El fiscal rechaza la puesta en libertad del segundo conductor implicado en Castelar

Cabe recordar que el titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Santander, Miguel Ángel Agüero, acordó el pasado sábado el ingreso provisional sin fianza de los dos conductores, señalando que «la entidad de la pena que los delitos llevan aparejada pone de relieve un evidente riesgo de que los imputados intenten sustraerse a la acción de la Justicia (se den a la fuga), que justifica la adopción de la medida solicitada por el Ministerio Fiscal».

En el caso de Barroso, añadió que «no pueden obviarse los antecedentes penales que, por delito contra la seguridad vial, entre ellos un delito de conducción temeraria, tiene el investigado, antecedentes que también evidencian un riesgo de reiteración delictiva de quedar en libertad». Y es que le han retirado hasta en dos ocasiones el permiso de conducir (la primera vez de 2017 a 2019 por conducción temeraria y la segunda de 2021 a 2022).

En su auto de prisión, el instructor imputaba a este conductor un delito de homicidio imprudente (castigado con pena de prisión de 1 a 4 años), en concurso con un delito de conducción temeraria (de 6 meses a 2 años de cárcel), un delito de conducción bajo los efectos de sustancias estupefacientes (prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días) y un delito de conducción sin permiso (prisión de 3 a 6 meses o multa de 12 a 24 meses). Este último delito será suprimido después de que la Policía Local de Santander aclarase que Barroso sí disponía de su carné de conducir en el momento de los hechos después de realizar un curso de reeducación y sensibilización vial.

En su caso, a Adrián Bedia se le imputan inicialmente los mismos delitos que a Barroso salvo el de conducción sin permiso. Y su abogada, en el recurso de reforma presentado ante el instructor (y subsidiario de apelación), alega que no hay ningún motivo para que su cliente permanezca en el penal de El Dueso de Santoña «ya que no existe ningún riesgo de fuga». Argumento que adujo el juez para acordar esta medida cautelar.

Al margen de que el magistrado Agüero ratifique o revoque su decisión sobre Adrián Bedia, la Policía Local de Santander sigue ampliando su atestado respecto a lo que ocurrió en la fatídica noche del pasado 3 de febrero. Hasta ahora, lo que han determinado es que, a la altura de la calle Marqués de la Hermida, los dos detenidos iniciaron un pique, «conduciendo a gran velocidad» durante un largo trayecto hasta llegar a la rotonda de Puertochico, donde accedieron «sin respetar la preferencia de los vehículos» que por la misma circulaban. Después salieron a la calle Castelar donde el vehículo de Barroso, a consecuencia de la excesiva velocidad derivada del pique con el vehículo de Bedia, «saltó la mediana e invadió el carril contrario colisionando de frente contra el ciclomotor conducido por Bret Elorza, que falleció en el acto».