Borrar

Laura Dern y su madre, Diane Ladd Confesiones en familia «Me dijeron que a mi madre le quedaban tres meses de vida... Y decidimos hablar»

Un diagnóstico aterrador puso a Laura Dern y a su madre, la leyenda de Hollywood Diane Ladd, en una situación límite. La afrontaron caminando y hablando. Y de aquellos paseos surgieron unas confesiones extraordinariamente sinceras que ahora han convertido en libro. Invitan a todos a practicar el método... antes de que sea tarde.

Viernes, 26 de Mayo 2023, 11:29h

Tiempo de lectura: 7 min

Hace cuatro años, un médico le notificó a Laura Dern que su madre padecía una grave fibrosis pulmonar y que le quedaba poco de vida. Seis meses, quizá tres. Diane Ladd tenía entonces 83 años. «Pero el médico se lo dijo a ella antes, a mis espaldas», cuenta Ladd hoy. Estamos en la casa de Laura Dern, de 56 años. Madre e hija están sentadas en el sofá. «El médico me pidió que saliera al pasillo con él –retoma Laura–. Y me dijo que mi madre estaba muriéndose. Rompí a llorar».

alternative text
'Hollywood style'.Diane Ladd, que hoy tiene 87 años, y su hija Laura, de 56 en una foto de 1980.

«¿Y cómo se atrevió a decírselo a mi hija antes?», comenta Ladd, una mujer esplendorosa, una veterana de Hollywood, con tanto encanto como fuerza. Ambas se hundieron con la noticia. Ella achaca ahora la enfermedad a los pesticidas usados a mansalva en las granjas industriales cercanas a su barrio de Los Ángeles, tan dañinos para los pulmones que le costaba respirar. «Fibrosis pulmonar idiopática», fue el diagnóstico final.

A pesar de la noticia, el médico dio a Laura Dern un atisbo de esperanza. Si lograba sacar a su madre a pasear para que ampliara su capacidad pulmonar, eso mejoraría sus niveles de oxígeno... y quizá no todo estuviera perdido. Eso sí, Diane tenía que caminar quince minutos al día, ni uno menos. Así que Laura tuvo que convencer a su madre, lo que no era fácil. Para entonces sufría fuertes dolores con solo dar unos pasos.

alternative text
Tal para cual. Diane Ladd con su hija Laura en una secuencia de Corazón salvaje. El director, David Lynch, advirtió a los hijos de Laura que esperasen unos años para ver la película. «No porque veáis a vuestra madre desquiciada, sino ¡para no ver cómo se las gasta la abuela!».

Dern aprovechó esos paseos para preguntarle sobre todo lo que no sabía de su madre. Diane también era consciente de que quizá era la última oportunidad de sincerarse. «La mayoría de los padres miente a sus hijos por la simple razón de que quieren ser amados. Y lo mismo pasa con los hijos. Pero, como las dos pensamos que me quedaban cuatro días, nos lo contamos todo».

Los paseos organizados por Laura surtieron un efecto milagroso, y Diane no se murió. Superada la enfermedad, ambas decidieron transcribir sus conversaciones, que Dern había grabado con el móvil, para poder compartirlas con sus hijos (Ellery, de 21 años, y Jaya, de 18). «Una persona conocida sugirió que tendríamos que compartirlas con todo el mundo y dijimos que sí –cuenta Dern–. Somos muy reservadas, pero pensamos que podrían inspirar a otros a aprovechar el tiempo y hacer las preguntas necesarias».

alternative text

«Antes de que sea demasiado tarde», incide Ladd. El libro se titula Honey, baby, mine ('Mi dulce cariño' podría ser la traducción), sacado de una canción de Woody Guthrie de los años cuarenta, la nana predilecta de Laura cuando era un bebé. En el libro hablan de sus infancias, sus carreras, sus divorcios, la ruptura del compromiso de Dern, que al parecer no fue tal... Esto es lo que escriben al respecto:

DIANE: Tú también lo has pasado mal. Por ejemplo, cuando ibas a casarte con...

LAURA: Mamá, déjalo. No quiero volver a oír el nombre de ese individuo, y me cuesta creer que hagas caso a ese rumor. Ni loca me hubiera comprometido con él. No haces más que repetir los chismes de la prensa sensacionalista. Cada vez que leo un artículo sobre mí, me entero de que él y yo estuvimos a punto de casarnos. También se dice que John Cusack y yo vivimos una historia de amor, cuando ni nos hemos besado.

(El supuesto prometido era Billy Bob Thornton, de quien se dijo que había dado calabazas a Laura Dern para casarse con Angelina Jolie en 2000). También se habla del padre de Laura, el actor Bruce Dern, del que Diane se divorció, entre otros motivos, por sus infidelidades.

Madre e hija hablan por primera vez de la muerte de la hermana de Laura a los 18 meses, ahogada en una piscina. «Supongo que fui una hija sustituta. Sentía que tenía una responsabilidad extra»

Y también recoge la única conversación que madre e hija han tenido sobre la pequeña Diane Elizabeth, que falleció a los 18 meses como consecuencia de un accidente (se ahogó en la piscina), antes de que su hermana Laura viniera al mundo. Dern confiesa: «Supongo que fui una especie de hija sustituta. Me decía a mí misma que tenía una responsabilidad especial, que os lo debía –a ti, a papá y a la abuela–, que tenía que hacer lo posible para que no volvieseis a sufrir un dolor tan espantoso».

Como es de esperar, el libro está repleto de anécdotas. Por ejemplo, cuando Pedro Almodóvar besó los pies de Diane Ladd en la ceremonia de los Globos de Oro o cuando la veterana actriz fue con su mejor amiga, la también actriz Shelley Winters, a la casa de Norma Mailer. Al encontrar el domicilio vacío y «lleno de polvo», se pusieron a limpiar. Hasta darse cuenta de que lo que había era cocaína por todas partes.

alternative text
El éxito familiar. Diane Ladd ha estado nominada al Oscar tres veces y ha ganado un Globo de Oro.

Diane Ladd nació en 1935 en Laurel (Misisipi). Era hija única, de un ama de casa y un veterinario que comercializaba piensos. Su familia no tenía que ver con el espectáculo. «Yo iba para abogada –me cuenta–. Tenía una beca para la universidad. Pero Dios no me había llamado por el camino del Derecho.

Quería ser actriz desde que tenía 6 años. Pero ¿cómo conseguirlo cuando vives en Misisipi y tu padre se gana la vida vendiendo piensos? Lo tienes mal, claro. Eso sí, tenía otro primo que estaba metido en el negocio: Tennessee Williams». El dramaturgo era primo lejano de Ladd. Tan lejano que la actriz no lo conoció hasta que con 17 años le imploró que fuera a verla trabajar en una obra en un minúsculo teatro neoyorquino. Diane tenía claro que la asistencia de su célebre pariente sería buena publicidad. Y así fue.

alternative text
Chicas de oro. Laura Dern (en la foto en su papel de Big little lies) ganó una estatuilla de la Academia por su papel en Alma salvaje en 2014.

A diferencia de su madre, Laura creció en Los Ángeles, hija de actores famosos. «Mi experiencia es la opuesta a la de mi madre. A veces me pregunto qué habría pasado de no haber crecido en una familia de actores. ¿Me las habría arreglado para ser actriz? No lo sé». «Hay cosas que están escritas», interviene Ladd. A los 6 años, Laura hizo de extra en Los traficantes (protagonizada por su madre). A los 18, David Lynch la seleccionó para protagonizar Terciopelo azul. Y así hasta hoy, sin dejar de trabajar en ningún momento.

Sin embargo, en el libro parece que Ladd no quería que su hija siguiera sus pasos.

LAURA: ¿Y ahora qué me estás diciendo? ¡Por favor! Sí que querías que me hiciera actriz. Te ponías contentísima cada vez que me salía algún papelito...

DIANE: Nada de eso, Laura.

LAURA: ¿Qué te preocupaba?

DIANE: ¡Por Dios, Laura! ¡Tener que lidiar con el rechazo! ¡La inseguridad constante!

Dern también habla de «la gente peligrosa» que puebla el mundo del cine. Ambas tienen experiencia sobre eso. «Cuando eres joven, te mueves entre el mal sin darte cuenta. Si tienes suerte, tu ángel y tu karma te protegen –dice Ladd–. Me pasó en Nueva Orleans cuando tenía 16 años y empezaba a hacer mis pinitos en el teatro. Alguien se fijó en mí y me tuve que ir de la ciudad. Una larga historia... Algo después estuve trabajando en Las Vegas como corista. Era lo que se llamaba una Copa girl, ¡una tía buena del Copa!».

La carrera de Diane despegó cuando convenció a su primo lejano, el ya famoso Tennessee Williams, de que acudiese a verla en una función de teatro para publicitar la obra

El Copa era un club legendario, famoso por sus bailarinas. «Allí estabas protegida. Pero siempre había quien insistía en invitarte a su mesa. Si alguno se ponía pelma, aparecía un tiarrón que se encaraba con él. Te protegían porque había gente muy rara pululando alrededor». «Yo creo que eso pasa en todas las industrias –tercia Dern–. Los que están arriba abusan de su poder. Todas en algún momento nos hemos encontrado cerca de hombres peligrosos de verdad».

«Y la cosa no se reduce a los hombres –puntualiza Ladd–. Una de las peores personas que conocí era una señora que, cuando llegó a lo más alto, resultó ser peor que cualquier hombre que yo hubiera conocido». ¿El dinero es importante? «Solo debes preocuparte por el dinero cuando el tipo que hace el mismo trabajo que tú cobra quince veces más de lo que te pagan a ti», considera Dern.

alternative text
87 años y nadando...Laura Dern colgó esta foto con su madre el día de su 87 cumpleaños. «Eres mi inspiración y mi compañera de natación favorita», escribió.

«A los hombres siempre les pagaban más –cuenta Ladd–. Un día, Marlon Brando me preguntó en qué invertía mi dinero. Me lo quedé mirando y dije: '¿Sabes lo que me pagaron por Alicia ya no vive aquí? Cinco mil dólares por todo el rodaje. Has oído bien, sí'». Ha llegado el momento de hablar de Mary Garey, la peculiar madre de Diane, que cuidaba de Laura cuando ella estaba de rodaje. Una señora de armas tomar que en la tercera boda de Ladd (con Robert Hunter, su marido actual) le regaló a su hija ya cincuentona un salto de cama en raso negro con los bajos adornados con pieles. «Las pieles son para que tengas el cuello calentito», comentó la madre, octogenaria. Garey murió en 2002. ¿Qué hubiera pensado de este libro?

«Se sentiría orgullosa –responde Dern–. Aunque se quejaría por no salir en la portada».


© The Times Magazine


MÁS DE XLSEMANAL