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A eso de las cuatro y cuarto había ayer cinco ambulancias ante la puerta de Urgencias de Valdecilla y varias personas haciendo tiempo en esa zona cubierta que hay junto a la entrada. En la rotonda, tres o cuatro conductores esperaban junto a coches ... mal aparcados que un vigilante de seguridad llegara para decirles que allí no se puede aparcar. Según los datos del hospital, hasta las cinco y media habían atendido ya a 280 pacientes. «O sea que, al final del día, estaremos rondando los cuatrocientos», estimaba el doctor Gonzalo Pérez Rojí, coordinador del servicio. Esa cifra es sinónimo de problemas, de largas esperas. Y es en la que se mueven estos días.
El circuito está bloqueado. La «barrera» para llegar a los centros de salud que reconocen los propios profesionales -desbordados ante cientos de llamadas, trámites burocráticos y el temor a que la avalancha de casos leves les oculten los importantes- satura también los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) y de los hospitales. «Toda la cadena asistencial está bloqueada y cuando un servicio está saturado, se busca otro», resume la situación Roberto Garrastazu, médico en el SUAP Alto Pas (Ontaneda) y secretario de la asociación aSUAP.
Pérez Rojí y Garrastazu coinciden en que no han notado especialmente un impacto a raíz de la decisión de bloquear las agendas de citas en la Atención Primaria. El efecto, en realidad, ya estaba. «A efectos prácticos, ya estaba costando cerrar citas desde hace unas dos semanas y ya lo arrastrábamos. De hecho, llevamos un mes notando bastante que acuden por no poder acudir al médico de cabecera. Nos lo dicen. Es un hecho», explica el responsable de las Urgencias en Valdecilla. Cuantifica en un aumento del 20% la asistencia por ese motivo y destaca que «en Navidad» las pruebas diagnósticas les han «fulminado». «Al final, el único servicio que está las 24 horas es este».
EN URGENCIAS
MÁS GRAVE
EN EL SUAP
Ayer, por ejemplo. De esos 280 pacientes hasta las 17.30 horas, sesenta eran sospechosos de covid. De los que pasaron por Urgencias hasta ese momento, 26 acabaron ingresados y doce de ellos en las áreas reservadas para los contagiados.
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Garrastazu matiza que el tema de las agendas, más que cerrarlas, «supone dejarlas más abiertas para los casos no demorables». Se bloquea la programación de citas, «porque es darse un baño de realidad ante lo que ya se estaba haciendo», pero con la idea de atender lo más urgente. En los SUAP notan desde hace semanas «un incremento muy importante de asistencia, en la mayoría de las situaciones de casos leves y con mucha repercusión laboral y familiar». Se acude a los centros de salud «masivamente» y, eso, sin que se reduzcan, claro, los casos graves y urgentes habituales más allá del covid -incluso van a más en el ámbito psiquiátrico o con pacientes «descompensados» porque no se les ha podido hacer el seguimiento habitual-.
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La realidad es que se les va buena parte de la jornada en atender casos leves, contactos, pruebas o incluso confirmar a aquellos que se hacen el test de antígenos en la farmacia y no pueden notificarlo porque «no siempre funciona la aplicación». Explica que «los protocolos son tan cambiantes que es una locura para todos y los pacientes no saben a qué atenerse». Así que médicos de urgencias acaban haciendo «consultoría» -porque los servicios telefónicos que se diseñaron para eso también están «saturados»-. «La última guardia en una zona que suele ser tranquila como la mía ha sido de las más movidas en todas las olas», explicaba el médico. Y, aunque ellos tratan de ser ese «filtro» que sólo deriva a las urgencias hospitalarias los casos graves o que requieren de pruebas específicas, «ahora es muy difícil» abarcarlo todo. «Incluso tratando de hacer manejos a base de un seguimiento mayor en casa de pacientes, porque sabemos que tendrán dificultades».
El médico asegura que si en los hospitales reciben muchos pacientes procedentes de Atención Primaria, «no se hacen una idea de lo que atendemos nosotros». Que si ese tránsito entre los dos ámbitos ya es complicado cada año en enero o febrero por la gripe y genera tensiones, ahora lo es mucho más «al afectar a tanta gente».
O sea -repitiendo la frase-, «que toda la cadena asistencial está saturada».
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