![«Lo principal debe ser lo religioso, aunque en paralelo haya más actos»](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2023/04/12/82577878-k6MG--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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Han sido días «muy intensos» por la afluencia de turistas y peregrinos que han aprovechado la Semana Santa para subir al Monasterio de Santo Toribio, ubicado en Camaleño. Un número de visitantes que «ha superado bastante al que hubo el año pasado», reconoce José ... María Lucas, guardián -el superior entre los franciscanos- de la instalación religiosa desde 2021. Cada una de esas personas que ha acudido hasta el municipio cántabro lo ha hecho por «distintas motivaciones». En algunos casos, hay una razón religiosa de fondo; en otros, un plan turístico más. ¿Y cómo se conjugan todas ellas? Antes de nada, «todas las motivaciones son legítimas», subraya Lucas. No obstante, a la comunidad franciscana que custodia el monasterio «nos toca ofrecer espiritualidad» y conseguir que quienes lleguen hasta allí encuentren «un espacio de paz». Y ese es el ámbito en el que pueden actuar: el religioso. El espiritual. Sin embargo, el Año Jubilar Lebaniego llega rodeado de otras tantas actividades, eventos y actos paralelos que pueden desdibujar la esencia de la apertura de la Puerta del Perdón, que se celebra este domingo 16 de abril. En este sentido, el guardián incide una vez más en que su labor es «ofrecer un espacio de acogida».
Junto a esos ritos, son las diferentes administraciones las que «ofrecen actos que también sirven de atracción». Pero «lo principal es lo religioso» y se debe «salvaguardar», añade.
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A lo largo de la Semana Santa, Lucas ha tenido ocasión de ofrecer una «espiritualidad activa» y ha salido al encuentro de los peregrinos que han completado el Camino estos días, ofreciendo un lugar de acompañamiento en el que sentirse escuchados. Y esa es, precisamente, la relación que se crea con algunos de los grupos que pisan el monasterio tras completar las tres etapas de un recorrido que arranca en San Vicente de la Barquera. Entre ellos hay muchos que aprovechan esa última parada para compartir «la situación que han vivido, sus motivaciones» y su situación personal. El esfuerzo físico y emocional que implica completar los tres tramos santos «propicia», precisamente, una serie de «encuentros y relaciones personales de alto voltaje», califica Lucas.
José María Lucas
Guardián del Monasterio
Porque en el camino han vivido jornadas de «estar con ellos mismos» y llegan a la localidad en busca de alguien con quien compartir esa experiencia. Una oportunidad de «verbalizarla» y, sobre todo, un espacio en el que «no se juzgue». Ahí, es la comunidad franciscana la encargada de hacer esa labor de escucha y acompañamiento a quienes «lo necesitan», que son muchos.
¿Ha hecho el Camino? «Por ahora, no», responde. Tiene «pendiente» completar las etapas. Y espera poder sacar «tres días» para hacerlo y «sintonizar con la experiencia». De momento, sí valora el «esfuerzo» por destacar el Camino, aunque considera que todavía quedan puntos por mejorar, como «el tema de los albergues».
Para él, este es su primer Año Jubilar en Santo Toribio y reconoce que, al principio, lo vivió con cierta «preocupación» por todo lo que implicaba la preparación de la apertura de la Puerta del Perdón. Un momento muy esperado que supone «mucha responsabilidad para que todo salga bien». De ahí, los nervios. No obstante, «las cosas se han ido aclarando» conforme han avanzado los meses, dado que «hay mucha gente detrás que colabora, piensa y ayuda en la organización», expone. Un equipo que le hace sentirse «respaldado». «Ahora mismo estoy tranquilo. Irá bien porque hay mucha gente trabajando para que así sea».
Este fin de semana habrá una alta afluencia de visitantes. ¿Le preocupa que eso pueda deteriorar de alguna forma el patrimonio? «El comité organizador ya prevé que se puedan deteriorar las instalaciones» y trabaja para que «sea el justo», explica. A veces es difícil «compaginar y aunar el interés de ver la reliquia» con el silencio. «Es complicado gestionarlo. El Monasterio debe ser un espacio oracional».
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