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«No estamos teniendo mucha suerte en las decisiones arbitrales». Guille Romo guiñaba el ojo a los presentes en la sala de prensa de los Campos de Sport. Su prudencia en las declaraciones estaba impregnada de una ironía indiscutible. Fue una forma educada de decir ... lo que realmente pensaba. «Sí. Hay diferentes criterios para valorar y el que impera es el del árbitro», añadió al insistirle en las preguntas sobre si veía algo que no le encajaba en las decisiones que anularon dos goles a su equipo, la posible expulsión y en el reclamado penalti que no le señalaron a su favor. Insistió en que «el criterio que vale es el del árbitro y no el de su compañero que está en Madrid viendo el partido», pero no profundizó más. Lo dejó ahí, más allá de que después del partido no había otra cosa de la que hablar entre aficionados y seguidores.
«Se te queda una sensación entre el orgullo y la injusticia». Eso no lo escondió. Su cara lo describía perfectamente. Pero aún así volvió a tirar de pulcritud y se mordió la lengua. «Me tengo que quedar con lo que puedo controlar y lo que estamos construyendo y en eso no puedo hablar de estar feliz y contento, porque todos buscamos ganar por muy bueno que sea el rival, pero sí debemos centrarnos en que debemos seguir así».
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Romo admitió que a su equipo «le costó mucho entrar en el partido» y que curiosamente «el gol, otros días te ayuda a estabilizarte y hoy -por ayer- nos ha ayudado a ponernos por delante, pero sin sensación de controlar». Sin embargo, «en la segunda parte nos hemos ajustado mejor y hemos aprovechado las ocasiones para llegar».
El míster señalo, muy a su pesar, que «el orgullo es muy importante, pero no es suficiente para ganar». «Hay que ser profesional y serio y seguir avanzando en el camino», concluyó el entrenador racinguista dando carpetazo a la polémica.
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Pero era lógico, las preguntas versaron siempre sobre lo mismo. «Es interpretable. El Alavés verá todo a su favor y nosotros al nuestro», explicó Romo que apuntó con ironía algo más. «Si nos favorecen no decimos nada y si nos perjudican lo decimos. Voy a mantenerme neutral, como Suiza».
No queda otra que pensar en el sábado y el partido de Andorra donde «se recupera a Pombo y vamos a ver si llega Matheus Aiás». Romo señaló que «el parón de la semana que viene nos permitirá tener diez días más». Finalmente admitió que «lo emocional prima mucho y cuando estás celebrando un gol y luego te lo anulan puede enrabietarte o hacerte cometer fallos».
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