![SEG anuncia un ERTE para sus 686 empleados en Treto por el impacto de la huelga del metal](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202206/13/media/cortadas/seg-kOBF-U170406315180LBC-1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
![SEG anuncia un ERTE para sus 686 empleados en Treto por el impacto de la huelga del metal](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202206/13/media/cortadas/seg-kOBF-U170406315180LBC-1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
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El arranque de la tercera semana de huelga en el sector siderometalúrgico de Cantabria, la decimosegunda jornada consecutiva de parón, se cobró una pieza mayor. SEG Automotive, la planta de alternadores de Treto, ha anunciado a sus trabajadores que parará desde este martes la producción ... y que se ve obligada a presentar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor.
La factoría, enclavada en Bárcena de Cicero, cuenta con convenio propio, por lo que a priori podría permanecer ajena a la pugna por un marco laboral sectorial, pero se ha visto golpeada por las derivadas del conflicto, en especial el efecto que el parón en las subcontratas, o en otras compañías inmersas en el cisma, está ocasionando en el suministro de materiales de producción.
De hecho, la propia empresa, tras avanzar la decisión El Diario en su edición digital, trasladó a los 686 trabajadores de la planta que «la falta de suministros impide gravemente continuar con el desarrollo de nuestra actividad y cumplir con los pedidos acordados con nuestros clientes nacionales e internacionales».
SEG, que la semana pasada ya barajaba la idea de detener varias líneas de producción por estas causas, no es una caso aislado dentro de la industria cántabra de componentes de automoción, sino que el sector, que aglutina más del 30% del PIB industrial de la Comunidad, se encuentra «al límite», más después de concatenar sobresaltos como la propia pandemia, los problemas en la cadena de suministros, la falta de microchips o los efectos de la guerra en Ucrania. «Puede ser la puntilla», reconocen desde el Grupo de Iniciativas Regionales de Automoción (GIRA), el clúster que representa al colectivo.
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El diagnóstico, el mismo. Las fábricas que no tienen directamente problemas por los piquetes los afrontan por la falta de suministros de otras compañías colaboradoras o subcontratas. El problema, admiten desde GIRA, es que ya está repercuetiendo en los clientes, esto es, los fabricantes de equipos originales, las marcas de vehículos. El daño, recalcan, grandísimo toda vez que se corre el riesgo de que los pedidos dejen de llegar a Cantabria, con lo que ello supondría.
Los propios sindicatos CC OO, UGT y USO reconocen en su comunicado que los perjuicios de la huelga van más allá de las empresas del metal y sus 20.000 empleados damnificados. En la valoración de la jornada, resaltaron que las movilizaciones mantienen un seguimiento por encima del 95% y que el inicio de la semana estuvo marcado por el aumento de diversos piquetes informativos repartidos por todo el territorio cántabro, que empezaron alrededor de las cinco de la mañana.
Como puntos de protesta, el Polígono de Guarnizo y posteriormente varias empresas de Pymetal, entre ellas Industrias Jacinto Herrero. También hubo piquetes en Requejada, junto a la entrada del Grupo FAED; Talleres Orán, en el santanderino polígono de Candina; Aluminios Ampuero, en Limpias; ICT en el Polígono de Morero; Mecanizados Ango en Orejo; Talleres Serrano en Ambrosero; o en ZAR Solares, entre otros.
Los sindicatos reiteraron que «es intolerable que la vehemencia y la mala gestión negociadora de los responsables de cuatro empresas de Pymetal esté poniendo en jaque a más de 1.500 compañías y a más de 20.000 familias en la región» por lo que apelaron a la cordura y, a su juicio, la única solución a este conflicto está en la negociación.
Además, CC OO, UGT y USO insistieron en que «si la patronal se empeña en seguir alargando el paro, no sólo se estará afectando a las 1.500 empresas sino que también se pone en aprietos a las grandes industrias de la región que, en parte, dependen de los servicios que les hacen las firmas afectadas por la huelga».
Todo ello a pesar de los servicios mínimos dictados por la Consejería de Industria del Gobierno de Cantabria, que están permitiendo funcionar a compañías como Solvay y, según fuentes sindicales, a Global Steel Wire, aunque a menores revoluciones. Otras organizaciones como Ferroatlántica en Boo de Guarnizo o Nissan en Los Corrales trabajan, dentro de sus propias dificultades, con relativa normalidad. Reinosa Forgings & Castings trata de producir levemente en la acería para no detener toda la cadena productiva.
Pymetal, la patronal del sector del metal en Cantabria ha advertido de que la pretensión de los sindicatos de partir de subidas de sueldos «no inferiores» al 5 por ciento este año -a aplicar también en 2021- «no puede ser atendida».
Porque «las empresas no pueden pagarlo y, aunque pudieran, un incremento salarial como el pretendido acabaría con la competitividad de las empresas cántabras respecto del resto de provincias españolas, con las que generalmente se compite».
Así lo avisa la patronal en un comunicado junto al que aporta diferentes datos, como de los convenios colectivos del metal en España e indica al respecto que los firmados antes del presente ejercicio contemplan una subida media del 2%.
Una cifra que aumenta hasta el 3,06% para los rubricados en 2022 y sitúa el promedio en un 2,14%, según un informe de la Confederación Nacional de Asociaciones del Metal.
Añade la patronal cántabra que el incremento medio de los convenios colectivos firmados por los sindicatos a nivel nacional «no llega» al 2,5% -2,49%, de acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo-, por lo que censura que CCOO, UGT y USO exijan en la región «cantidades que más que duplican» ese porcentaje.
Y más, prosigue, cuando esa cifra se reduce a un 2,45% si solo se tienen en cuenta los convenios de ámbito superior a la empresa (principalmente los sectoriales y autonómicos).
Respecto de los rubricados en años anteriores y que extienden sus efectos económicos en 2022, la media de incremento salarial es «inferior» (2,41% para los de ámbito superior y 2,49% para los autonómicos).
Con todo ello, Pymetal lamenta que esta contención salarial firmada por los representes de los trabajadores en toda España «se pretende ignorar en Cantabria, reclamando incrementos que más que duplican la media nacional».
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