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Jesús posa en la entrada principal de la playa Salvé de Laredo, por donde suele pasear a diario. Abel Verano

«Estar casi dos meses en la UCI sin saber si saldría con vida fue como un secuestro»

RELATO COLECTIVO DE LA PANDEMIA ·

Jesús Ruiz es vecino de Laredo y hostelero en Santander y superó el covid tras 56 días de cuidados intensivos | Este reportaje forma parte del suplemento '2020. El año del covid' que se publicará el próximo miércoles, 30 de diciembre, con El Diario Montañés

Abel Verano

Castro Urdiales

Viernes, 25 de diciembre 2020, 08:22

Jesús Ruiz se considera un «privilegiado» por haber salido con vida –y entre aplausos– de la UCI del Hospital Marqués de Valdecilla, donde permaneció 56 días sin poder hablar ni moverse, «como si estuviera secuestrado». De esto hace ya casi seis meses, pero las «heridas de guerra» que aún siguen acompañando a este hostelero, de 55 años y nacido en Laredo, le recuerdan cada día que «no se puede bajar la guardia». Y, sobre todo, que aún le queda un largo camino para dejar atrás esas secuelas que el covid provoca en pacientes graves.

La imagen de Jesús del pasado mes de julio agradeciendo al personal sanitario que le atendió durante su estancia de tres meses en el hospital (tras salir de la UCI estuvo ingresado en planta otro mes), nada tiene que ver con la actual. Hace tres meses que dejó de utilizar la muleta para caminar y luce una tez morena propia de la época estival, que, según comenta, ha adquirido gracias a los paseos de «cuatro o cinco kilómetros» que realiza a diario. En concreto por las mañanas, ya que por las tarde no suele salir de casa. Toda precaución es poca para él.

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«Estoy muy bien. Vengo de la consulta del neumólogo y me ha dicho que la recuperación está siendo muy buena, aunque todavía tengo limitación para mover los brazos y, sobre todo, tengo un pie medio dormido», comenta en este jueves de diciembre Jesús, que sigue acudiendo al Hospital de Laredo para realizar ejercicios de rehabilitación tres días a la semana. «Me he atrevido a conducir hace una semana y voy bien».

Aprovechando su última consulta con el neumólogo, este hostelero –que ahora reside en Laredo con su madre y su hermana– se interesó por saber cuándo podría volver a su trabajo, en un establecimiento de Santander, donde reside habitualmente. «El médico me ha dicho que tendré que esperar por lo menos cuatro o cinco meses hasta que me hagan un escáner y me confirmen que estoy en condiciones de recuperar mi actividad laboral». Mientras tanto, Jesús dedica su tiempo a una de sus aficiones, recopilar fotografías que realizó hace unos cuantos años y que está compartiendo en las redes sociales para que otros vecinos de Laredo las vean.

«Mi recuperación está siendo muy buena, aunque todavía tengo limitación para mover los brazos y tengo un pie medio dormido»

También aprovecha su traumática experiencia para hacer ver a la gente las consecuencias que tiene contagiarse de covid. En su caso no tenía ninguna patología previa hasta hace dos años, cuando, con motivo de una psoriasis, su dermatólogo le puso un tratamiento biológico que le bajó las defensas. Eso le provocó una neumonía el año pasado por la que estuvo hasta siete meses de baja. «Las defensas no se ponían en su sitio».

Un mes después de reincorporarse a su puesto de trabajo se produjo el confinamiento nacional. «A los cuatro días empecé con unas décimas de fiebre y acabé en el hospital». Jesús apenas recuerda lo que vivió en la UCI, pero dice que ha tenido sueños relacionados con la muerte. «Al principio, cuando me ingresaron, me preguntaba qué medicación me iban a dar para una enfermedad que no se conocía. Daban bastantes palos de ciego». Sin embargo, tiene muy claro que estar en Valdecilla es «una garantía. Creo que he salido con vida de esta, en parte de forma milagrosa y porque tengo una buena naturaleza», afirma, al tiempo que recuerda que «hay otros que han salido de la UCI con los pies por delante».

«No tengo miedo a la vacuna»

Jesús asegura que con la llegada de la vacuna «se ve la luz al final del túnel». Tanto es así que ya ha preguntado a su médico si puede ponérsela una vez que empiece la campaña de vacunación en España. «No me da miedo vacunarme, lo que me daría miedo es volver a infectarme y tener que pasar de nuevo por la experiencia de hace seis meses. Me han dicho que tengo anticuerpos, pero no se puede bajar la guardia».

* Este reportaje forma parte del suplemento '2020. El año del covid' que se publicará el próximo miércoles, 30 de diciembre, con El Diario Montañés. Sus páginas recogen las vivencias de cientos de lectores que este año se han asomado a El Diario para contar su experiencia tras la irrupción del coronavirus.

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