Por un 2021 cargado de resilencia, sentido común y responsabilidad
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Hoy os invito a reflexionar y centrarnos en algunos de los valores esenciales para afrontar unas fiestas atípicas sin que nos pasen una factura a nivel físico emocionalUn año más nos ha llegado el momento de desempolvar el baúl de la decoración navideña, pero este año es diferente. Unas navidades que se presentan distintas, unas fiestas en las que hemos de valorar el verdadero sentido del amor por los nuestros. ... La pandemia que nos ha tocado vivir, nos ha cambiado el tiempo presente, nos toca ser resilientes, aplicar el buen sentido común y la responsabilidad individual del verdadero amor por nuestros seres queridos. Esos son valores humanos, que ahora más que nunca hemos de tener presentes.
Es comprensible que en nuestras mentes se citen pensamientos y sentimientos encontrados. Por una parte, la necesidad de ver a los nuestros, de querer celebrar juntos el momento especial de la navidad, de la necesidad de abrazar y respirar a ese familiar querido que llevamos tiempo sin sentir el calor de su mirada y el arropo de su abrazo. Pero por otro lado, está la voz interior de si será lo correcto o no, de que lo más prudente sería el esfuerzo de celebrar la navidad de otra forma y aplicar la responsabilidad del esfuerzo de cuidarnos y respetar la salud de nuestros seres más queridos por encima de satisfacer el deseo inmediato de esa emoción que nos mueve a dejarnos llevar solo por el instinto del afecto y del contacto directo, pensando que ese es el verdadero amor.
En esta ocasión, os invito queridos lectores a reflexionar y centrarnos en algunos de los valores esenciales para afrontar unas fiestas atípicas sin que nos pasen una factura a nivel físico emocional. Estos valores humanos que he escogido en esta ocasión son: la capacidad de aceptación, la paciencia, el sentido de la responsabilidad desde el más profundo amor y la esperanza. Todos ellos están presentes en cada uno de nosotros y nos facilitan manejar el poder interior de hacer lo correcto y saber sobrellevar unas navidad en las que la ausencia de los abrazos, los besos, las risas en grupo y el tener que reducir nuestro grupo de contactos será el mejor de los regalos que podremos hacer a nuestros seres más queridos.
La capacidad de aceptación te proporciona el manejar los sentimientos encontrados y permite abrirte a ser más flexible, a poder pensar en lo más adecuado en base a tus circunstancias, a tomar las decisiones apropiadas que te llevarán a sentir que has estado haciendo lo correcto. Por ejemplo: puede que en tu caso estas navidades el mejor regalo y muestra de amor que les puedes hacer a tus padres ya mayores, es el de que mantengan su 'burbuja anti-covid' celebrando las fiestas en calma y sin visitas que puedan poner en riesgo un futuro en el que os podáis juntar, abrazar y disfrutar juntos de tiempos futuros mejores.»
En ocasiones son nuestros mayores los que insisten en juntarse sin reflexionar sobre el peligro, en nuestra mano está el hacerles ver que en estos tiempos la mayor muestra de respeto y amor es ser prudentes y cuidar nuestra salud para en un futuro cercano celebrar por todo lo alto estar juntos.
Ser pacientes es uno de los mejores componentes en los tiempos que vivimos. La paciencia te permitirá controlar la impulsividad y valorar los pros y los contras de tomar ciertas decisiones para finalmente hacer la mejor elección.
Nadie mejor que tú conoce la situación de salud y bienestar en el que se encuentra tu familia en estos momento. Siempre se ha de pensar en el bien de todos y si este año toca tener paciencia y mantener alguna de las sillas vacías durante la cena y comida de navidad, recuerda que estás haciendo lo mejor por la salud de los tuyos para que en las Navidades venideras puedas disfrutar de ver esas sillas con su presencia. La paciencia te enseña a mejorar la capacidad de esperar y te revela el conocimiento de que lo que vivimos es temporal y la recompensa merece la pena.
El sentido de las responsabilidad desde el más profundo amor: ya al comienzo de la pandemia, se nos ha apelado a la responsabilidad individual, todo somos conocedores del significado de esas palabras, pero ahora más que nunca por Navidad seamos consecuentes en aplicar dicha responsabilidad desde nuestro amor más profundo, no solo por los nuestros sino por respeto a la grandeza del ser humano. Recuerda: pon la mascarilla y sonríe con el brillo de la mirada, abraza sin abrazo con el respeto de cuidar la distancia y mantén el virus a raya con la mayor higiene a tu alcance. Sin olvidar el resto de medidas a aplicar si nos vamos a reencontrar con los seres queridos.
La esperanza es uno de los valores que nos permite mantener un estado de ánimo incombustible, centrado en lo que deseamos y en lo que nos agarra a la vida. La esperanza en estas Navidades presentes ha de ser tu valor estrella, ese valor que guíe tu esfuerzo por superar estos momentos y que marque la ilusión de confiar en que quedan muchas Navidades por delante. La esperanza te ayuda a tener mente y corazón unidos en saber aceptar el momento presente, en ejercitar la paciencia ante la adversidad del momento y en aplicar la responsabilidad individual en tiempos de covid. Porque aunque tengamos una Navidad que no es la más deseada, consigamos entre todos que sea una Navidad que brille por la esperanza.
¡Queridos amigos de Cantabria DModa, que la esperanza sea la estrella que ilumine vuestra Navidad!
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