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Las dos interpelaciones al consejero Guillermo Blanco en relación al lobo terminaron de forma parecida. La de Vox y la del PP. Venían seguidas en ... el orden del día del Pleno del Parlamento de Cantabria. Primero, Cristóbal Palacio (Vox) acabó preguntando si, «aparte de quejarse», Blanco iba a «hacer algo». «¿Qué va a hacer –dijo– aparte de sacarse fotos?». Pedro Gómez (PP) también preguntó al regionalista «¿y ahora qué?», pero además le acusó de estar haciendo «populismo y demagogia» en vez de política. «No hace nada», sentenció. El consejero de Ganadería repitió la postura que ya hizo pública después de que el TSJC aceptara las medidas cautelares para dejar sin efecto por ahora las primeras extracciones de lobos. Decir que seguirán aprobando expedientes para matar lobos en zonas concretas y que incidirán en las actuaciones y las ayudas que contempla el plan regional dentro del marco legal actual. Y respondió con pregunta a las preguntas: «¿Y qué harían ustedes?».
La clave del asunto es que el debate elevó el tono y que, frente a la práctica unanimidad de criterio mostrada en el hemiciclo otras veces, en esta ocasión dos de los partidos de la oposición cuestionaron directamente a Blanco. Con dureza. «No hace su trabajo», repitieron. Desde Vox se criticó que no se alcanzaran acuerdos y se aseguró que Asturias nos «lleva ventaja». También se acusó al consejero de «rodearse de ganaderos» que acuden «a regañadientes». Y se acusó a Revilla de «una falta de respeto sin precedentes al poder judicial» por «abroncar» a un magistrado. «Sólo se explica por la necesidad de tapar la inactividad del Gobierno». El PP, por su parte, trasladó a Blanco que si él no puede hacer nada «lo tendrán que hacer los que están por encima» y le acusó de «frenar» cuando el paso siguiente hubiese sido romper el pacto con el PSOE. «Usted –lanzó Gómez desde el atril– ya se ha convertido en parte del problema».
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El consejero insistió en que los autos judiciales no han entrado al fondo del asunto, dijo que seguirán en esa línea y aseguró que es «radicalmente falso» que Asturias circule por un camino distinto. «Si no nos mandan los informes que están obligados a mandarnos, como para reunirnos», dijo sobre la posibilidad de llegar a acuerdos en Madrid. Y enumeró: seguir con los expedientes de extracciones, pagar los daños verificados, un nuevo contrato de seguro con un aumento de la póliza, ayudas ambientales –hubo discusión en torno a cuándo se pagan–, otras ayudas para medidas preventivas... Pidió respeto para los representantes de las organizaciones agrarias y defendió a Revilla, que «contó una anécdota».
Y en el tono bronco que alcanzó el debate, Blanco terminó una de sus intervenciones diciendo: «No sé si usted –se lo dijo a Palacio– hubiera tenido los pantalones puestos sin amedrentarse aunque me lleven a los tribunales».
Por otro lado, la proposición no de ley de Ciudadanos que pedía «el rechazo a la utilización partidista de la figura del indulto» encontró los votos suficientes a favor. Pero, más allá de ese enunciado genérico, el debate dejó clara una visión muy distinta al poner nombres propios al asunto (se habló de Griñán). Fue un 'y tú más' en toda regla. Y también se dio el visto bueno a la propuesta popular –con el apoyo del PSOE y el PRC– de crear «una unidad administrativa específica de apoyo técnico a la autoridad de ejecución designada» para controlar los mecanismos en la cadena alimentaria. En el fondo estaba el precio de la leche, «para que no se cobre por debajo del precio de coste de producción».
«No tienen ni puñetera idea de gestionar la educación», dijo el diputado del PP Álvaro Aguirre en una moción sobre la adjudicación de plazas docentes (que fue rechazada). Desde la bancada del Gobierno se escuchó un «maleducado». «No se recuerda un comienzo de curso peor», definió el PP, y desde el PSOE le acusaron de pintar una «película de terror» irreal. «Arranque de curso excepcional», añadió el PRC.
PSOE y PRC echaron abajo otra moción para eliminar el Impuesto de Patrimonio. El tira y afloja sobre impuestos vivió ayer un nuevo episodio que terminó en nada. Esta vez fue Ciudadanos (Cs) el que presentó una moción para «eliminar o bonificar al 100% el Impuesto de Patrimonio» (supone algo más de 15 millones de euros en Cantabria). También pedían al Gobierno cántabro que esa reforma fiscal que preparan «y que nadie sabe cuál es» afecte a las rentas de hasta 60.000 euros (y no hasta 35.000). «Sean progresivos y progresistas, no regresivos», dijo Félix Álvarez, que aceptó una enmienda de Vox para que las medidas de la reforma afecten a todas las rentas. «Ha caducado su manido relato de bajar impuestos», respondió Noelia Cobo (PSOE). Propuesta rechazada.
Tal vez tenga que ver que mirando el calendario sus señorías vean que se acercan las elecciones. Y se enzarzan. Pasó ayer, por ejemplo, con el Palacio de Festivales (con el popular Íñigo Fernández y el vicepresidente Zuloaga, del PSOE, como protagonistas). Antes, Félix Álvarez, de Ciudadanos, pidió documentación sobre el 'caso de las Marías' (María Sánchez y María González y la presunta creación de dos puestos a su medida). «A la consejera se le olvidó colaborar. Y si esto acaba mal será usted cómplice», apuntó el portavoz naranja. La responsable de Presidencia, Paula Fernández, replicó que «la sensación es que hay que volver a hablar de esto como sea», que se ha entregado toda la documentación solicitada y que la información que solicitaba ahora «no existe»
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