El Costa Quebrada se impone a la pandemia

La organización ha trabajado como nunca para conseguir que el 25 de abril todo sea posible. Con motivo del aplazamiento en 2020, los responsables decidieron guardar la inscripción de los participantes para 2021, con lo que no ha sido necesario volver a formalizar el trámite. Ninguno de los que quisieron correr el año pasado se han querido perder la fiesta.

La prueba ha ido superando los distintos inconvenientes que supone una situación tan delicada como la actual. A medida que se han ido relajando las restricciones y se han ido mejorando las fases sanitarias, el Trail ha ido acercándose a esa nueva realidad que le espera. Al ser una competición de carácter nacional, podrá albergar a participantes de otras comunidades, pero siempre bajo el protocolo de seguridad que marca la Real Federación de Atletismo, así como el que imponen las autoridades sanitarias. Estricto e innegociable. Primero tomarán la salida alrededor de 100 atletas que lucharán por el Campeonato de España sub 20 sobre una distancia de ocho kilómetros, con cerca de 300 metros de desnivel positivo. Después lo harán 200 atletas populares en busca de un triunfo muy prestigioso. La salida será en el Parque Natural de Canallave, desde la zona de asfalto, y con las medidas de distancia y seguridad vigentes; con la utilización de la mascarilla hasta pasados los 150 metros de competición. Tendrán dos horas de tiempo límite para completar el trazado.

La salida y la llegada tendrán el mismo escenario y se ha querido poner en valor el incomparable paraje, aprovechando que la plaza de Liencres –lugar habitual en otras ediciones– está ocupado por una obras que lo imposibilitan.

A continuación llegará la hora de la cita reina, la prueba absoluta en donde no hay sitio para nadie más. Los mejores corredores de la disciplina a nivel nacional estarán, porque además de los argumentos ya mencionados, en el Costa Quebrada también se dilucidarán parte de las plazas de los atletas que representarán a España en el Europeo que se disputará en el mes de julio en Portugal. El próximo 25 de julio estarán en Canallave algunos de los preseleccionados y serán las piedras y los senderos del Costa Quebrada los que actúen de juez. La cita europea tiene la misma distancia y muchas de las particularidades que caracterizan a la prueba cántabra, de ahí que los 'top élite' no pueden faltar.

Sanidad autoriza todos los eventos deportivos quince días antes de que se celebren, por lo que aún queda vigilar la evolución de la pandemia para comprobar que no se produzcan novedades o modificaciones.

En esta ocasión, y precisamente para hacer coincidir la esencia del recorrido y de sus dificultades con las que les esperarán a los mejores corredores del continente en el Europeo, se le dará la vuelta; al principio se acometerá el monte y después el mar. En otras palabras, del Parque Natural de Canallave, a través del pinar, se cruzará el sendero del Arroyo del Ganzarros y se enfrentará al 'Tolio to parriba' –unos 300 metros en línea y 100 verticales–. Una vez superada una de las zonas más exigentes del trazado, se cresteará para acceder a La Picota, donde el que quiera y pueda disfrutará de unas impresionantes vistas. A partir de ahí comenzará la zona más rápida de la prueba que llevará a los corredores a cruzar el pueblo de Liencres hacia Somocuevas, Madero y de vuelta a Canallave.

El Ayuntamiento de Piélagos, el Gobierno de Cantabria y la Federación de Atletismo se han volcado en la coordinación de una cita que puede ser única en la región. A día de hoy, las tremendas complicaciones que ha impuesto la pandemia hacen inviable la celebración de pruebas de este tipo. Después del irremediable aplazamiento –cuando no suspensión– de todas las citas programadas en el calendario, actualmente solo el Costa Quebrada y el ya famoso Kilómetro Vertical de Fuente Dé sobreviven. No se trata de falta de empeño por parte de los organizadores, sino de los impedimentos –como es lógico– que los eventos de este tipo encuentran por la dichosa situación.