Recordando a 'Kung Fu'

A lo largo de su vasta historia, TVE ha emitido muchas series de éxito. Una de ellas fue 'Kung Fu'. En poquísimo tiempo fidelizaría millones de clientes. ¿Motivo? Por su temática y planteamiento era muy diferente a todas las demás.

En 'Kung Fu' había acción, pero también reflexión oriental. Este segundo aspecto solía tener más atractivo aún que la parte dinámica de cada episodio. Además, los personajes estaban muy bien representados y la música y la 'atmósfera' creadas resultaban perfectas (especialmente en interiores: aquellas velas, aquella iluminación intimista...). Lo cierto es que David Carradine, el 'pequeño saltamontes' y compañía se convirtieron en personajes de máxima popularidad.

'Kung fu', de tele-origen estadounidense, se produjo en los años setenta. Creada por Ed Spielman, dirigida por Jerry Thorpe y pulida por Herman Miller, que ejerció de guionista y coproductor, narraba las peripecias un monje shaolín llamado Kwai Chang Caine (David Carradine en su época de adulto; Keith Carradine de joven y Radames Pera de niño, 'El pequeño saltamontes'), que transitaba a pie por el añejo Oeste de EE.UU. defendiéndose los malhechores mediante las artes marciales y la filosofía interior.

Impactaban en la audiencia los interesantísimos consejos que el maestro invidente Po (el actor Keye Luke) le daba al 'pequeño saltamontes'. Citaré varios ejemplos. Uno: «El jabalí huye del tigre sabiendo que ambos están provistos de armas poderosas por la naturaleza y que pueden matar. Al huir salva su propia vida y la del tigre. Eso no es cobardía, es amor a la vida». Dos: «Sé tú mismo y nunca temas estar desnudo a los ojos de los otros. Pero recuerda que a veces los hombres se ocultan, y que lo sencillo muchas veces no es comprendido». Y tres: «La paz no se encuentra en el mundo, sino en el hombre que hace el camino…».

Considerando el enorme éxito de la serie, causó conmoción internacional la noticia de la muerte en extrañas circunstancias, en la habitación de un hotel de Bangkok, de David Carradine. Se venía abajo el mito cual castillo de naipes, confirmándose que una cosa es la ficción y otra la realidad de la vida. En cualquier caso, inolvidable 'Kung Fu', modelo de emisión televisiva. Es decir, de las que tanto se añoran.