El nuevo gran museo de Europa Galería de las Colecciones Reales Emilio Tuñón: «Si se retrasa un proyecto, me dan una alegría. El tiempo es un material de construcción»
Más de 20 años ha tardado en emerger la Galería de las Colecciones Reales, el nuevo gran museo de Europa, un proyecto colosal cobijado en un edificio impactante diseñado por Emilio Tuñón y el fallecido Luis Moreno Mansilla. De su trabajo, del paso del tiempo, el amigo perdido, las ciudades y la vida habla este grande de la arquitectura.
Es uno de los grandes arquitectos de nuestro país y está 'emocionado' por inaugurar el proyecto museístico más importante en España en décadas después de 23 años de retrasos. Bautizado primero como museo y después como galería, se abre por fin la Galería de las Colecciones Reales, que mostrará al público la impresionante representación de arte suntuario del patrimonio de la Corona, que abarca desde carrozas, tapices, armaduras, relojes o cuadros.
El Palacio Real tiene un nuevo vecino, un edificio que sigue su traza, con la repetición de pilares de granito, pero que no pretende 'competir con él'. Azaña ideó este museo en la Segunda República, lo intentó abrir Franco y después Aznar. Finalmente, a partir del 29 de junio, 40.000 metros cuadrados sorprenderán por sus espacios interiores.
Este arquitecto, último Premio Nacional de Arquitectura, formaba junto con su anterior socio, Luis Moreno Mansilla, fallecido en 2012, uno de los estudios más boyantes de los noventa. Su proyecto del Musac de León recibió el premio más importante de la Unión Europea y el hotel y restaurante Atrio de Cáceres los coronó como los jóvenes más talentosos del momento. Acompañado ahora de un nuevo socio, 20 años más joven que él, Carlos Martínez de Albornoz, encara una nueva etapa profesional. «Hoy la enseñanza ha llegado a ocupar un 90 por ciento de mi tiempo», dice.
Emilio Tuñón (Madrid, 1959) creció en el barrio madrileño de Tetuán, donde tiene su estudio. En un espacio austero e industrial, que era una antigua carpintería, trabajan ocho personas. Con su socio y amigo Mansilla diseñó el último proyecto juntos: el edificio de la Galería de las Colecciones Reales.
XLSemanal. Ya se sabe que las cosas de palacio van despacio… ¡23 años para inaugurar el edificio de las colecciones reales!
Emilio Tuñón. Ha tenido el ritmo lento de Patrimonio Nacional. En España solo queda la Corte en Patrimonio Nacional y la Casa Real. Instituciones inamovibles…
XL. ¿Es el proyecto más difícil que ha hecho?
E.T. Hasta los proyectos más pequeños son difíciles. En este caso, los problemas se han alargado en el tiempo, pero no ha sido especialmente difícil.
XL. La Galería de Colecciones se gestó al mismo tiempo que el Musac de León, otro gran proyecto con Luis Mansilla. ¿Se ha especializado en museos?
E.T. No exactamente. En lo que sí diría que estoy especializado es en la confrontación de la arquitectura contemporánea con el tejido histórico y los edificios protegidos; con los límites de la ciudad entre lo histórico y lo moderno.
«El precio (150 millones de euros) se ha ajustado mucho. No es caro. Ahora mismo los módulos de museos están a 6000 euros el metro cuadrado en España y a 20.000 euros en Europa»
XL. Para llevar el pasado al presente, ¿hay que hacer una arquitectura sin prisas?
E.T. Sí, es algo muy característico de nuestra oficina. Cada vez que nos dicen que se retrasa un proyecto, nos dan una alegría. El caso más emblemático es el de las colecciones reales, que son 23 años. Los detalles están muy elaborados; para parecer sencillos, tienen que ser complejos. El tiempo es un material de construcción.
XL. ¿Ha querido prevalecer el contenido de las colecciones reales al continente?
E.T. Totalmente. Lo importante del edificio es lo que va a ocurrir el 28 de junio cuando se inaugure. El edificio está pensado para ver las piezas con una luz de penumbra para no ver la arquitectura.
XL. Supongo que no es lo mismo construir en Madrid que hacerlo en León o en Cáceres.
E.T. Muy buena pregunta. El catedrático Simón Marchán decía que los arquitectos solían ser más conservadores cuando trabajaban en Madrid. Es la presión de la capital. Juegas en casa y tienes que ir a lo seguro.
XL. 150 millones de euros. Dicen que el presupuesto del edificio ha sido elevado.
E.T. Las ampliaciones del Prado y el Reina Sofía costaron 3000 euros por metro cuadrado, lo mismo que este edificio. No es caro. Ahora mismo, los módulos de museos están a 6000 euros el metro cuadrado en España y 20.000 euros en Europa. Se han ajustado mucho los precios.
XL. ¿Por qué el edificio pasó de llamarse 'museo' a 'galería'?
E.T. El nombre de Galería de las Colecciones liga más con la condición doméstica del Palacio Real. Por un lado, es un monumento y, por otro, una gran casa donde vivía la monarquía. Esa escala doméstica la hemos querido recoger; mezclar una gran infraestructura con esa escala más pequeña. Ventanas más reducidas, con sus contraventanas… Hemos jugado con la escala grande y la pequeña para que no resulte tan inmenso.
XL. Este fue el último proyecto con Luis Moreno Mansilla. ¿Qué fue lo mejor de trabajar con él?
E.T. Luis y yo nos conocimos en la Escuela. Coincidimos diez años trabajando en el estudio de Moneo y luego decidimos independizarnos. Lo más bonito de trabajar con él fue que nos dio un lenguaje común, intelectual, que a Luis y a mí, que éramos muy diferentes, nos permitía hacer la arquitectura hablando, con un método conversacional.
XL. Luis falleció con 53 años de un infarto. ¿Cómo fue volver a empezar sin él?
E.T. Como una viudedad. Me quedé huérfano. Un palo para todos, para la Escuela, los amigos, un bajón tremendo para el estudio. Estaba en el mejor momento, una persona tan optimista, tan alegre. Hubo que empezar de nuevo.
XL. ¿Qué tenía Luis que no tiene usted?
E.T. Yo iba para ingeniero naval. A él le gustaba mucho escribir poesía, tenía esa cuestión lírica y yo, la de ingeniero. Cuando de repente desaparece la lírica, la condición más ingenieril, más práctica, ha cogido más peso.
«La arquitectura es una profesión de perseverantes. Hasta los 40 años somos mileuristas. Pero a partir de los 60, cuando tus amigos se empiezan a jubilar, la vida te da una propina»
XL. ¿Qué es lo que más echa de menos de él?
E.T. Lo echo de menos todos los días. Cuando voy de viaje, sobre todo. Viajar sin él me parece un aburrimiento.
XL. Una de las misiones de la arquitectura es solucionar la vida de los ciudadanos. ¿Qué problemas son ahora prioritarios?
E.T. La ciudad está creciendo con intereses económicos; ya no la hacen los arquitectos, sino los poderes económicos. Hay que humanizar las ciudades. Es una pelea constante para los arquitectos y para la sociedad.
XL. Otro gran reto es la vivienda.
E.T. Falta mucha vivienda. Es un gran problema. No solamente hay que rehabilitar edificios históricos o industriales, sino rehabilitar edificios sin ningún valor.
XL. ¿El futuro es rehabilitar?
E.T. Sí. El futuro de los arquitectos no va a ser hacer edificios nuevos, desde cero, sino rehabilitar lo existente. A lo mejor haremos edificios menos bonitos, pero más interesantes porque ya existían.
XL. ¿Cuál es para usted la ciudad más humana?
E.T. Cuanto más pequeñas, más humanas. En España, Cádiz, aunque no se ha hecho bien el crecimiento. Granada también. Fuera, las ciudades suizas como Lausana o Ginebra. Tienen una escala muy adecuada con mucha preocupación por la ecología.
XL. Con el Musac ganaron el premio más importante que concede la UE, el Mies van der Rohe. También lo ganó David Chipperfield por la restauración del Neues Museum de Berlín. ¿Qué opina del Pritzker que se le acaba de conceder?
E.T. Era un Pritzker esperado y retrasado. Hubo una ola de dar el Pritzker a arquitectos que estaban fuera de la órbita occidental o arquitectos mujeres y Chipperfield se quedó fuera. Pero al final ha caído. Tiene mucho en común con nosotros. Él me ha dicho que se sentía también discípulo de Moneo. Con esa arquitectura serena, ajustada, nos sentimos muy próximos. La arquitectura hecha con el tiempo, valorando la tradición, estableciendo vínculos con la historia, pero sin renunciar a la modernidad.
XL. ¿Tiene un proyecto soñado?
E.T. Siempre he querido hacer vivienda colectiva. Acabamos de ganar un concurso en Maastricht para la rehabilitación de una fábrica en institución cultural que incluye residencia para estudiantes. Con un proyecto así me veo satisfecho en los próximos años. Y tengo pendiente el proyecto de una capilla en la serranía de Cuenca. Nunca he sido muy ambicioso. Me interesa hacer las cosas con cuidado y no hacer muchas obras.
XL. ¿Un arquitecto también tiene que ser un buen relaciones públicas?
E.T. Carlos, mi socio lo es. Yo tengo mucha familia y ocupa mucho tiempo y espacio. ¡Tengo cinco hijos, siete nietos y cien sobrinos! Soy el pequeño de diez hermanos.
XL. ¿Qué le diría a un joven estudiante de Arquitectura?
E.T. Es la carrera más bonita del mundo. Pero es una profesión de perseverantes. Hasta los 40 años somos mileuristas. Pero a los 55 o los 60 años, cuando tus amigos se empiezan a jubilar, la vida te da una propina. Es una carrera de largo recorrido.
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