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No está especialmente contento el racinguismo con los arbitrajes, aunque el equipo cántabro tampoco puede culpar a nadie de encontrarse en puestos de descenso. Pero es verdad que el arranque del campeonato ha sido movidito en cuanto a decisiones comprometidas de los jueces. En ... seis de los nueve encuentros que se llevan disputados de Liga, ha habido polémica en contra de los intereses verdiblancos. Un penalti discutible; una roja perdonada al portero rival; intervenciones del VAR difíciles de explicar... Y cuatro expulsiones. Dos de ellas justas, indiscutibles. Otra, polémica, no por el suceso sino por la forma de actuación arbitral. Y la última, la de Juergen Elitim en Valencia, prácticamente inexplicable.
Los árbitros del fútbol profesional español se habían propuesto este pasado verano que el VAR no entraría a señalar penaltis poco claros. Si el árbitro no lo había entendido como acción punible dentro del área, desde Las Rozas se daría por bueno. Sin embargo, en la jornada 3 del campeonato esa premisa se vino abajo. Sobre el minuto 50, un balón colgado al segundo palo lo remató alto el jugador del Oviedo Tarín, que le había ganado la espalda al racinguista Unai Medina. El vasco, en su intento por llegar, toca levemente el pie de atrás del futbolista carbayón. El colegiado, un viejo conocido en los Campos de Sport como Galech Apezteguía, no vio nada reseñable. Pero le llamaron por el pinganillo y se fue a mirar la pantallita indiscreta. En ese momento, es difícil que el juez principal contradiga el aviso desde Madrid. Señaló pena máxima y el Racing cayó con el gol desde los once metros de Borja Bastón.
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Javier Menéndez Llamazares
SERGIO HERRERO
La expulsión de Germán Sánchez frente al Tenerife tiene poco debate. Entró con el pie en alto. Sin mala intención, pero con la plantilla a la vista. Quizá fruto de la frustración por un partido pésimo del futbolista andaluz. Si Guzmán Mansilla hubiese mostrado una amarilla en esa falta lejos del área y ya en el minuto 93, no habría pasado nada. Pero optó por una cartulina roja directa que tampoco tiene mucha historia. No hay polémica posible.
El Racing era mejor que el poderoso Las Palmas pero, como siempre, era incapaz de meter un gol. Cuando se aproximaba el minuto 40 del encuentro, a Mantilla le pegaron un levante en la banda derecha cuando iba a centrar. El árbitro dijo que falta y gracias -lo mismo que en la segunda parte, con otro viaje que se llevó Marco Camus-. En la siguiente acción, Pombo se pasó de frenada e hizo una fuerte entrada con los tacos sobre un rival. El colegiado, encima de la acción, mostró amarilla. Pero en la sala VAR, Pérez Pallás -en la nevera por el surrealista penalti señalado al Málaga frente al Tenerife- tenía ganas de charla y le pegó un toque a Ávalos Barrera. 'Échale, anda', le debieron decir. Y después de pegarle una ojeadita a la pantalluca, el catalán hizo caso a sus colegas. 'He pensado que amarilla, mejor no. Roja'. ¿Justa? Con el reglamento, sí. Con el listón que había puesto, no.
El Racing tiene variedad en el catálogo de polémicas en este primer tramo de la temporada. En el minuto 51 del partido entre Eibar y Racing y con resultado de dos goles a cero para los locales, el colegiado Quintero González anuló un tanto al equipo verdiblanco por una presunta falta de Arturo Molina sobre Tejero. El forcejeo en el área entre ambos futbolistas antes de que Matheus Aiás mandase el balón al fondo de las mallas terminó con balón parado favorable al conjunto armero. «A mí no me gusta hablar de árbitros, pero pienso que por lo menos se podía haber revisado la jugada. Si el VAR está ahí es para ayudar», decía el delantero brasileño tras el encuentro.
¿Se acuerdan de cuando el VAR entró para expulsar a Pombo en el partido frente a Las Palmas? Pues en esta ocasión, frente al Málaga, la verja del establecimiento arbitral estaba bajada, parece ser. En el minuto 80 del encuentro, el portero visitante, Manolo Reina, salió del área y cogió el balón con las manos para cortar una llegada de Matheus Aiás. Que no tenía el balón controlado, pero si no llega a ser por la intervención del portero se habría quedado solo ante la portería. Además, el arquero atropelló al brasileño, que se marchó para casa con dos tacos clavados de recuerdo. «Si me preguntas a mí, es una roja como un piano», dijo, sin ambages, Guillermo Fernández Romo tras el encuentro, que terminó con empate a cero. El árbitro, González Francés, estaba cerca y se quedó contento con sacar una cartulina amarilla. Fallo grave. Sin embargo, esta vez, a diferencia de para expulsar a Pombo semanas antes, desde la sala VAR, Areces Franco no optó por entrar para sacar del error a su compañero.
La última jornada también trajo polémica, ya saben. No en la expulsión de Aritz Aldasoro, por doble tarjeta amarilla. La primera por un agarrón y la segunda por una falta. No hay discusión posible. El follón llegó después, cuando Juergen Elitim fue sustituido en el minuto 89 por Fausto Tienza. Menos mal que el colombiano ya había traspasado la línea de fondo y se encontraba fuera del terreno de juego, porque si no, el Racing habría terminado con diez. Aplaudió a la afición racinguista presente en esa grada y el colegiado entendió que el centrocampista verdiblanco se estaba mofando del público local. Roja. Bastante subjetiva la interpretación del colegiado quien, además, acusó en una dura redacción del acta al propio Juergen de provocar la tangana posterior entre ambos banquillos.
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