Amavisca: «No existen perros agresivos sino malos dueños»

-Existe la creencia de que el dogo y el american stanford son, ambos, perros agresivos. Cuesta creer que de la mezcla florezca una malva.

-Yo siempre he sido de la opinión de que no existen perros agresivos sino malos dueños. Y ahora que lo tengo en casa, me reafirmo en esa opinión. Balú es un perro muy cordial que evita el enfrentamiento. De hecho, su mayor afición es presentarse a los perros con los que se encuentra para jugar con ellos y a sus dueños para que le rasquen.

-A usted nunca le ha gustado tener perros en un piso.

-No demasiado.

-¿Por qué?

-Tener un animal es maravilloso, pero esa es una decisión que hay que meditar mucho porque conlleva unas obligaciones no siempre placenteras. Balú es una alfombra dormilona, en casa no molesta nada, pero eso, en parte, es gracias a que tenemos bien cubiertas sus necesidades.

-¿Cambiaría su hábitat si con ello mejorara el de Balú?

-Sí, por supuesto que lo haría, pero en este caso concreto no me parece que sea necesario. No tengo ninguna duda de que Balú es un perro muy feliz con la vida que lleva.

-Se pregunta en su Instagram: «'¿Seguro que Balú es solo un perro?'».

-Es que a veces parece que dentro de él hay una personita que entiende lo que dices. Empatiza con tus estados de ánimo. Cuando estás contento, se pone feliz, y cuando estás triste, se echa a tu lado buscando contacto.

-En Argentina hay un perro que cada semana acude al palco del estadio Néstor Díaz para animar al Lanús.

-¿Ah, sí?

-¿Por qué no se lleva a Balú al palco del Bernabéu?

-Le llevaría con mucho gusto, pero seguramente que nunca me vayan a invitar a ir con él. Aunque, puestos a imaginar, sé que se comportaría con educación y respeto y que disfrutaría mucho con el catering que ofrecen durante los descansos. Es un glotón.

-¿No es allí donde se tejen los grandes negocios del país?

-No tengo ni idea, la verdad. Nunca he tenido la oportunidad de sentarme en el palco. A mí siempre me tocó estar en el verde.

-Si busca 'Amavisca y perros' aparece la publicación de un calendario con quince socios de la protectora Aspacán de la zona oriental de Cantabria y sus perros posando desnudos. Claro que luego entra en la noticia y resulta que la protectora tiene su sede junto al pabellón 'José Emilio Amavisca'. Qué chasco, ¿no?

-Jajaja. Pero quienes posan desnudos, ¿las mascotas o sus dueños?

-Entre a ver. Igual se anima.

-Las protectoras de animales realizan una labor impagable, y si alguna vez me pidiesen ayuda podrían contar conmigo. Eso sí, no garantizo que mi desnudo vaya a contribuir a conseguir sus objetivos.