El Racing activa desde Palma la cuenta atrás

Compartieron la mesa los jugadores y técnicos junto a los auxiliares y médicos. A las 22.15 horas, poco a poco y a medida que fueron finalizando se recogieron en las habitaciones.

Su centro de operaciones se encuentra a veinte minutos por carretera de la Ciudad Deportiva del Real Mallorca, donde hoy y mañana se ejercitará el equipo a puerta cerrada. Un poquito más cerca les queda Son Malferit, donde no irán hasta el domingo. Entre la expedición también, como es lógico, se encontraban Jordi Figueras y Ritchie Kitoko, que sin adelantar nada se mostraron optimistas de poder llegar a tiempo el domingo al duelo con el Atlético Baleares. Sonriente también llegó Enzo Lombardo, con su recién firmada renovación con el Real Mallorca, club al que pertenece el francés.

El primero en acabar de cenar fue Delfín Calzada, el delegado del equipo, que como acostumbra se afanó en comprobar que todo lo encargado estaba en perfecto estado. Entre la lista de peticiones figuraban dos mesas camillas para masajes y una sala de conferencias en exclusiva para las ineludibles charlas y visionados de vídeos tácticos.

El esquema de trabajo del Racing para estos tres días en los que tratará de la mejor manera de preparar el partido del domingo y adaptarse a las condiciones climáticas que se prevén, así como a las puramente físicas del terreno de juego, no reviste muchos cambios. Los horarios son los mismos; el desayuno a las 9.00 horas, la comida las 14.00 horas, una pequeña merienda a las 17.30 horas y la cena a las 21.00 horas. El domingo la expedición se llevará un tupper para el regreso a Santander, quién sabe si con el ascenso en la mochila. A las 22.30 horas, el cuerpo técnico encabezado por Ania aprovechó para dar un paseo por Can Pastilla, la zona de la isla donde el Racing trata de mimetizarse con el escenario sin hacer ruido.

Horas antes, debía tener ganas el Racing de llegar a Palma, porque, aunque la salida de las Instalaciones Nando Yosu de La Albericia estaba prevista para las 16.30 horas, a eso de las cuatro Iván Ania ya estaba subido en su asiento del autobús. Poco a poco los 22 futbolistas desplazados fueron llegando al autocar. También viajó el director deportivo, Chuti Molina, que incluso echó una mano a los utilleros al llegar a Palma. Alguna sonrisa, algún pulgar hacia arriba y alguna que otra foto con la decena de aficionados que se había presentado para despedir a la expedición verdiblanca. Y sólo fueron esos pocos porque antes de la hora estipulada, el convoy cogió camino hacia el aeropuerto de Loiu. De hecho, hubo seguidores que casi se lanzaron en marcha del coche mientras el equipo emprendía la marcha para, por lo menos, ver alguna silueta a través de las ventanas.

Ya en el aeródromo vizcaíno, plantilla y cuerpo técnico pasaron los preceptivos controles y aguardaron la hora de embarque hasta que, pasadas las 19.35 horas tomaron su asiento en el avión para despegar camino del aeropuerto internacional de Son Sant Joan, en Palma. El Racing ya está en modo 'cuenta atrás'.