron a esconder el palo a su espalda. Esperando otra oportunidad. Eso sí, combatiendo contra el rival y también contra su debilidad defensiva. Había que mantener el rigor. Un balón colgado desde la derecha casi pone en evidencia a Javi Castro y Manu Hernando, pero Agustín Álvarez no acertó a rematar en el segundo poste. Y otro pase raso y diagonal se paseó por el área pequeña racinguista hasta que Mario García lo evacuó a córner. Era un partido para matarlo o sufrirlo, porque los franjiverdes tienen mucho talento en sus filas.

El equipo cántabro volvió a blandir el mazo. Esta vez fue Íñigo Vicente el ladrón. El vasco se la sirvió a Andrés Martín y el extremo repitió experiencia. Vio llegar a Mario García, pero al chaval se le echaron encima. Eso sí, se llevó de premio un rico córner. Tanto, que ahí iba a llegar el dos a cero. El balón llegó hasta el segundo palo, donde entraba Javi Castro como un avión. Y solo. Sin embargo, el madrileño se lanzó sobre la pelota como pez fuera del agua y tuvo que intentar un remate de urgencia. El cuero se fue al palo y cruzó el área pequeña. Incluso pasó por detrás de un Íñigo Vicente que se encontraba sobre la línea de gol. En el otro poste, ahí, estaba Aldasoro. Sólo tenía que embocar. Después de dilucidar en Las Rozas que Vicente no intervenía, los Campos de Sport se vinieron abajo. Minuto 23. 2-0. Espera, que todavía recuperan la diferencia de goles.

El Elche estaba ya tan tocado que casi cogió el palo y se pegó a sí mismo. En una posesión con poco riesgo, le regalaron el balón a Íñigo Vicente. El de Derio combinó con Rober González y el pase al área del extremeño no acertaron a rematarlo ni Andrés Martín ni Marco Sangalli. Lástima.

Algo tiene Eder Sarabia, que Santander no le viene nada bien. Se estaba llevando un buen castigo y antes de llegar el descanso las tuvo con José Alberto, después de que Arana y Bigas tuviesen un fuerte choque fortuito y el visitante se llevase la peor parte. El árbitro no apreció infracción y el técnico bilbaíno se marchó caliente para el vestuario. El cumple estaba saliendo a pedir de boca. El Racing tuvo en la primera parte un veinte por ciento de posesión. ¿Para qué más? Esto es fútbol, papá.

Sobre todo si, con muy poquito balón, haces cosas como la del arranque de la segunda mitad. El equipo verdiblanco se montó una fantástica jugada por la banda izquierda, que llegó a Íñigo Vicente dentro del área. El vasco intentó buscar el palo largo, pero un defensa tocó para desviar a córner.

El caso es que el Racing salió algo más protagonista del vestuario. Pero fue algo circunstancial, porque, con el 2-0 y el rival ofuscado, no merecía la pena arriesgar más de lo estrictamente necesario. Así que los de José Alberto volvieron a pertrecharse, juntitos, atrás. Con el mazo escondido.

No se demoró mucho el técnico asturiano en hacer los cambios. Enseguida llamó a Saúl García y Karrikaburu. Antes de que ambos saltasen al campo, Andrés Martín puso a trabajar a Dituro con un fuerte disparo que el portero tuvo que despejar de puños. Los sustituidos, el amonestado Mario García y Arana. Mientras tanto, una volea horrible a la media vuelta que se marchó altísima fue lo más parecido a una ocasión del Elche en el primer cuarto de hora del segundo tiempo.

El Racing, cuando llegaba al área rival, era infinitamente más peligroso. Y Marco Sangalli tuvo el tercero en su bota derecha. El donostiarra agarró un rebote en el segundo palo, pero su remate se marchó demasiado cruzado. Eder Sarabia seguía sacando jugones al campo. Sin embargo, de momento ni con esas. Los verdiblancos aguantaban bien el tipo. Para poner más piernas frescas sobre el césped y evitar sustos con las tarjetas, Vencedor y Pablo Rodríguez reemplazaron Meseguer y Rober González. Precisamente fue Vencedor el encargado de sacar un córner, en su primer balón, que remató hacia atrás Manu Hernando en el primer palo. Se marchó por encima.

Y, aun así, fue muchísimo mejor que la siguiente opción del Elche. Óscar Plano la pegó con el exterior y la mandó a Tribuna Sur. El Racing, la verdad, no estaba ni sufriendo con el líder saliente. Pero bueno, quedaba un ratuco aún, así que mejor no confiarse. Aunque estaba mucho más cerca el 3-0 que el 2-1. Otra buena acción racinguista. Andrés Martín vio el desmarque de Íñigo Vicente en el otro lado; el mago, acosado por su marcador, se detuvo y buscó ayuda; allí estaba Pablo Rodríguez, pero el pase atrás definitivo del canario lo desvió Affengruber hacia las manos de Dituro. En el otro área, Pejiño tuvo una. Y la mandó al córner. Metáfora del partido del Elche. Por fin, en el minuto 83, Ezkieta pudo estrenarse con su molona camiseta de rombos. Nada grave. Un tiro lejano de Óscar Plano lo tocó lo justo el navarro para evitar sustos mayores.

A José Alberto le quedaba un cambio, pero no tuvo que tomar decisiones. Marco Sangalli cayó lesionado y se aceleró el retorno de Michelin en el lateral derecho. Justo antes de que Pablo Rodríguez tuviese otra oportunidad para reventar definitivamente la piñata. Dituro tapó bien el primer poste ante la llegada del canario. Acto seguido, Nico Castro mandó otro balón a tribuna.

Pasado el minuto noventa, la grada ya se dio por relajada. Se quitó la bufanda a pesar del frío y la puso al viento. La victoria y el liderato se quedaban en casa. Ah, y con 52 puntos ya en la tabla, también la permanencia. Ironías aparte, la victoria de este domingo es un punto y seguido buenísimo para no quedarse aquí ni un minuto más. La vista, siempre hacia arriba.