El Racing cita a su hinchada en La Albericia

El club abrirá las puertas de La Albericia y ha invitado al racinguismo a que acuda a las gradas del campo Santi Gutiérrez Calle para asistir a la última sesión y apoyar a los suyos. Un último -o penúltimo- espaldarazo anímico antes del último partido de la competición regular.

«¿Un último aliento antes de partir hacia Villarreal? Mañana os esperamos a todos en un nuevo entrenamiento a puerta abierta, en las Instalaciones Nando Yosu a partir de las 10.30», publicaba ayer el club. La entrada, como siempre que se abren las puertas de La Albericia a los aficionados, será libre y gratuita. Después, el viaje del equipo, por una parte, y el de los alrededor de mil verdiblancos que se desplazarán a Vila Real, por otra.

El Racing estará arropado mañana por alrededor de 1.200 personas, después de que se vendieran 965 entradas en las taquillas de los Campos de Sport y en el local de peñas, a las que hay que sumar las 40 que se reservaba el club y quienes se decidan a viajar sin entrada, porque La Cerámica abrirá mañana sus taquillas y no hay problemas de aforo.

Íñigo Vicente estará en La Cerámica. El Mago de Derio ha pasado toda la semana renqueante, acusando el fuerte golpe que sufrió el domingo pasado en la cadera, que le obligó a ser sustituido en el minuto 64 durante el partido ante el Real Zaragoza. Ya el mismo domingo por la noche y al día siguiente, durante la sesión de recuperación en La Albericia, las sensaciones eran buenas aunque el dolor, menos intenso, tampoco se había disipado del todo. Por eso no terminó la sesión del miércoles y se le reservó en la del jueves, pero ayer José Alberto López aseguró que pese a las molestias ya está en condiciones de jugar y que «no debe tener ningún problema».

Si el Racing estuviera ya matemáticamente clasificado para el play off podrían hacerse otras cábalas, pero el entrenador ha sido claro: la fase de ascenso no está asegurada, con lo que no se puede reservar nada y es necesario afrontar el partido como si fuera el último del curso. De hecho, matemáticamente podría serlo, y el técnico no quiere que un exceso de prudencia o de confianza, por mucho que el Villarreal B esté ya descendido a Primera RFEF, ponga en riesgo el premio añadido al trabajo de toda la temporada.