Cocinamos un menú casero y 'detox' como propósito de año nuevo

Para mí se trata de una rutina de alimentación para mantener a largo plazo: comer bien, hacer ejercicio y beber mucho agua. Nuestro cuerpo ya tiene un sistema de desintoxicación incorporado a través del hígado, por lo que todo lo que necesitamos hacer es ayudarle un poco más estos días.

Una dieta 'detox' implica eliminar los alimentos procesados e incluir alimentos que ayuden a nuestro cuerpo a mejorar la digestión y a llenarle de nutrientes, ricos en fibra y antioxidantes. Basta con añadir una gran variedad de verduras, frutas, cereales integrales, proteínas de calidad y sobre todo alimentos ricos en nutrientes. Es un enfoque seguro y a largo plazo para llevar una vida más saludable.

Las verduras, la fruta en general y los frutos rojos en especial, las algas, las semillas (como el lino y la chía), las hierbas o especias (como el perejil, el cilantro, el jengibre...)... pueden convertirse en nuestros grandes aliados. Pero no olvides tampoco mover tu cuerpo, dormir mucho y beber mucho agua.

En las recetas de hoy tienes algunas ideas para «desintoxicarte».

Prepara esta bebida para «limpiar y recargar». Este sencillo batido te dará un extra de energía por la cafeína del té Matcha y una buena dosis de proteína del yogur. La combinación de yogur, mango y Matcha da como resultado un batido refrescante y muy nutritivo. El jengibre ayudará a tu digestión y como antinflamatorio, el mango te aportará fibra, el té Matcha te ayudará a quemar grasas, y también te aportará energía y antioxidantes.

-1 trozo de jengibre.

-180 gramos de mango.

-1 yogur natural.

-2 cucharaditas de té Matcha.

-1 cucharadita de extracto de vainilla.

-1/2 cucharadita de jarabe de ágave (opcional).

-120-140 mililitros de agua.

-Pela y ralla el jengibre.

-Pela el mango y córtalo en dados.

-Bate con una batidora de mano el jengibre junto con el mango, el yogur, el té Matcha, la vainilla y el jarabe de ágave.

-Añade 120-140 mililitros de agua fría y sigue batiendo hasta que quede suave.

-Sirve en frío.

Tip: Si lo quieres más dulce, añade una cucharadita de sirope de ágave.

Decora con coco, frambuesas… Puedes encontrar el té Matcha en grandes superficies y en tiendas especializadas.

Esta ensalada es un poco especial, por sus ingredientes y por su presentación en bote, pensada para aquellos que coméis fuera de casa. Esta receta es además un ejemplo de comida rica en hierro y fibra. Las lentejas y la quinoa, además de alimentos ricos en hierro, también aportan proteína y carbohidratos a nuestra comida. Y para potenciar la absorción del hierro he añadido zumo de limón al aliño. ¿Se puede pedir más?

-90 gramos de lentejas cocidas (pueden ser de bote) o 50 gramos de lentejas secas.

-90 gramos de quinoa roja cocida o 40 gramos de quinoa seca.

-120 gramos de repollo.

-3 tallos de apio y sus hojas.

-80 gramos de queso tipo Gouda, Gruyére o Cheddar.

-Menta .

-2 cucharadas de vinagre de vino tinto.

-1 cucharada de zumo de limón.

-2 cucharaditas de mostaza Dijon.

-Aceite de oliva virgen extra.

-Sal y pimienta negra.

-Si no tienes lentejas y quinoa ya cocida, cuécelas en una cacerola grande en agua con sal. Deja que hiervan a fuego medio hasta que estén tiernas, de 15 a 20 minutos.

-Escurre y pásalas a un bol grande.

-Si utilizas lentejas de bote, lávalas y escúrrelas antes de usarlas. Y cuece sólo la quinoa en agua con sal unos 20 minutos.

-Corta el repollo en juliana fina.

-Lava y corta los tallos de apio en rodajas finas, en diagonal.

-Pica las hojas de apio y unas hojas de menta.

-Ralla el queso.

-Mezcla todos los ingredientes que has preparado en el bol donde reservaste las lentejas y la quinoa.

-Prueba y rectifica de sal y pimienta.

-Para preparar el aliño, mezcla el vinagre, el zumo de limón y la mostaza en un bol. Mientras bates, añade poco a poco el aceite hasta que emulsione. Salpimentar.

-Sirve la ensalada condimentada con un poco del aliño.

Tip: Sí, puedes cocinar las lentejas y la quinoa juntas. Así es más fácil. Y si lo haces un día antes te ahorrarás esperar a que se enfríen.

Llegamos al plato principal con una proteína de calidad, como el salmón que he cocinado a baja temperatura (en el horno) y he condimentado con hinojo, eneldo y cítricos. El hinojo nos ayudará a combatir problemas digestivos, contrarrestar malas digestiones o malestares intestinales. El eneldo, la eterna pareja del salmón, también nos facilitará, es bueno para combatir los gases, diurético... En resumen, volverá nuestras digestiones livianas y evitará molestias estomacales. Y los cítricos nos aportarán fibra, un extra de vitamina C para cuidar nuestra piel y, entre otras cosas, gracias a su contenido en potasio y otros nutrientes, nos ayudarán a reponer los minerales y el líquido perdidos después de nuestra actividad física.

-1 lomo del salmón de 800 gramos aproximadamente.

-1 bulbo de hinojo mediano.

-1 naranja sanguina o normal, o un pomelo rojo.

-1 limón.

-1 chile o guindilla.

-Eneldo.

-Aceite de oliva virgen extra.

-Sal y pimienta.

-Sal en escamas (Maldon, por ejemplo).

-Precalienta el horno a 140 grados centígrados.

-Limpia y pela el hinojo. Córtalo en rodajas muy finas.

-Pela la naranja y el limón, retira las pepitas y córtalos en rodajas finas. Puedes también utilizarlos con piel.

-Pica la guindilla o el chile en rodajitas finas

-Coloca el hinojo, la naranja, el limón, el chile y 4 ramitas de eneldo en una bandeja de horno, salpimentar.

-Retira la piel del salmón y salpimiéntalo.

-Coloca el salmón sobre la mezcla de hinojo y cítricos en la bandeja de horno y riega generosamente con aceite.

-Mete la fuente en el horno y deja que se haga lentamente de 30-40 minutos. Puedes sacar el salmón del horno cuando la carne esté ligeramente opaca y puedas pincharla con facilidad.

-Pasa el salmón a un plato y rómpelo en trozos perfectamente imperfectos con una cuchara.

-Mezcla en la bandeja de horno todos los ingredientes para reunir los sabores, rectifica de sal si hiciera falta.

-Retira las ramitas de eneldo y sirve el salmón acompañado por la guarnición de hinojo y cítricos.

-Decora con unas ramitas de eneldo.

Tip: Puedes probar esta misma receta con unos filetes de bacalao, rodaballo, halibut o fletán.

Es el momento del postre, tan esperado por la mayoría de vosotros... Esta receta es un 10, desde mi humilde opinión. Se trata de una 'cheesecake'... ¡sin queso! Perfecta para todos, pero en especial para los intolerantes a la lactosa, para los que no os guste el queso o para veganos.

No hace falta irnos a buscar muy lejos para encontrar en las frutas y verduras que usamos normalmente, a menudo pasadas por alto, los superalimentos que pueden proporcionar fácilmente la nutrición que nuestros cuerpos necesitan. Un único kiwi puede proporcionar nuestra dosis diaria de vitamina C, una buena dosis de vitamina K + E, cobre, manganeso, fibra...

Cuando se trata de kiwi, la mayoría de nosotros los comemos directamente, pelados y cortados en rodajas, o directamente con una cuchara, pero también me gusta usarlos en ensaladas y batidos, aunque hoy es el protagonista de nuestra tarta de queso. ¿Y si es en forma de tarta? ¿A que no dices que no?

Para la base:

-240 gramos de dátiles Medjoul secos deshuesados.

-100 gramos de almendras crudas enteras.

-1 cucharada de aceite de coco.

Para el relleno:

-375 gramos de anacardos crudos.

-185 mililitros de aceite de coco + 1 cucharada extra.

-125 mililitros de zumo de limón o lima.

-125 mililitros de jarabe de arce o tu edulcorante líquido favorito.

-1-2 kiwis verdes.

-1 cucharadita de extracto de vainilla.

-Una pizca de sal.

-Unas hojas de espinaca (opcional).

-3 cucharadas de jengibre finamente rallado (opcional).

Para decorar:

-1 kiwi verde.

-1 kiwi gold.

-La noche antes, pon a remojo los anacardos en agua fría.

-Para hacer la base, forra un molde de 20 cm con papel de horno.

-En una batidora potente o un procesador de alimentos, pica las almendras con los dátiles y una cucharada de aceite de coco. Mezcla hasta obtener una masa homogénea.

-Coloca la mezcla en el molde y alisa presionando para conseguir una base firme. Reserva.

-Para hacer el relleno, escurre los anacardos y bátelos con el aceite de coco, el zumo de limón, el jarabe de arce, la vainilla y la sal. Bate todo bien hasta que resulte una crema suave.

-Pasa la mitad de la mezcla a otro recipiente.

-Añade el jengibre rallado a la mezcla que se ha quedado el la batidora (opcional) y bate para que se integre bien.

-Vierte esta mezcla sobre la base y métela en el congelador mientras preparas el resto.

-Vuelve a poner la mezcla que habíamos separado en el vaso de la batidora y añade los kiwis pelados y cortados en dados y una cucharada de aceite de coco extra. Mezcla bien.

-Puedes añadir unas hojas de espinacas para darle más potencia al color verde (y más nutrientes, todo suma). No alterarán el sabor.

-Saca el molde del congelador y vierte encima, con cuidado, la crema verde de kiwi y espinacas. Alisa bien la superficie para que quede lisa y mete en la nevera 4-5 horas (o en el congelador 2-3 horas, si tienes prisa). También puedes dejarla durante toda la noche.

-Tan sólo falta decorarla con rodajas de kiwi verde y kiwi gold, cortar y servir.

-Como la tarta rinde bastante, ya que las raciones deben ser pequeñas porque llena mucho, puedes conservarla en la nevera en un recipiente hermético durante 5-7 días o también puedes congelar la tarta durante un máximo de 1 mes. Descongela a temperatura ambiente 20-30 minutos antes de comer.

Tip: Los dátiles Medjoul son más carnosos que otras variedades, pero si no los consigues, puedes utilizar cualquiera aunque tendrás que ponerlos a remojo en agua caliente 15-20 minutos.

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