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Para Alberto Núñez Feijóo, «una empresa familiar es como una nación en pequeño», con unas claves para el éxito o el fracaso que ambas comparten. Con esta premisa, el líder de la oposición convirtió su intervención en el Congreso Nacional de la Empresa Familiar en una contundente crítica al Gobierno central –no sólo económica, también social e institucional–, y en un altavoz para mostrar su proyecto de país.
Feijóo reconoció la labor de los empresarios «como empleadores y como generadores de riqueza en nuestro país», un ejemplo a seguir por los gobernantes. «En España faltan muchas empresas y sobran muchos ministros», afirmó, recibiendo el aplauso de los asistentes como respuesta.
Según Feijóo, las empresas se rigen por dos máximas: «La primera, honrar el legado recibido, y la segunda, entregar a su relevo una compañía mejor de la que se encontraron, más próspera, más competitiva y con más oportunidades». Se trata de objetivos que, en su opinión, el Gobierno de Pedro Sánchez no está cumpliendo al frente de esa gran empresa que es España, condenándola a la «decadencia».
«El deber principal de cualquier Gobierno es mejorar las expectativas de los ciudadanos», continuó. Frente a esto, habló de una renta real menguante de sus ciudadanos, una cesta de la compra de coste creciente, con un 26% de la población en riesgo de pobreza, y con la vivienda convertida en un «lujo inaccesible», mientras la presión fiscal no deja de crecer.
Frente a ello, Feijóo presentó su modelo de país. «No quiero ser un administrador de la pobreza, quiero ser un presidente que ayude a España a generar riqueza, a crear valor y a construir un futuro de oportunidades y de esperanza».
Los tres pilares de su proyecto son, como dijo, «construir un país en el que el esfuerzo tenga justo premio», «priorizar las personas y las empresas que mejoren nuestro país» y zanjar la asignatura pendiente de la «conciliación de la vida familiar y laboral», insistiendo en la necesidad de rebajar la presión fiscal, como, recordó, está sucediendo en las comunidades autónomas gobernadas por su partido: «Un país no puede prosperar a base de asfixia fiscal a sus ciudadanos, ni sobre el expolio de quien produce riqueza».
Posteriormente, Feijóo aprovechó su visita a Santander para mantener un encuentro con la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga. Ambos se cruzaron después elogios en sus respectivas cuentas de X: «La estabilidad del Gobierno cántabro es el reflejo de sus políticas, dirigidas a solucionar los problemas de los ciudadanos y a fomentar prosperidad de Cantabria. La política de @mjburuaga es un ejemplo a seguir», escribió él. «Un orgullo poder recibir en la sede del Gobierno de Cantabria al presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo. La alternativa de gobierno que lidera cada día es más urgente en este país. Necesitamos un presidente que gobierne de verdad y lo haga para todos», publicó ella.
Un orgullo poder recibir en la sede del Gobierno de Cantabria al presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo.
— M.J Sáenz de Buruaga (@mjburuaga) October 21, 2024
La alternativa de gobierno que lidera cada día es más urgente en este país.
Necesitamos un presidente que gobierne de verdad y lo haga para todos. pic.twitter.com/Eg2SrsxrpG
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