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«Mira, madre mía ¡Como está!» Así se han sorprendido unos y otros al asomar la cabeza por Guevara y se alzaba la mirada a lo largo del Río de la Pila. Como en sus mejores tiempos. El popular barrio santanderino se ha convertido en ... la siguiente parada de los racinguistas una vez han concluido los actos en el Ayuntamiento. Una serpiente verdiblanca. Eso es lo que parece la pendiente del Rio de la Pila. De principio a fin. La carretera y las aceras se han abarrotado en cuestión de minutos. Una bengala roja ha dado la bienvenida a los que se han ido incorporando. La música de los bares se ha subido un par de tonos y desde algunos de los balcones, acostumbrados al estruendo nocturno y de fin de semana, se ha podido ver a algunos vecinos que presenciaban la estampa. Allí no fueron los futbolistas, o al menos no se les ha visto Ellos han vuelto en el autobús descapotable a El Sardinero, donde ha empezado la fiesta.
Algunos de los bares del Río de la Pila han sacado mesas fuera para que los aficionados racinguistas puedan seguir disfrutando de la celebración fuera de locales. Entre bufandas, banderas y algún gorro de aquellos que la Peña Vindio-Sotileza de Madrid puso de moda, lo cierto es que el ambiente del barrio es para recordar. Y no solo del barrio. Del Ayuntamiento hasta allí, parecía un peregrinar. Hasta el presidente del Racing, Alfredo Pérez con sus muletas se ha atrevio a acercarse al centro de la ciudad. No ha querido decir dónde, era lo de menos, pero lo destacable es que no quería irse para casa como tantos.
El ascenso, paso a paso
Sergio Herrero
Marcos Menocal
Leila Bensghaiyar
Marcos Menocal
EQUIPO GRÁFICO DM
equipo gráfico dm
De los jugadores tampoco se sabe su paradero. Tienen permiso hasta el miércoles. El 'jefe', Romo, ha dado dos días libres para que descansen porque realmente el partido de hoy y todo lo que ha pasado después es probable que necesiten más reposo de lo habitual. En el Río de la Pila se han coreado sus nombres. No ha importado que no estuvieran. Algunos, los más osados, han cantado goles. Alguna pancarta en la que rezaba «Pablo, quédate», que hoy parecía ser ambulante o tener ruedas porque se la ha visto en el campo, en el Ayuntamiento y en el Río de la Pila. Y es que la gente racinguista hoy ha salido de casa al poco de desayunar con una plan, como el que tenía Romo al empezar la Liga y… No lo cambió hasta que volvió. Algunos, aún no han regresado. No hay prisa. ¿Para qué?
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