El arte de tifar

Puede resultar presuntuoso, pero el tifo es por definición una forma de arte efímero de manual que se ha convertido en seña de identidad del Racing gracias a la Gradona de los Malditos. El movimiento arrancó en Sudamérica, pero el neologismo se importa de Italia, donde tifo es hinchada y tifosi, el hincha. Cuando el Calcio popolarizó sus grandes murales sobre lienzos, una forma de apoyo que busca entre la identificación y la intimidación, a modo de Haka gaffitera, la costumbre viajó a España y operó la antonomasia.Los murales pasaron a llamarse tifos (no ocurre así en el país transalpino) y nació el verbo tifar para definir el momento en que se despliega. También existe la versión mosaico, pero la Gradona se ha especializado en tifos.

En los últimos años malditos, cuando la crisis endémica del Racing alumbró paradójicamente una nueva ola de identificación con el club, el tifo ha sido una forma de apoyo, protesta y reivindicación. Y una forma de generar una cultura e imagen en torno al Racing, rebautizado como el Rey en el Norte. El fabuloso tifo con el escudo fundacional y la imagen de Robb Stark marcó una etapa y fue poéticamente acertado para un Racing acostumbrado a jugar con la estética del perdedor, aunque al final –cuidado, spoiler– los Stark ganen.Era una suerte de segundo capítulo, porque lo de Rey en el Norte se comenzó a acuñar en la temporada 2013-14, entonces con la imagen de Ned Stark, en la visita del RealOviedo, para darle mayor carga de significado.

Esta temporada los tifos han vuelto a ser protagonistas en la antigua Grada Norte. Obras de hasta 500 metros cuadrados que exigen destreza y días de preparación –en ocasiones más de una semana, como ha ocurrido con algunos de los más emblemáticos de la Gradona–para después destruirse. Por la dificultad de conservarlos en perfecto estado, la necesidad de reutilizar –en ocasiones el coste se aproxima a los mil euros– y por el propio concepto en sí. No pueden caer en manos ajenas; sería una humillación.

Hace algo más de un lustro, el antiguo equipo de tifos dio el relevo a una nueva generación, que recogió el testigo, con la Peña Concanos como una de las más implicadas en aquello de tifar.

La técnica es sencilla de explicar, aunque no tanto de ejecutar. En primer lugar se debe decidir la imagen que se va a reproducir o elaborar el diseño original.Según la pericia, después se traslada por sectores a la base del tifo, bien a mano alzada o bien proyectándola para poder dibujarla y posteriormente se pinta. Generalmente se hace sobre bobinas de plástico (más de 200 euros cada una) y por sectores que después se unen con cinta. Más caro aún resulta hacerlo sobre textil.

Mucho dinero, muchas horas y muchas manos, de modo que para sacar adelante cada tifo las peñas de animación convocan a sus socios para trabajar en el local de los Campos de Sport o incluso dentro del propio estadio, en la zona de acceso a la Preferencia Norte.

Después se despliega en la grada, en una tarea que involucra a cientos de personas o, en los casos más espectaculares, se baja desde la Tribuna Norte o se descuelga desde la cubierta del estadio.

Esta temporada han sido dos: 'Locos por ti', en la celebración de los 110 años, y 'Gradona de los Malditos', en mayo, en el partido que a la postre aseguró la permanencia frente alEibar. Pero hubo muchos más y muy emblemáticos. No solo el del rey en el Norte, sino el que homenajeó a los futbolistas del plante a Harry con motivo de la visita del Betis en Copa hace cuatro años, el de Portus Victoriae o el del diablo que daba la bienvenida al infierno a la Gimnástica en el último derbi disputado en Santander entre ambos equipos el 25 de noviembre de 2018.

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