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Alex Txikon paraliza los trabajos en el Manaslu como muestra de respeto a Sergi Mingote

luto en el alpinismo ·

Todos los miembros de la expedición retornan al campo base y se preparan para una pequeña ventana de mal tiempo que les mantendrá parados hasta el jueves

Fernando J. Pérez | L. mena

Campo base del Manaslu

Lunes, 18 de enero 2021

El plan era terminar de equipar la ruta del Manaslu hasta el campo 2 (6.500 m.) pero a primera hora Alex Txikon dio la orden. Todos para abajo. El día había amanecido con algo de viento, pero no como para anular las operaciones previstas. Simone Moro tampoco se movió del campo base. ¿El motivo? Alex lo explicó cuando llegó al campo base. «Creo que al día siguiente de la muerte de Sergi Mingote en el K2 se merecía una pequeña muestra de respeto por nuestra parte. Ha sido nuestro modesto homenaje a un buen amigo que murió intentando hacer realidad sus sueños», explicó.

Esta decisión altera los planes de la expedición, que pretendía terminar ayer su primera rotación de aclimatación y tener equipada la ruta hasta el campo 2. Aunque tampoco es un quebranto especialmente grave. Será un día más de descanso a los tres obligados que les esperan entre el hoy y el miércoles por un pequeño frente que va a cruzar sobre el Manaslu. Eso sí, nada grave. Dejará apenas entre uno y dos centímetros de nieve antes de volver el buen tiempo a partir del jueves.

Las noticias sobre el K2 llenaron buena parte de la jornada del sábado. Primero por las informaciones que hablaban de que había en marcha un ataque a cima por parte de un potente grupo de 10 sherpas, que pese a algunas noticias contradictorias, seguía adelante bien entrado el sábado. El día se animaba. Escuchar los comentarios de alpinistas como Alex Txikon y Simone Moro ante un hito histórico como el de hollar esa cumbre por vez primera en invierno es simplemente apasionante.

Imagen dek equipo de sherpas nepaleses que han logrado la primera ascensión del K2 en invierno. afp

Diez sherpas nepaleses lograron la primera ascensión del K2 en invierno el día que murió Mingote

Un equipo de alpinistas nepaleses consiguió este sábado la primera ascensión invernal del K2, la segunda cima más alta del planeta (8.611 m), uno de los grandes mitos del alpinismo que no pudo lograr el español Sergi Mingote, que falleció en el intento.

«Estamos orgullosos de hacer historia y demostrar que la colaboración, el trabajo en equipo y una actitud mental positiva permiten superar los límites de lo que creemos posible», aseguró en su cuenta en Instagram Nirmal Purja, que formaba parte de la expedición.

Este ex soldado de las fuerzas especiales británicas, que coronó en 2019 los catorce «8.000» con oxígeno y en seis meses y seis días, era el líder de este equipo con Mingma Gyalje Sherpa, otra estrella del alpinismo nepalés.

Los diez nepaleses habían previsto juntarse poco antes de llegar a la cima del K2, situado en la cordillera del Karakórum en Pakistán y considerada una de las montañas más peligrosas del mundo, para coronarla juntos y plantar la bandera de Nepal.

Conocidos desde hace décadas por sus habilidades en la alta montaña, ningún escalador nepalés había conseguido hasta ahora ascender durante el invierno a una cima de más de 8.000 metros, una especialidad reservada a los polacos durante años.

La hazaña de este sábado se celebró en Nepal. «Es una fantástica noticia. Durante décadas, los nepaleses ayudaron a los extranjeros a ascender a las cimas del Himalaya, pero no recibimos el reconocimiento que merecemos», declaró a la AFP Kami Rita Sherpa.

«Es maravilloso que hoy en el K2, diez nepaleses hayan hecho historia y hayan demostrado nuestra valentía y nuestra fuerza», agregó el hombre que escaló 24 veces el Everest, un récord. La asociación de alpinistas del Himalaya de Polonia felicitó a sus colegas nepaleses, quienes «más lo merecen».

Pero cuando se esperaba la confirmación de la cumbre de los sherpas todo cambió. Simone Moro recibió una llamada. El rictus que tomó su rostro anunciaba que lo que le estaban contando al otro lado no eran buenas noticias. Colgó el teléfono y la frase cayó como una losa en el domo comedor. «Sergi Mingote ha sufrido un accidente bajando del C-1 al Campo Base y está herido. Me han pedido que les ayude en las gestiones para agilizar el rescate con los helicópteros».

Desde luego, habían ido a dar con la persona adecuada para lograr ese objetivo. Simone Moro, experto piloto de helicóptero, conoce a todas las personas y organismos necesarios para agilizar un rescate en el Himalaya o el Karakorum, sobre todo en este último, donde los rescates siguen militarizados.

Es, por ejemplo, amigo personal de Rashid Ullah Beg, el piloto paquistaní que arrancó literalmente de la pared Nanga Parbat a Tomaz Humar en 2005 en un rescate 'long line' que entonces se consideró histórico. Rashid es hoy general en el Ejército pakistaní y uno de los responsables de la firma paramilitar responsable de los rescates, que solo pueden hacer ellos al ser considerado el Karakorum 'zona de guerra' por Pakistán.

Sergi Mingote en una foto del día 6. TWITTER

Desaparecido en el Broad Peak

Mientras tanto, parece que las desgracias están decididas a cebarse con las expediciones invernales del Karakorum. A la muerte el sábado de Mingote en el K2 hay que sumar la desaparición de uno de los dos integrantes de la cordada que pretendía escalar el cercano Broad Peak (8.047 m). Se trata del estadounidense Alex Golfarb. Se encontraba aclimatando en el Pastore Peak, una cumbre de 6.209 metros de altitud que se encuentra justo enfrente del Broad Peak.

Su compañero, el húngaro Zoltan Schlanco, dio la voz de alarma inmediatamente al campo base del K2, que se encuentra a unas pocas horas del CB del Broad. El primero en acudir al auxilio fue John Snorri, que se encuentra ya en la montaña buscando al estadounidense.

Campamento base de Mt K2, en la región de Gilgit-Baltistan en el norte de Pakistán. AFP

Un reto desde 1954 en el que han perdido la vida más de 80 montañeros

Pico mineral de líneas elegantes en la frontera con China, el K2 era la última de las grandes cimas del planeta en resistirse a los esfuerzos humanos en invierno. Los italianos Lino Lacedelli y Achille Compagnoni fueron los primeros en coronarlo en el verano de 1954.

Desde el primer intento en 1987-1988, solo se llevaron a cabo un puñado de expediciones invernales en esta montaña de 8.611 metros, situada en el macizo del Karakórum. Pero ninguna de ellas superó los 7.650 metros.

En esta cima conocida como la «montaña salvaje» y el más septentrional de los 8.000, los vientos pueden soplar en invierno a más de 200 kilómetros por hora y las temperaturas caen a menos 60 grados centígrados.

El invierno es más duro en el Karakórum que en el Himalaya, algo que explica que la mayoría de cimas nepalesas de más de 8.000 metros consiguieron coronarse en la estación más fría del año solo a partir de los años 1980.

Los riesgos son múltiples en el K2, donde más de 80 personas han perdido la vida a lo largo de los años. El español Mingote se hallaba en un campamento de altura y al bajar hacia el campamento base se hirió en una pierna, falleciendo posteriormente, informó su equipo.

Este año al menos cuatro equipos diferentes que suman alrededor de 60 escaladores, empezaron a ascender el K2, una cifra superior al todas las expediciones precedentes en su conjunto.

Los nepaleses, miembros de tres de los cuatro equipos, se reagruparon el viernes para fijar las cuerdas fijas hasta el campo 4, situado a unos 7.800 metros de altitud, antes de aprovechar un momento de buen tiempo, sin viento, para atacar la cima el sábado.

En esas condiciones meteorológicas óptimas, superaron las últimas dificultades técnicas, entre ellas el temido canal estrecho conocido como «Bottelneck» (Cuello de botella), donde 11 personas perdieron la vida en agosto de 2008.

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