El cántabro 'espía' a su novia en 'La Isla de las Tentaciones' y termina emocionado

Capítulo 5.4381 de la historia de amor de Diego y Lola. El cántabro y su chica se han convertido en una de las parejas más controvertidas en esta tercera edición de 'La Isla de las Tentaciones'. Ambos aseguran tener claros sus sentimientos mutuos, pero luego en la dinámica del programa se 'confunden' con facilidad. Las novedades que el espacio de Telecinco va introduciendo ayudan a los espectadores a echar más leña al fuego o todo lo contrario. Así ocurrió en esta quinta emisión, cuando Sandra Barneda ofreció al bando de los chicos ver en directo la señal de la casa de sus enamoradas. Tras debatirlo, Diego fue el afortunado y pudo ver cómo actuaba Lola en su villa. En realidad, las imágenes que correspondieron al 'directo' sirvieron para apaciguar sus dudas y descubrir el lamento de su chica. Aunque hay más imágenes…

El programa empezó con la 'hoguera' pendiente de Lola, muy afectada. Unas duras declaraciones de Diego sorprendieron a la leonesa. «Menos mal que no tuve un hijo con ella. No tiene un duro», espetaba. El santanderino hablaba a sus compañeros de la idea común de ser padres, pero iba más allá y barajaba que en situación de separarse «tengo que pagar todo lo del hijo. Así que hay que brindar porque el destino estaba escrito», aseguró. Al tiempo, se veía a una Carla muy decidida a tener cita con James Lover, «cuando algo se me mete en la cabeza lo quiero cumplir». Él fanfarroneaba, «porque me he cortado, me hubiese liado con ella. Yo los combates los gano por k.o. siempre y aquí no voy a perder», aseguraba. Su chica se revolvía. «De todo esto me quedo con lo referente a mi persona. Soy una mujer muy trabajadora. Creo que él no me ha tenido que pagarme un duro nunca, jamás. Soy independiente, en ese sentido. Siempre me he pagado todo yo», explicaba a Barneda. «Eso me ha parecido muy bajuno», repetía por los comentarios económicos.

Según la auxiliar de veterinaria, el cántabro «está actuando así por venganza, por dejarme mal. Jamás pensé que iba a decir algo así de mí porque no me considero una pobre diabla que no tiene de dónde caerse muerta. ¡Qué mal! ¿De qué va? No soy materialista ni nada, soy lo más humilde del mundo», exponía. Su indignación era considerable. «Déjame mal en otro terreno que tengas razón, pero en ese… He estudiado para trabajar en ello», se defendía. En otro vídeo su chico hablaba sobre compartir aficiones deportivas en pareja, mostrando su afinidad con Carla. Ella le cuestionaba sobre su seguridad al abrirse, «lo hecho, hecho está. Te lo juro por mi sobrino», afirmaba.

Y volvía a mostrar rencor en sus palabras hacia Lola, «siempre digo que el que ríe el último, ríe mejor y yo siempre río el último». Ella valoraba las imágenes como «todo el rato orgullo y más orgullo. Sé que es por despecho, venganza, rencor. Lo sé de sobra», comentaba en la 'hoguera'. La presentadora fue directa y preguntó, «¿crees que te ha dejado de querer?». «Yo no le he dejado de querer, Sandra. No te lo puedo contestar, sabía que iba a actuar así. Le conozco como si le hubiera parido», contestó emocionada. Lola exponía que «por una vez en la vida, alguien que ni me conocía, en cuatro días, me ha puesto por encima de algo que él no ha hecho en tres años», refiriéndose a Simone.

Entre Diego y Carla, «no sólo afinidad, también tensión sexual», corroboran ambos. «Estas cosas cuando tienen que llegar, llegan… Tampoco me gusta todo desde el principio, al final va a ser siempre es lo mismo…», decía la rubísima. Aunque completaba su argumento, «te estoy diciendo esto y dentro de una hora te estoy dando un beso». «Ojalá», respondió rápido él. En las imágenes se mostraban encuentros nocturnos en los que la 'influencer' aseguraba a Diego, «me estás poniendo nerviosa». «El beso no es nada malo. Si dos personas se gustan…», coqueteaba él. «Tú tranquilo, no tengas prisa, todo llegará. Me pone nerviosa porque me gustas. ¿No te sientes como un niño pequeño?», le preguntaba. Él asentía, «pero me gustas» y llegó el beso. La reacción de Lola fue sorprendente. «Me ha aburrido, es una conversación de besugos. Lo único que querían eran morrearse a lo guarro y punto», aseguraba.

Aunque poco después lo pensaba y decía que «para mí es muy fuerte. Creía que mi relación era perfecta y venir aquí y verlo con tus propios ojos y sentirlo en tu propio corazón que no lo es… Es duro hasta que lo asimilas». Es más, se mostraba tajante, «me llevo una decepción. Él ha decidido ser libre ni siquiera tener una conversación conmigo. Que Diego haga con su vida lo que quiera». En ese momento Barneda explicó el ritual del 'collar del veto', por el cual podían elegir una soltera que no tendría cita con los chicos. Después de debatirlo, «Carla», dijo Lola decidida. «Ella sí que quiere vetarla, la entiendo para ver cómo él reacciona y se para a pensar», comentaba Lara, la gallega novia de Hugo, 'exgranhermano'. «A ver si entiende el mensaje y se arrepiente un poco, pero lo veo difícil», aseguraba la auxiliar de veterinaria.

Al llegar a la casa tras su 'hoguera', Diego comentaba que había tenido «una de cal y una de arena». «¿Estás bien?», preguntaba Carla. «Sí, sí», insistía el joven. Por su parte, Lola contaba su 'drama', «Diego de mí ha dicho que soy una muerta de hambre, que no ha tenido un hijo conmigo porque iba a pagar los pañales». «¡Qué palabra más fea!», apuntaba Simone. «¡Estoy flipando!», se quejaba al grupo mientras añadía que el muchacho se había «liado con Carla». En la otra villa, era momento de dormir y Diego y Carla volvían a besarse. «Buenas noches, a ver qué soñáis», decía el santanderino. «En cosas buenas», respondían las chicas.

La dinámica continuó al día siguiente con Sandra comunicando a las chicas que el 'tentador' vetado era Rubén. Era el momento de escoger a su soltero favorito para la siguiente cita. Lola no titubeó, «quiero seguir teniéndolas con él siempre… Es el que me hace estar a gusto, ser yo, estar bien… Todo, él lo sabe…». No hizo falta que dijera su nombre y Simone ya había dado un paso adelante. «Espero reírnos más, siempre todo es muy pasional, sentimental. Necesito un poco de alegría», le advertía. El italiano se «lo esperaba, la conexión es increíble. Me está cambiando como persona, nunca me he enamorado en mi vida, puedo sentir algo», soltó de sopetón.

«Cuando oyes la palabra enamorar te suena un poco fuerte. El pobre no se expresa bien en español», serpenteaba la leonesa. Además, las chicas tuvieron que eliminar a dos 'tentadores' y los señalados fueron Iker, policía local de Álava, que se mostraba «contento con la experiencia que he vivido, me llevo amigos»; el segundo nombre fue el de Imanol, «la afinidad ha sido más de amistad, disfrutarlo muchísimo», decía al despedirse este hostelero madrileño. Las chicas, eso sí, dijeron que echarían mucho de menos sus consejos.

El ritual se repetía del lado contrario con un Diego que se mostraba «mosqueado, pero tranquilo. Al fin y al cabo, no soy yo el que ha dado el primer paso de pasar ciertos límites». Los chicos tuvieron que elegir citas, pero antes descubrir qué soltera era la vetada. «Como Lola está como medio arrepentida, medio no, quizá quiere poner freno a lo que haya visto entre Carla y yo», decía el cántabro. No podía dejar de especular, «si se lo ponen a Carla… me va a gustar, en parte, como que es un mensaje de Lola hacia a mí y todo en la vida se puede recuperar de nuevo». Sandra comunicó que era Carla.

«Sinceramente, tener este collar me da a entender que me tienen miedo. Voy a ver la parte positiva, que creen que puedo ser la 'tentación' de Diego y lo que no me pueden vetar es el estar con él en la villa aprovechando los ratos. Es lo que voy a hacer», aseguraba la chica 'Divinity'. «Lola sí que tiene motivos para estar preocupada porque el 'feeling' que tengo con Diego es inevitable verlo a kilómetros», añadía. Diego corroboraba su idea, «está arrepentida del 'feeling' extremo que tuvo, de primeras, con el chico y es un mensaje que me manda. No tendré mi cita con Carla, pero yo no voy a cortar mi relación con ella en la villa. Sí que agradezco el gesto de que mi novia me mande una indirecta poniendo el collar a Carla», aseguraba.

El cántabro acaparaba minutos de emisión. «La cosa se complica porque cuando mejor estaba yo con Carla, ahora, de repente, parece como que Lola quiere echar el freno. No sé qué hacer», explicaba. Porque tuvo que dar un nombre para vivir la cita prevista. «Iba a elegir a Carla, pero obviamente prefiero tener la cita con una chica que creo que me puede poner contra las cuerdas, antes que coger a una chica que sé que no hay peligro ninguno», explicaba. ¿Su elegida? «Después de Carla la que más me gusta es Jennifer. Yo he sido sincero, no es tanto 'feeling', pero me atrae».

La joven canaria mostraba su malestar. «Sinceramente, me parece un poco feo porque soy su segundo plato, pero es su decisión», comentaba. Diego trataba de calmar las aguas. «No es que no me gustes. He conocido a Carla y he sentido quizá algo más atracción. Podía haber quedado bien, me callo… pero he preferido decir que venía con la idea de dar la cita a Carla», se defendía. Pese a su queja, luego la joven parecía encantada de la elección. «Me alegra que le hayan puesto el collar a Carla, porque así voy a tener la oportunidad de estar un poco más cerca y a solas con Diego».

También hubo nombres en el bando de 'tentadoras' que concluían su aventura. Hugo actuó de portavoz y nombró a Alba, «no llegamos ninguno a tener ni 'feeling' ni complicidad, pero nos cae bien a todos». La joven contó cómo había vivido la experiencia, «aquí sentí que no era yo, me daba rabia, soy súper extrovertida y estoy todo el día riéndome». Ella fue la polémica co-protagonista del cántabro en su videoclip, ese que provocó su única ruptura con Lola. Sandra quiso saber si le había perjudicado su historia con Diego, «viví una situación incómoda, al principio fue un bache». «Me ha gustado que Diego, al final, no tuviera ningún problema conmigo. Sólo que me voy con la pequeña duda de si podía haber tenido una conversación con él», añadió. El segundo descarte fue Bela, que agradecía a los chicos «haberme hecho sentir bien, aunque no me he podido abrir del todo», explicaba.

En la casa, Diego seguía dando vueltas al veto. «Es como un mensaje, ella me lo manda… Dije cosas, se me fue la pinza, frena con Carla», se explicoteaba. Su tentadora iba más allá, «¿por qué has dicho que te planteas el perdonarla?». Él seguía con su argumentario, «tú te calentaste y dijiste eso de mí, yo dije eso otro de ti», pensando en su chica. De su 'tentadora' tenía otra opinión. «Carla tiene motivos para estar 'rayada' porque, obviamente, cuando veo esa actitud de Lola hace que yo me frene un poco. Tengo en la mente a la persona con la que he estado tres años y medio», comentaba. No muy lejos de allí, las chicas jugaban en la piscina. Lola se apartaba con Simone, pero parecía algo incómoda. «Ya no le miro como le miraba, no le abrazo de la misma manera… No lo entiendo cómo no se da cuenta de eso», aseguraba.

«No puedo seguir abrazándole, mirándole ni sonriéndole, ni nada de nada… Él no se da cuenta de que yo estoy poniendo distancia», exponía ante las cámaras sintiéndose absorbida y agobiada por el italiano. De hecho, lloraba mientras se lo contaba a sus compañeras. «No me apetecía estar con él. Me abrazaba y yo estaba indiferente. Estoy a disgusto», decía. Entre confesiones, la leonesa comentaba que «no me he dado un beso con Simone porque no me sale. No me imagino otra boca que no sea la de Diego». Admitía su confusión, «creía que estaba sintiendo algo, pero es que me he dado cuenta de que me enamoré de Diego de cómo es él. Sólo imaginar que me ha dejado de querer, me parte el corazón. Yo le quiero. Ojalá pueda arreglarlo. Mi corazón me pide que luche por intentar solucionar lo que ha pasado aquí», zanjaba.

Los chicos jugaban y, de pronto, surgió la «silla del peligro», en la que Diego juego a pasarse el hielo/beso con Jennifer. «No me voy a pelear. Déjale un ratito con ella. Luego ya me lo llevo yo», decía Carla airada. «Las mujeres hacen conmigo lo que les da la gana», bromeaba el cántabro. En sus declaraciones se mostraba sincero, «me he dejado llevar, porque aunque esté pensando en Lola, tengo que abrirme y he aprovechado el juego hielo para dar dos besos a Jennifer». Los celos de Carla aparecieron. «¿Tú crees que después de todo y estamos como estamos… tienes que hacer esto?», preguntó al cántabro. «Me han sentado aquí...», se explicaba él en pleno frenesí frente a su despecho. «Te has besado dos veces, nadie se besa si uno no quiere. No lo veo muy normal», aseguraba la catalana. «¿Pero qué eres su novia?», preguntaba Jennifer. «No estoy hablando contigo, me interesa hablar con él», respondía su 'rival'. «Que ha sido un juego, si quieres lo hago contigo», aprovechaba el santanderino.

«Me he puesto celosa, porque Diego me dijo que no se iba a besar con ninguna chica de la casa porque no lo iba a sentir… Me molestó ver eso», explicó Carla. En otro foco de tensión, Lola se dirigía a Simone. «Tengo que hablar contigo una cosa. Estoy enamorada de mi pareja. Quiero a mi novio y quiero intentar arreglar mi relación y poner un poco de distancia. Necesito cariño, vivir…», pero quería que el italiano entendiera su situación. «No me lo esperaba. Una chica que de verdad te gusta y quiere distancia… Es normal que esté frío y no me acerque a ti», respondía. «No la veo sincera, no puede estar conmigo ni un segundo», añadía Simone advirtiendo que ya no estaría dispuesto a ser paño de lágrimas. «Entiendo lo que me quieres decir. Que no vuelva hacia a ti», decía Lola. Al resto de chicas les explicaba que «Simone no se ha tomado bien que le haya dicho que quiera poner distancia entre nosotros. Es lo único que quiero, arreglar mi relación con Diego».

Carla seguía con su 'mosqueo', «yo no me voy besando con la gente. Hemos hablado de que te gusto y ahora mismo me estás haciendo ya dudar». «Mi lengua no ha salido ni un momento», se defendía el deportista. «Carla se ha puesto celosa, es una cosa que no me gusta porque, al fin y al cabo, no es mi novia», aseguraba. «Si me gustan dos chicas, si beso a una la otra tampoco me tiene que recriminar de esa forma», zanjaba. Los besos de 'reconciliación' no tardaban en llegar y la joven se justificaba, «Diego tampoco es mi pareja he querido dejarlo pasar». En momento 'machotes', el cántabro bromeaba con la situación, «ayer a Carla, después de besar a Jennifer, le dije que nuestros besos son de verdad y lo nuestro es real». Todos vacilaban con el momento 'trío'. «Carla y Jennifer parece que ambas son mis novias, cada vez que hago algo una la otra se enfadada… Tengo un lío armado entre dos chicas», exponía el cántabro. Lejos de allí, Lola advertía que Simone estaba enfadado «como un crío. No me mira, no me habla. No voy a estar bien en la cita», adelantaba.

La tercera cita de chicos tuvo lugar en Punta Bonita y fue una sesión de buceo. «Espero que estés contenta por haberte dado la cita, aunque ya fui sincero y te dije no eras la primera opción. Yo estoy contento de estar aquí contigo», decía Diego a Jennifer. «Me agrada, pero me sentó un poquito mal. A nadie le gusta ser el segundo plato», contestaba. Eso sí, ante las cámaras se mostraba más contenta, «estar nosotros a solas, hablando un poco más de todo sin que nadie esté en medio, ¡me encanta!». «A pesar de que las dos te atraigamos y puedas tener una conexión con nosotras, supongo que Lola está primero», lanzaba la canaria.

«Ver las imágenes como que está arrepentida y el gesto que ha tenido vetando a Carla como pues vuelvo a pensar en ella, de nuevo», comentaba él. «¿Si hablan podría tener arreglo?», preguntaba la joven. «Necesitamos esa conversación. Se te vienen muchas cosas a la cabeza. Yo soy una persona muy rencorosa y vengativa, me cuesta mucho perdonar. También necesito que las chicas os pongáis en mi lugar», se sinceraba el cántabro. «Espero que estés bien y no te sientas mal por haber sido plan B, como tú dices. Además, el segundo plato es el que más llena», finalizaba la cita entre risas.

Otro destino paradisiaco, Playa Ballenas, fue el lugar donde las chicas tuvieron sus citas, una sesión de canoas. El mal rollo Lola-Simone era obvio. «Es incomodísimo. Está como una pared. Si intentas algo conmigo, no hagas eso», aseguraba la leonesa. Al final optó por hacer la actividad de forma individual, «mejor sola que mal acompañada». «Es otra persona, ha habido un cambio de repente, ni una mirada ni un cómo estás», decía Simone. Al llegar al punto encuentro ella tomaba la iniciativa, «imagino que te has dado cuenta he cogido la canoa yo sola. No quiero tener mal rollo contigo, pero he empezado a ver más defectos que me han molestado, agobiado, presionado… No tenía ganas de estar contigo», aseguró. «Tú tienes un papel», espetó el italiano. «¿Me dejas explicarme? Voy a ir poco a poco. He empezado de buenas manera, no he ido ofendiéndote», defendía. «No creo que eres sincera», soltó Simone.

Hizo alusión al momento piscina, «la gente me veía que estaba vacía, me absorbes… Simone, escúchame», vociferaba. No hubo manera, la joven se levantó y se fue. «Que yo le he confundido, lo sé. Me he dejado llevar, no he pensado en las consecuencias y lo entiendo. Le quería pedir perdón, pero no me escucha, no hace más que gritarme y ofenderme. No quiero una conversación de besugos, cojo y me largo», explicó. Al llegar a la casa él comentó que ella se había ido del encuentro llorando, «no quiero más citas con ella». «Lola ha jugado conmigo. Cada uno por su lado es lo mejor», aseguró. La versión de ella fue que su tú a tú había durado «treinta segundos o un minuto». Se sintió insultada, dijo que «era una mentirosa, estás actuando… He cogido y me he ido. Ahora le oigo y me molesta». «No me arrepiento, no tengo que aguantar que una persona que no es nada mío me grite y no me entienda», expuso.

Al llegar a su villa Diego aseguró que estaban «cansados». Preguntaron a Carla si le había echado de menos, al afirmar, él apuntó «y yo a ella también». «Cuando Digo ha venido de la cita yo ya he visto que no tenía nada que hacer Jennifer. La verdad es que me ha dejado bastante tranquila», aseguró la catalana. En ese momento apareció Sandra Barneda en el hogar masculino, «cuando la he visto me he puesto nervioso, siempre nos suele traer malas noticias. Con ganas de saber qué nos depara la noche de hoy», decía Diego. Preguntado por la presentadora definía su estado de ánimo como «raro, la verdad».

«Cuando fui a la primera 'hoguera' vi cosas que no me gustaron, me quedé más liberado, tranquilo y viviendo la experiencia a tope, pero en la segunda cuando he visto a Lola llorar, arrepentida, que quería hablar conmigo… El hecho que pusiera el collar a Carla hace que esté pensando en ella otra vez», comentaba. «Creo que está preocupada, también porque me conoce y me ha empujado a hacer cosas que si no hubiese visto esas imágenes no las hubiese hecho», añadía. Según el cántabro, «las cosas no se olvidan de un día para otro, yo la sigo queriendo con locura. Por otro lado tengo en mi cabeza las cosas que he visto y ella ha dicho. ¡Tengo un debate interno!», confesaba.

Entonces la presentadora desvelaba la gran opción de ver durante diez minutos en directo la señal de la otra villa y así comprobar qué hacían sus parejas. Los chicos debatieron, pero rápidamente, de forma unánime, optaron por dar el privilegio a Diego. «Necesito ver si está en modo este chaval se ha besado y paso de todo, o alguna imagen rayada si está arrepentida y he pillado la indirecta del collar. En cuál de los dos caminos está». «Le puede ayudar a tomar una decisión, pensar en una reconciliación o cortar radical», decía su compañero Manuel. Jesús pensaba que «necesita liberarse o un arrepentimiento, un perdón». El gallego Hugo mantuvo que «somos una piña, lo necesita mucho más, no quiero ser egoísta». «Me he emocionado con mis compañeros al concederme esa oportunidad», añadía el santanderino. Barneda le advertía que abriera bien los ojos, «también tus compañeros van a querer saber qué pasa en la villa». «Estaré atento, Soy muy observador, no se me escapa nada», advirtió.

Antes de llegar al set de visionado reconocía estar «muy nervioso, tenso. Aquí me estoy jugando una relación de tres años y medio con la persona que más me importa en la vida». En ese momento, Lola estaba en su cuarto confesándose con una compañera. «No paro de pensar en Diego. Hay algún punto hasta que me he arrepentido de venir, por un capricho. Me encantaría tener una conversación con Diego, lo necesito», decía. Frente a la pantalla se mostraba «muy tenso. Me preocupa el verla de la forma que ni creo ni quiero ver. No puedo evitar pensar que puedo ver a Lola con Simone estando en una actitud cariñosa o de acercamiento o que no está pensando para nada en mí», explicaba. Sandra repetía que era «una oportunidad única».

Al conectar con las imágenes pudo a ver a su chica que continuaba repasando momentos, «pienso en cuando empezamos nuestra historia. Éramos ideales. Es que es mi 'ratonín'», decía. «Me he dado cuenta de cosas que me faltaban en la relación, pero luego pienso y también tenía otras tan bonitas. Es muy frío, pero cuando me da un beso me lo daba de verdad. Igual no he sabido valorar eso», se explicaba. Repasando el concurso y su acercamiento a Simone, «me he encaprichado. Tengo miedo de que piense que le he olvidado. Venía enamorada, pero aquí es el triple. Conectábamos tanto, me ha hecho reír tanto… Es la persona que más feliz me ha hecho». Cualquiera diría que la leonesa sabía que él estaba al otro escuchando semejante declaración de amor. «Su cara, el día de la despedida, ver sus ojitos azules. Me he equivocado, me he confundido, me he dejado llevar… Entiendo que a él le moleste», añadía. Se ponía en su piel y en sus pensamientos, «¡qué hace con este tío! Estaba a gusto, no voy a mentir, pero necesito verle, abrazarle», concluía.

Diego apenas pestañeó, «la veo mal, es contradictorio, pero me hace estar contento. La veo arrepentida». «Soy como muy egoísta con ella. También me ha visto a mí haciendo algo mal y como que está pensando en arreglarlo», aseguraba. El cántabro se abría más que nunca ante Sandra Barneda mostrando su carácter duro y vengativo. «Pierdes familia, amigos, con mi exnovia también me comporté igual. Me hace recapacitar un poco. Es una chica con la que llevo mucho tiempo», recordaba. «Mi madre siempre dice demuestre más, que deje el orgullo a un lado y me enfado con ella. La vida la tomo como si fuese una selva, para sobrevivir tienes ser fuerte y duro», decía lloroso. «Aunque me emocione así, cuando me recomponga tampoco te digo que vaya a estar de forma que digo te perdono y listo», advertía. Eso sí, se quedó satisfecho.

«Me ha gustado verla así. Está asustada. Sabe que la puedo liar en la villa, puedo tener claro que no quiero perdonarla, después de la forma en que salía en la primera 'hoguera'», comentaba. Y se mostraba como nunca, «estoy mal, sinceramente no pensaba que esto iba a pasar aquí». Y pensaba en abrazar a su chica. «Si algo bueno tengo es que a mí pareja la cuido al cien por cien», decía. «Han podido pasar cosas, pero tampoco se olvida todo de un día para otro», añadía. Al menos logró quedarse «más tranquilo con lo que he visto». Ante las cámaras reconocía que «las imágenes que he visto me han encantado, porque está pensando en mí y eso me hace sentirme querido. Reconozco a la Lola que veo ahí», exponía.

Al encontrarse con el grupo en 'Villa Playa' explicó que «la he visto destrozada, me duele, pero me ha gustado verla arrepentida». No se cortó en explicar el resto de imágenes a sus compañeros, afectando especialmente al canario Raúl. «¿Cómo te sientes tú ahora?», le preguntaron al santanderino. «Yo estoy, no sé ni cómo decirte. Tengo que abrirme a escucharla, que me explique, necesito una charla con ella y ver cosas». Hugo aconsejó a Diego que pidiera una 'hoguera de confrontación'. Él se confesaba «rayado. Siento que la he liado yo el triple. No me arrepiento, pero he ido yo más allá», aseguraba. «Después de ver todo esto tengo sentimientos encontrados. Por un lado, no puedo olvidar cosas que he visto y pienso es imperdonable, pero la veo así y quizás se merece que la perdone. Ella me ha perdonado a mí mil veces en la vida».

En 'Villa Montaña' la noche fue de travestismos chicos y chicas y viceversa. Por sorpresa, Lola reconoció que con «Carlos siempre ha habido un chispeo, es mi amigo, pero hay una tensión sexual». De hecho, compartieron cama con Lucía y pasó, pasó. «Debajo de las sábanas hemos jugado. Hemos estado a gusto, picantes. Tengo las hormonas alteradísimas y me he calentado», contó. El joven también mostraba su asombro. «Lola yo empezamos un poco a tocarnos, no me lo esperaba, pero surgió…», dijo. Y, cómo no, sonó la 'luz de la tentación'. En el avance, la leonesa se explica, «ha habido mamoneo y nada más». Se avecinan nuevas 'hogueras', es más hay una petición expresa de 'hoguera de la tentación'. Como es habitual, Lola deja alguna frase en todo lo alto. «Ojalá hubiera algo que arreglara mi relación», asegura. Y, algo más extraño, confiesa a alguien, que «la gente aquí ya no me traga, ya no puedo disfrutar bien». Las respuestas, el próximo jueves, a las 22.00 horas, en Telecinco. ¡Puro fuego!