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Toda la oposición en el Ayuntamiento de Santander se unió este jueves en el pleno para exigir la paralización del proyecto del aparcamiento de El Sardinero, una petición que fue rechazada por la fuerza de los votos del equipo de Gobierno municipal, que mantiene la ... incógnita sobre si seguirá o no adelante con el proyecto, a la espera de la contestación a las alegaciones que este viernes presentará ante el Ministerio para tratar de conservar la subvención de 2,4 millones de fondos europeos para la obra.
El debate en torno a la construcción del aparcamiento frente a los Campos de Sport centró el contenido de la sesión plenaria, aunque los argumentos presentados por cada uno de los grupos políticos eran ya de sobra conocidos con anterioridad. Si PSOE, PRC, Vox e Izquierda Unida coincidían en calificar de «despropósito» y «despilfarro» el proyecto, el equipo de Gobierno, que ofreció sus explicaciones a través de Agustín Navarro, concejal de Fomento, Urbanismo, Movilidad Sostenible y Vivienda, se esforzó en presentar las modificaciones a la idea inicial, la construcción de un parking subterráneo que incrementase en 800 el número de plazas disponibles, como una respuesta sobrevenida a las complicaciones técnicas que se fueron presentando, y que incrementaron excesivamente la inversión necesaria.
Hasta la fecha, había sido la propia alcaldesa, Gema Igual, la defensora de una obra de cuyas ventajas nunca logró convencer a la oposición: se trata de invertir 4,2 millones –de los que Europa costearía 2,4–, en construir un aparcamiento en superficie para sustituir el ya existente en la zona, que además acarrearía la pérdida de plazas y pasaría a ser de pago –nunca se ha aclarado suficientemente en qué circunstancia y para qué usuarios sería gratuito–, con el objetivo final de que se transformase en aparcamiento disuasorio, una función que ni siquiera cumple actualmente pese a no tener coste para los conductores.
Precisamente la modificación del proyecto inicial ha sido la causa de que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible anunciara, la pasada semana, que se desestimaba de forma provisional la concesión de la ayuda, una decisión contra la que el Ayuntamiento, como anunció Navarro, presentará alegaciones.
Mientras los portavoces del resto de grupos aconsejaron a la alcaldesa que aprovechara la oportunidad para «salir del embrollo» en que se ha metido al querer hacer una obra que cuenta con la «oposición generalizada» de los vecinos de la ciudad, por parte del equipo de Gobierno no se aclaró cuál será el proceder del Ayuntamiento si finalmente no cuenta con financiación europea para afrontar los trabajos, y si optará por costear en solitario un proyecto que ha dejado de ser «prioritario» tras la negativa del Ministerio.
Resultó inevitable que la oposición le recordara a la regidora algunos planes municipales fallidos, como el del MetroTUS para tratar de que recapacite y no siga en su «huida hacia delante». En el repaso cronológico de los hechos que han desembocado en la actual situación, al que nadie se resistió, el portavoz regionalista, Felipe Piña, llegó a poner día y hora al inicio de la polémica: «Todo empieza a las 10.37 del día 29 de abril de 2024, cuando me da por solicitar a través del Registro municipal el expediente completo de este proyecto». Según su relato, el Ayuntamiento sólo tardó un par de horas en publicar una nota de prensa en la que anunciaba que el proyectado aparcamiento subterráneo pasaba a ser de superficie, algo que, interpretó, demostraría que el equipo de Gobierno estuvo ocultando que el plan inicial era inviable hasta que no le quedó más remedio que reconocerlo.
Para el socialista Daniel Fernández, la actuación municipal responde a la forma habitual de proceder del PP –«es a lo que nos tienen acostumbrados: a prometer una cosa en la campaña electoral y hacer justamente lo contrario»–, y rechazó que se les culpase, a él y a su grupo, de haber echado por tierra el proyecto. «El único boicot es el del PP al sentido común», resumió.
Vox, por boca de su jefa de filas, Laura Velasco, aprovechó para cargar contra la Zona de Bajas Emisiones y la idea de la movilidad sostenible, que encuadró en la estrategia de imposición de la Agenda 2030. Por su parte, Keruin Martínez, de IU, apuntó la conveniencia de dirigir los esfuerzos del Ayuntamiento a construir un parking realmente disuasorio en la entrada de la ciudad y a dedicar el dinero que se iba a gastar a mejor fin.
El Pleno dio luz verde a la aprobación inicial del Reglamento de Organización y Funcionamiento del Servicio Municipalizado de Transportes Urbanos (TUS). También se aprobó una moción del Vox para solucionar los problemas del pavimento de las cocheras del TUS. El concejal del área reconoció la existencia de problemas por el piso resbaladizo y avanzó que se invertirán 90.000 euros para llevar a cabo un fresado de toda la superficie.
Los votos contrarios del PP bastaron para desestimar una moción del PRC para realizar una auditoria que permita conocer el estado de las instalaciones de recogida neumática. La concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, rechazó «gastar recursos municipales» en algo que se va a exigir en el «pliego de licitación» del servicio de recogida de basuras «próximamente», en el que se incluirá un plan de puesta a punto de la central de recogida.
El PP sometió a aprobación definitiva la Cuenta General de 2023, que salió adelante con los votos populares y de Vox y las abstenciones de PSOE, PRC e IU. PSOE y PRC criticaron la «falta de gestión» y la «parálisis» de la ciudad con una ejecución presupuestaria del 72%. Frente a ello, el concejal de Economía, Javier García, defendió que Santander se encuentra «por encima de la media en gestión y de las primeras en indicadores económicos».
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