Siete formas de ver Torrelavega

Dan lluvia, así que unos miran al cielo y comentan la previsión; otros, buscan un coche que delate a los últimos en llegar. Nadie mira a la puerta, así que nadie ve llegar a la nueva apuesta del PP, Miguel Ángel Vargas. «Estaba dentro, que he llegado con tiempo», sorprende. Roberto García Corona (Vox), cuyo grupo se quedó a un puñado de votos de obtener representación hace cuatro años, se niega a 'llegar tarde' otra vez y aparece justo a tiempo: «¿Tú tampoco tienes mascarilla?». Todos se saludan y charlan de todo menos de política. A un lado, Vargas, Gómez Morante y Peláez; al otro, Ricciardiello y García Corona. Urraca, más callado, rompe su silencio para teorizar: «¿Qué, ya estáis pactando?». Ese clima cercano tan de Torrelavega, por momentos una ciudad pequeña y por otros un pueblo grande, es el que se encuentra a su llegada Javier López Estrada (PRC). De los siete, el aspirante a reeditar la Alcaldía y Urraca son los únicos que acuden a la cita con jefes de gabinete o compañeros de partido.

Salvo para la foto, esas parejas no se despegarán ni para subir hasta la planta 11. «Miguel Ángel es el más joven, puede ir andando», bromea García Corona. Arriba, la vista de Torrelavega desde las alturas inspira la vena propositiva de los cabezas de lista, que se dispersan por la azotea para observar su ciudad. Son siete maneras de ver el panorama. El diagnóstico es distinto, pero no tanto sus recetas, tan centradas en los grandes planes -soterramiento, La Lechera, el Conservatorio- como en la vivienda, las familias, la industria, el empleo y el comercio. Estas últimas cotizan cada vez más alto en la Torrelavega de 2023. Y López Estrada está convencido de haber cumplido los compromisos más urgentes. «Todos los grandes proyectos están en marcha. Creemos que merecemos los próximos cuatro años para finalizar este proyecto de ciudad».

Su actual y quién sabe si también futuro socio, Urraca, quiere hacer sus declaraciones con la chimenea de La Lechera al fondo. Su transformación es, para él, uno de los hitos reveladores del trabajo del PSOE en la ciudad, aunque hay prioridades inaplazables: «Tenemos que centrar todos los esfuerzos en desarrollar suelo industrial, atraer empresas, fomentar el empleo y favorecer al comercio y la hostelería».

Entre tanto, Vargas lleva un rato mirando las vistas de la ciudad. «Se ve bien, pero nos gustaría verla mucho mejor», empieza, antes de reducir a «nada relevante» la labor del último equipo de gobierno. «Es importante desbloquear los proyectos para habilitar suelo industrial, atraer empresas y establecer un marco de apoyo al comercio», propone, antes de sumar a su agenda «planes de vivienda, una revolución fiscal para familias y la movilidad».

La lectura de Vargas no es tan distinta a la de Ricciardiello: «Lo que queremos fomentar es el negocio, más ayudas a las familias y el empleo. Hemos creado cero espacio industrial», extrae el aspirante centrista, uno de los más activos de la carrera electoral. A nada que tengan representación, puede ser claves el y también Gómez Morante, que se reconoce atónita ante unos PRC y PSOE que piden otro mandato de confianza: «La ciudad ha cambiado poco. Los compromisos adquiridos no han generado expectativas en infraestructuras e inversiones».

Coincide en ese diagnóstico Borja Peláez, uno de los aspirantes más reservados en esta foto de familia. «La gente lo está pasando mal. Queremos dar soluciones a todos estos problemas y contar con la gente». Y no por ser políticamente opuestos, otro que se estrena, García Corona deja de coincidir en esa tesis. «La situación es complicada. Queremos pensar la ciudad de otra manera, salir de esta dinámica negativa para que Torrelavega vuelva a ser la gran ciudad que siempre ha sido», receta.