De poder ser líder a salir del ascenso directo

En barrena ·
El Racing termina la primera vuelta tercero, por detrás del Almería y del Mirandés tras dilapidar una renta de once puntos por el ascenso directo

Aser Falagán

Santander

Lunes, 23 de diciembre 2024, 01:00

Hace poco más de un mes, el Racing lo tenía todo a favor para proclamarse campeón de invierno. Todo. Para no serlo, los perseguidores debían marcar un gran ritmo y los verdiblancos, prácticamente no sumar. Eso es precisamente lo que ha ocurrido. Con dos puntos ... de los últimos 18, se van con el mal sabor de boca de verse apeados por primera vez desde la séptima jornada de los dos puestos de privilegio. Terceros, en plaza de play off y con los mismos puntos que el segundo, sí. Pero lo que en agosto, cuando arrancó la Liga, hubiera sonado muy bien tiene un cariz muy diferente tras una pésima racha que no termina pese al punto de ayer.

En una jornada frenética de cambio de sensaciones, los racinguistas llegaron a ser líderes virtuales cuando a su victoria se sumaba el empate del Almería. De pronto, se veían capaces de terminar el año como campeones de invierno. Y así hubiera sido de haber ganado, porque al final el Almería no pudo pasar de las tablas.

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Sin embargo, el día terminó con una sensación muy diferente. No solo por la decepción que dejó el empate del Eldense cuando el partido parecía -y debería haber estado- cerrado, sino porque tocó esperar otro resultado. Si el Mirandés ganaba en Riazor, los burgaleses se colocarían con los mismos 38 puntos que el Racing, pero por delante en la clasificación por su mejor coeficiente general de goles. Eso es lo que se mira en la primera vuelta, pero tampoco era consuelo, porque el enfrentamiento particular no dejaba mejor balance: en esta serie de jornadas aciagas los rojillos son uno de los equipos que han hecho doblar la rodilla al Racing. En los Campos de Sport, para más señas, para abrir la serie de cuatro partidos consecutivos sin ganar.

Los peores temores, los que mostraba incluso José Alberto López en la sala de prensa de los Campos de Sport, se confirmaron cerca de las once de la noche, cuando se confirmó algo ya barruntado desde el descanso del Deportivo-Mirandés, al que se llegó ya con un 0-2 a favor de los de Alessio Lisci (al final fueron cuatro). Un triunfo a domicilio que cerraba una jornada aciaga para los cántabros. De campeones de invierno a estar fuera del ascenso directo con menos de tres horas de diferencia.

El Racing se marcha al parón de fin de año en su peor momento de la temporada y, probablemente, de los dos años que José Alberto López lleva dirigiendo al equipo. Lo hace además con sensaciones contrapuestas, porque globalmente cerrar la primera mitad de la competición con 38 puntos constituye un buen balance. Un promedio que permite la lucha por el ascenso directo y que incluso mejora el que tuvo el año pasado el Leganés para ser campeón de Segunda División (los pepineros terminaron el curso con 74).

Seis jornadas sin ganar, con cuatro derrotas y solo dos empates, unidas al modo en que se produjo el de ayer, ante un rival en descenso y al que se ganaba 2-0 en casa a cinco minutos para el final del tiempo reglamentario, dejan un balance muy diferente y ha minado ya la credibilidad del equipo. Incluso su entrenador reconoce ya sin tapujos que se trata, entre otros factores, de un problema mental.