Los guardas de Cabaña Verónica y el Casetón de la Andara abren con limitaciones

Jorge Dinis, el guarda de Cabaña Verónica, ya está en la torreta del 'portaviones' ubicada en el Macizo Central de Picos para prestar un servicio de cantina mínimo y como eventual apoyo a los accidentes que puedan sufrir montañeros por la zona. El acceso al interior del refugio sigue siendo restringido al paso «salvo para situaciones de emergencia y siempre que el guarda lo considere adecuado».

En el Casetón de Andara estará el guarda Quique González, que abrirá sólo los fines de semana. Para pernoctar allí sólo se admitirá a quienes hayan reservado con anterioridad siempre que pertenezcan a una misma unidad familiar o sean convivientes. A partir del 1 de junio, este refugio quedará abierto de forma continua si la situación sanitaria lo permite.

El Casetón es una una antigua construcción minera que sirve hoy en día como refugio para facilitar el acceso al macizo Oriental y a pocos minutos de él, en dirección al pico Valdominguero, se encuentra el antiguo lecho del lago de Ándara. Este lago, uno de los más grandes que pueblan los Picos de Europa, fue desecado accidentalmente durante las actividades mineras y el Gobierno descartó recuperarlo en octubre de 2018 por posibles problemas de contaminación.

Los refugios de montaña de los Picos de Europa, gestionados por la Federación Cántabra de Montaña y Escalada, fijan de esta manera «los criterios de utilización de los mismos, continuando con los protocolos derivados por el covid-19 por segundo año consecutivo». Desde la Federación explican también que «estas medidas quedarán establecidas hasta que la situación pandémica y la normativa vigente lo determinen».