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A la manifestación convocada este sábado frente a la Delegación han acudido unas 400 personas, entre las que se encontraban políticos y autoridades, con pancartas y carteles que decían 'Contra el terrorismo machista, lucha feminista', 'Contra la violencia de género. Basta ya', 'Cuidado, el machismo ... mata' y 'Aquí estamos, sin rendirnos ni callarnos'.
El acto ha tenido lugar este mediodía frente a la Delegación del Gobierno convocada por la Comisión 8 de Marzo de Cantabria y y ha contado con la presencia de la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; el vicepresidente, Pablo Zuloaga; la consejera de Presidencia y Justicia, Paula Fernández; el diputado nacional José María Mazón; diputados regionales de diferentes formaciones y varios alcaldes, entre ellos el de Villaescusa, Constantino Fernández, la de Santander, Gema Igual y la de Piélagos, Verónica Samperio.
La delegada del Gobierno ha denunciado nuevamente que «hay muchas mujeres que viven en un corredor de la muerte que son sus hogares» y «muchas veces solo se ve cuando llegamos a la punta de iceberg, que son los asesinatos machistas». Por ello, Quiñones ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que llame al 016 «ante cualquier sospecha o duda» de que alguna mujer pueda ser víctima de violencia de género.
Por su parte, el presidente regional, visiblemente emocionado, quiso sumarse a la concentración para testimoniar la repulsa «ante un hecho terrible». «Reúne las condiciones de ser lo más tremendo. No sólo matar a su mujer, sino a su hija de once meses. La mente humana es un misterio. Que una persona sea capaz de hacer eso…». Revilla instó a que el seguimiento de estos casos, con orden de alejamiento y precedentes de malos tratos, sea «riguroso». «Que se extreme el control de esta gente, que en el momento que haya una denuncia de malos tratos que se extremen las precauciones para evitar que ocurran estas desgracias tan terribles.
«Es una desgracia que nos ha aplanado a todos». El presidente reconoció ante los medios que conocía a la mujer fallecida porque suele acudir al restaurante del Somo en el que trabajaba la finada. «Me atendió muchas veces, una persona amable, trabajadora, sacando adelante a su niña, con otros dos hijos». «Todos comentan que era una persona excepcional y se ha tropezado con este desalmado y ha ocurrido la tragedia». «No sé si se podría haber evitado», ha añadido Revilla.
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Tras las palabras del presidente, comenzó el acto durante el que, Ana Bolado, portavoz de la Comisión 8 de Marz, ha leido un manifiesto en que ha resaltado q que «estamos aquí para trasladar nuestra solidaridad y nuestro dolor a la familia de Eva y de sus hijos e hija, porque ya son de nuestra responsabilidad los dos huérfanos que deja Eva y porque peligran las leyes para proteger a la mujeres que con tanto esfuerzo hemos conseguido el movimiento feminista en nuestro país. Porque hay organizaciones políticas que pretenden acabar con ellas, porque niegan la violencia de género y desprecian el trabajo, el activismo social y político del movimiento feminista. Y esto nos puede costar más vidas».
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Bolado aseguró que, tras 17 años de vigencia de la ley integral contra la violencia de género «no estamos consiguiendo que funcione como debiera, que salve nuestras vidas». «¿Cómo les vamos a decir a las mujeres 'Denuncia, estás sola, te protegemos ', después de estos resultados?». «Necesitamos educación en igualdad y formación sobre violencia de género en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, en Judicatura, en la Sanidad, en la Enseñanza. Una formación constante que nos mantenga alerta, que deje de centrar la mirada de una vez en las mujeres y le vigile con mil ojos a ellos, los maltratadores». En opinión de la portavoz de la Comisión de 8 de Marzo, una sociedad democrática «no puede permitir esta hemorragia, esta carnicería de mujeres, niñas y niños que nos pasamos la vida contabilizando». «Nosotras no pararemos hasta conseguirlo, porque no son números. Y no nos importa contar de uno en uno, nos da igual. No son números y Eva Jaular y su niña deberán ser las últimas», concluyó. Después se ha guardado un minuto de silencio y la concentración ha finalizado con diferentes proclamas como «¡Ni una menos, vivas nos quedemos!» «¡Basta ya de justicia patriarcal!».
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