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Tanto la alcaldesa de Santander como la delegada del Gobierno consideran que el apuñalamiento a tres jóvenes que tuvo lugar este pasado fin de semana en la ciudad es un «suceso aislado», a pesar de que la Policía Nacional ha detectado en las últimas ... semanas un 30% más de incidencias en las zonas de ocio nocturno. «La gente está mas irascible, más nerviosa, en su día a día. El covid ha dejado una huella», apuntaba a este periódico un agente para intentar explicar esta negativa tendencia.
Sin embargo, Gema Igual tiene otra visión. Cree que la situación en la capital cántabra ha cambiado porque también lo ha hecho la movilidad, así como el número y las horas de los establecimientos que abren hasta la madrugada, con lo que, en su opinión, «es consecuencia de esa nueva situación o nueva vida que hay en la ciudad por las noches». De ahí que considere que la reyerta que tuvo lugar cerca de Cañadío, no es la tónica de los últimos fines de semana. «Que los locales estén abiertos hasta más tarde es la consecuencia de que la gente esté en la calle hasta mayores horas de la madrugada», insiste.
30 de octubre. Los agentes tienen que intervenir en tres peleas multitudinarias en el centro de Santander.
23 de octubre y 6 de noviembre. Varios jóvenes sufren los efectos del gas pimienta en varias zonas de ocio nocturno.
5 de noviembre. Tres jóvenes son apuñalados de madrugada en la calle Moctezuma. La Policía detiene a otro joven.
Aun así, la regidora avanzó este lunes que el Ayuntamiento intensificará la acción policial y que está semana propondrá una reunión con la Policía Nacional para «mejorar la coordinación con la Policía Local» y tratar sobre algunos establecimientos de ocio nocturno, «no por el local en sí, sino por las calles o por las zonas en particular». El objetivo es evitar que se vuelvan a repetir hechos como los de la calle Moctezuma.
Ana Gómez | Asociación Vecinal Cañadío
En la misma línea se manifiesta la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainhoa Quiñones, que no quiso a entrar a valorar la información publicada por este periódico el lunes, «porque los datos que se dan no son los que maneja la Policía Nacional». Eso, a pesar de que es este colectivo policial el que cifra en un 30% el aumento de las incidencias de los últimos fines de semana. «No vamos a contribuir a generar alarma social. Lo de este fin de semana ha sido un suceso puntual al que no podemos dar categoría de situación general. Desde las instituciones apelamos a la responsabilidad de la ciudadanía, pero también a nuestra propia responsabilidad que hace que, ante hechos como el del sábado, mantengamos la prudencia», asegura Quiñones.
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Tampoco los hosteleros del ocio nocturno creen que hay motivos como para preocuparse más de la cuenta. «Lo que me parece muy alarmante es que haya jóvenes que salen con una navaja de casa. Eso es lo que se debe mirar», apunta Ángel Suárez, uno de los representantes del ocio nocturno de la región. «En mi local no hemos tenido ningún tipo de incidente. Los porteros tienen su efecto disuasorio, además de que se encargan de controlar los aforos y de organizar la entrada y salida de la gente».
Ángel Suárez | Representante ocio nocturno
Suárez descarta que se produzcan incidentes reseñables dentro de los locales, por la seguridad, y cree que los sucesos de las últimas semanas «son puntuales». «Quizá los jóvenes estén algo más revolucionados por lo que han pasado durante la peor parte de la pandemia, pero creo que no es para preocuparse». Respecto a los últimos incidentes relacionados con el gas pimienta, también descarta que sea algo frecuente cada fin de semana. «Seguramente sea algún grupo que le ha dado por ello», apunta.
Frente a todas estas opiniones está la de la Asociación Vecinal de Pombo-Cañadío-Ensanche, cuya vicepresidenta, Ana Gómez, cree que la situación está «descontrolada» porque los jóvenes están más «desinhibidos» y «animados». Eso sí, puntualiza que esto no es nuevo, que estas incidencias ya se producían antes de la pandemia. «¿Cómo nos sentimos? Abandonados, indignados. Exigimos un barrio seguro, donde la gente pueda caminar tranquilamente. Y estamos muy hartos de que se diga que esto es una zona de ocio. Una zona de ocio será Port Aventura, Disneyland o un sitio donde haya cuatro o cinco discotecas seguidas. Esto es una zona residencial y comercial, con muchísima gente que duerme, estudia, descansa, está enferma, que tiene niños recién nacidos, que tiene que entrar a su portal, que tiene derecho, por que lo paga, a tener una calle limpia». Esta representante vecinal asegura que llevan años pidiendo Policía de barrio. «Pero claro, me quedo perpleja cuando leo que no hay suficientes agentes. En una situación normal tiene que haber los agentes que sean necesarios, y si tenemos esta problemática, será por alguna razón. La gente no cumple porque saben que no se va a vigilar y estamos consiguiendo otro Magaluf».
Gómez comenta que en la zona de Cañadío, Pombo y el Ensanche siempre ha habido discotecas, «pero tenían las puertas cerradas». «La gente se divertía y había conciertos, pero no era esto, que no se admite en ningún sitio civilizado». «Estamos indignados, enfadados y perplejos por cómo se gobierna. ¿Qué se pretende hacer? Es el mismo centro de la ciudad, donde dicen que vamos a tener dos museos más y un hotel con bastantes estrellas. Pero es que está todo dejado de la mano de Dios... ¿Cómo va a venir ahora todo eso?».
La Policía Local de Santander ha interpuesto a lo largo de este pasado fin de semana hasta seis denuncias a los responsables de viviendas en las que se estaban celebrando fiestas con música y voces en tono elevado y otras dos también por molestias al vecindario (música alta y puerta de acceso abierta) a los responsables de dos establecimientos hosteleros de las calles Menéndez Pelayo y San Fernando, a las 00.25 horas y a las 04.05 horas del sábado, respectivamente.
Además, la Policía Local ha formulado este fin de semana 18 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública y ha realizado 45 pruebas de alcoholemia en varios dispositivos dirigidos a la prevención de los accidentes de circulación, en los que siete personas dieron resultado positivo. A dos de ellas se les realizó la prueba de alcoholemia en un control preventivo, mientras que a una se le hizo tras sufrir un accidente de circulación y a otra tras ser interceptado por una infracción contra las normas de circulación. Los agentes también inspeccionaron 255 vehículos y formularon tres denuncias por exceso de velocidad.
Por otro lado, durante la madrugada del sábado, en torno a las 02.55 horas, la Policía de Santander dio cobertura a los bomberos en la extinción del incendio de un turismo en la calle Camilo Alonso Vega, donde el fuego también causó daños materiales en otro turismo estacionado en las proximidades.
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