Las autocaravanas alargan la temporada

En los meses de verano las matrículas extranjeras prevalecen, pero ahora, en temporada baja, es el turno de los españoles que llegan de diversos puntos: Barcelona, La Rioja, San Sebastián, Murcia... Muchos de ellos trabajan en el sector de la hostelería, en restaurantes y hoteles que cierran al público en estas fechas para que el personal coja vacaciones. Otros tantos de los que disfrutan de plaza en La Llamas son jubilados.

Uno de ellos es Eduardo Durán, que viaja en una autocaravana con Elena, su mujer, su hija y su nieto de tres años. Esta familia acaba de llegar de San Sebastián y estará hasta final de semana. Permanecerán unos días pernoctando allí. «Estuvimos un día por la zona de Cabárceno porque aquí no había sitio y aprovechamos para visitar aquello. Cuando viajas en autocaravana, cambiar de planes es algo normal y somos flexibles para cambiar la hoja de ruta en función de las necesidades que surjan», explicó Durán.

El buen tiempo de este otoño resulta agradable para los turistas, pero «no ha influido en nuestros planes de viaje puesto que lo teníamos así organizado previamente. Ahora que el tiempo ha empeorado y viene lluvia tampoco nos hará adelantar nuestra vuelta», explica otra pareja que viene desde Barcelona estrenando una autocaravana. Viajan acompañados de otro matrimonio recorriendo el norte, haciendo paradas hasta Galicia, lo que les ocupará todo el mes de noviembre.

«Cuando viajas en autocaravana estás acostumbrado a desplazarte de un sitio a otro en caso de que no encuentres plaza donde pernoctar, pero nos llama muchísimo la atención que el área especial de Las Llamas sea tan pequeño. Es claramente insuficiente en relación a la afluencia que tiene esta capital», señaló Juan José Galán, que pasará unos días en Santander donde tiene previsto «comer bien y conocer la ciudad. También hacer parada en Suances».

En temporada baja la demanda es más moderada, pero no sobran plazas. Se ocupan todas las existentes. Atrás quedan las imágenes del pasado mes de agosto, que mostraban una ciudad saturada de autocaravanas aparcadas en zonas no autorizadas, que solían estar ubicadas en primera línea de mar, en la zona de Mataleñas, e incluso en mitad del espacio ajardinado del parque de Mesones, con sanciones de por medio.

Otra pareja que acaba de recalar en el área del parque de Las Llamas es la formada por Lourdes Hernández y José Manuel Ferrer. Ambos trabajan en un hotel en Tarragona y alquilan su autocaravana en temporada alta. «Durante el verano aprovechamos para rentabilizarla. Casualmente el cliente que nos la alquiló también la ha utilizado para viajar entre Bilbao y Santander. No sé que pasa, pero todo el mundo quiere venir al norte».

Lo cierto es que el turismo de autocaravanas está en alza y la oferta de plazas tiende a crecer. De hecho, está previsto que Santander estrene las nuevas zonas para autocaravanas que el Ayuntamiento ha anunciado en Cabo Mayor dentro del Plan de Sostenibilidad Turística. Estos nuevos espacios, con servicios de agua y luz, servirán para intentar absorber la gran demanda existente.