También en el Encuentro de los Mares
Ambos, además de concienciar a la sociedad para detectar lo antes posible su dañina expansión, junto con el cocinero David Chamorro (Food Idea Lab) han presentado las aplicaciones desarrolladas a partir de la alga, sobre todo «teniendo en cuenta sus sabores marinos, primero, y amargos y picantes después. Parece que es una alga que no quiere ser comida», explicaban. Su capacidad picante –poco habitual en el mar– ha permitido elaborar una sriracha y un tabasco de nombre 'Tabanco' en homenaje a las típicas tabernas jerezanas. Chamorro también las ha deshidratado y hechas en polvo, y hasta ha elaborado una angostura ('Algae Hot Bitter'), un destilado alcohólico ('Agua de lastre'), una soda y un rebujito. «Son productos que pueden servir a la industria gastronómica, pero sobre todo son productos que colaborarán seguro para evidenciar un problema grave. Es nuestro granito de arena en su lucha».
También en el Encuentro de los Mares
Las opciones de Cantabria
Al respecto Brun y Pérez, autores de un libro de referencia sobre macroalgas comestibles, descartan la posibilidad de que esta alga llegue al litoral Cantábrico, por la temperatura del agua. Por otro lado, creen que en Cantabria, más allá de la extracción de caloca, no hay un aprovechamiento culinario –salvo casos residuales– de las algas, pese a la gran riqueza y posibilidades. «Es un mar maravilloso con macroalgas muy diversas, pero es un recurso inexplotado que puede ser una fuente de riqueza y empleo».
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