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En el circo del fútbol se tiende a dramatizar casi todo. Últimamente es noticia que abre informativos el que un jugador coja una pala para quitar la nieve de su coche o que el avión del Real Madrid pueda despegar de Barajas cuando todos ... los ciudadanos de este país se las han tenido que ingeniar para arrancar sus automóviles por la mañana y miles de viajeros se han quedado tirados camino de la terminal. Pero el fútbol siempre es más. Parece mentira, e incluso indigna pero siempre lo es. Por eso lo de este miércoles por la tarde en El Sardinero tiene su dosis de dramatismo -permítase la exageración-. Y la tiene porque hoy a las 21.00 horas (cuando acabe el encuentro) puede saltar por los aires la base de un proyecto pensado a medio y largo plazo. Y puede hacerlo cuando apenas lleva vivo cinco meses. Este miércoles no se juega sólo un partido -si a los jugadores les va a suponer un plus de presión y ansiedad, mejor que no lo lean-, está en liza mucho más. La continuidad de Aritz Solabarrieta, por supuesto, pero aún con todo... Está en el aire mucho, mucho más. Una hipotética derrota ante el Real Unión de Irún (El Sardinero, 19.00 horas), la quinta de los últimos seis partidos, obligaría a Solabarrieta a recoger sus cosas y lo que es más preocupante, a José María Amorrortu, el padre de la criatura y alma de este proyecto deportivo, a salir detrás del entrenador lo cual dejaría descabezado y desnortado a un Racing que buscaría a tientas un burladero donde cobijarse de la decepción.
Ahora bien, ¿por qué no pensar en que la dosis de disgustos verdiblancos ya está cubierta? El Racing juega en su casa, con el orgullo muy herido y la necesidad en números rojos. No hay razón alguna para que el Real Unión le haga lo mismo que el Amorebieta hace tres días. Si eso ocurre, habría que alquilar un autobús para que entrasen todos los que deben irse.
Solabarrieta intuye que su puesto está pendiente de un hilo. Hace bien si no paga la renta de su piso en Santander, al menos hasta que acabe el duelo de este miércoles. Por si acaso. Y por eso, el equipo no se parecerá en nada a lo que se arrastró en Zubieta y el pasado domingo. Se parapetó este martes en La Albericia para esconderle a los irundarras sus intenciones, pero lo más normal es que regrese a la defensa de cuatro zagueros. Pensará que aunque al equipo se le vean las vergüenzas, no deja de ser el Racing y debe de proponer algo más. Se la jugará con dos centrales, probablemente Bernardo Matic y Jordi Figueras, aunque no es sencillo acertar porque los tres -faltaría Óscar Gil- han estado muy por debajo de lo exigible.
En el lateral izquierdo hay dudas -no en la derecha donde Diego Ceballos es indiscutible- porque Maynau se fue a la grada el domingo y Andrade está tocado con una contractura en la espalda. Si pone a Bustos, lo condenaría y si apuesta por Marco Camus más de lo mismo. Si se decide por poner a Figueras con espacio para correr, la tarde puede acabar mal. Solabarrieta tiene un problema en el dichoso carril del zurdo, una posición para la que se han fichado a ocho jugadores en los últimos tres años y sigue el puesto sin cubrir.
Ante la obligación de ganar que existe, el apurado técnico vasco no puede mirar para atrás. Si lo hace puede acabar convertido en estatua de sal. O bien juega con dos pivotes o bien con uno y aumenta el potencial ofensivo. Haga lo que haga, la angustiosa y bochornosa situación que vive el Racing no permite miedos. Así las cosas, el único al que nadie le discute el sitio es Martín Solar.
MARTÍN SOLAR
«Han salido jugadores con personalidad y eso me ha gustado», reconoció mientras le faltaba llorar al caer con el Amorebieta al míster. El comentario iba por el canterano, que le dio otro aire y que ante todo y sobre todo: la pidió. Se ofreció, la busco... «Dámela a mí, dámela a mí», gritaba a sus compañeros mientras el resto se refugiaba en la mediocridad. El equipo necesita futbolistas así hoy y si los que llevan galones se 'amilanan' pues que se la den al chaval. No importa que se sonrojen si con eso les sale de dentro el fútbol que tienen y que aún no han enseñado los Villapalos, Cedric, Balboa, Nana, Maynau, Benktib...
Junto a Martín Solar es probable que se coloque Iñigo Sainz-Maza, para que corra todo lo que haga falta y más. Por delante jugarán -es una previsión hecha por eliminación- Álvaro Cejudo, Pablo Torre y Álvaro Bustos. Este último podría dejarle el puesto a Marco Camus o entre los dos se repartirán la banda izquierda. Esta es la disposición que debería salir al campo después de los fiascos de las dos últimas tentativas de la era Solabarrieta.
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Marcos Menocal
Algunos analistas dirán que esta posible alineación es muy atrevida, que son jugadores con un excesivo perfil ofensivo y muy arriesgada, pero habrá otros que levantarán el grito: 'Es lo que toca'. Y es que el Racing está situado en puestos de descenso a Tercera, la peor clasificación de la historia del club. Si no es suficiente razón para que el entrenador dé un paso adelante nadie lo entendería. Solabarrieta lleva dos semanas en el club ¡Quince días! No obstante -de vuelta al dramatismo -no le hace falta más. Sin quererlo se ha visto envuelto en la historia de un club que hace cien años fundó la Liga que hoy juegan en este país. Y su suerte es la del Racing,
Este miércoles también acudirán al estadio los aficionados, aunque ya el Gobierno de Cantabria ha planteado volver a prohibir público en los eventos deportivos.Los seguidores racinguistas serán los fiscales de unos jugadores que han agotado su cuota de malas actuaciones. Ellos también deben dar el mismo paso adelante que su entrenador, después de cinco meses sin saber a qué juegan. Si están en el Racing es porque han demostrado que se lo merecen -dirán los analistas más convencidos- ¿Se les ha podido olvidar jugar al fútbol? Hoy es el día en el que no esta permitido sufrir ansiedad, maniatarse por la presión. Todos ellos han venido a este equipo para jugar partidos como el de hoy y si no saben pues...
En cuanto a los dueños y a los responsables deportivos, no les queda otra que acomodarse y cruzar los dedos porque lo que ellos pueden hacer ya lo han hecho. Suena a sentencia y como dice Solabarrieta «el sábado hay otro partido», pero, ¿a quién de ustedes le quedaría fe después de volver a salir arrastrando los pies de El Sardinero?
El último partido en los Campos de Sport, con el breve regreso del público, ha traído de vuelta la polémica con los servicios, que según algunos abonados –uno ha presentado queja por escrito– no tenían agua. Además, amenaza con denunciar la situación a las autoridades competentes si no se subsana a la mayor brevedad. «Este hecho se viene produciendo durante toda la temporada con la consiguiente falta grave de higiene y salubridad», señala el abonado. «No entiendo como la directiva no controla esta situación tan improcedente como salubre», concluye.
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