Rucecán acometerá el desescombro de los garajes derrumbados en Nueva Montaña

Los datos, desgranados por el consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, y con los que ilustró este viernes en Nueva Montaña a los vecinos, sirvieron para poner en situación de lo que será el plan a seguir en las próximas semanas. Fue durante la reunión habida ayer en el centro cívico con todos los representantes de vecinos de cada portal -en total, 23 personas comandados a su vez por la presidenta de la asociación vecinal, María Eugenia Fernández- y a la que asistió también la alcaldesa de Santander, Gema Igual. Después llegó la segunda cita, la que estaba abierta a todo el público. Fue en esa donde el centro quedó colapsado debido a la asistencia masiva de familias enteras -unas 400 personas-, cargadas con dudas de toda naturaleza. «¿Cómo reclamaremos a los seguros? ¿Cómo van a ser los plazos? ¿Quién me va a pagar los desperfectos en casa? ¿Quién es el responsable de todo lo que ha sucedido?» Para responder a alguna de esas cuestiones habrá que esperar aún a los estudios estructurales de la zona siniestrada. Pero mucho antes de todo esto, en la primera reunión con los responsables políticos, llegaron las noticias importantes.

El semblante de muchos tornó serio cuando llegó la mala noticia. «No podremos abrir el garaje dos al menos en un mes y medio por cuestiones de seguridad, y en lo que respecta al uno todavía tendrá que esperar también porque vamos a trabajar en la retirada de material en superficie para aliviar las cargas», concretó el consejero. Sucede que las pruebas por sistema de ultrasonidos realizadas por los técnicos durante toda la semana han arrojado que la calidad del hormigón es «buena o excelente», tanto en los pilares que han quedado en pie en la zona derrumbada como en los que sostienen el garaje uno. Pero sobre este último hay una capa de tierra «que no resulta peligrosa, pero sí podría ser excesiva si se produjera una sobrecarga adicional de algún tipo».

Por eso, la decisión tras los estudios topográficos realizados esta semana ha sido mantenerlo cerrado hasta que se retiren al menos 20 centímetros de tierra de los 85 que tiene la capa ahora. Son unos trabajos que podrían comenzar el jueves y que durarían una semana y media, más o menos.

En el garaje dos la cosa se complica más. «Resulta que hay una junta de dilatación que separa el garaje siniestrado con el dos y hay una zona a la que no hemos podido acceder para apuntalar, justo donde hay una fila de vehículos estacionados, así que vamos a tardar en habilitarlo», resumió el consejero frente al aforo vecinal. «Lo importante es no tener prisa y asegurarlo todo bien para que no haya que lamentar ningún daño», explicó, y todos alrededor asintieron. El consejero apuntó que todos estos datos son «provisionales» y «parciales», ya que quedan más pruebas por realizar.

Nadie quiere que se trunque la suerte que llevó el pasado lunes a que uno de los mayores siniestros que ha vivido la ciudad en los últimos años se saldara con cero víctimas.

Restablecer el espacio para proceder a la obra de restauración de la losa de hormigón que vuelva a cubrir los garajes y sobre la que repone un nuevo parque llevará algo más de un mes, según las previsiones más optimistas. Se utilizarán para ello tres máquinas con cizalla, que cortarán los escombros para finalizar la demolición. Es la forma en que se ha decidido que se acometerá un trabajo que debe tener el menor impacto para los vecinos y sus viviendas. Luego, los camiones se ocuparán de retirar todo el material desde el subsuelo para extraerlo a través de las bocas de los garajes.

El miércoles se celebrará una nueva reunión que con los datos en la mano podría ofrecer una fecha más concreta del momento para comenzar estas obras. «Es preciso que se reúna el consejo de administración de Gesvicán para formalizar la adjudicación de los trabajos a Rucecán y la declaración de obra de emergencia, requisitos indispensables antes de acometer los trabajos físicos propiamente dichos.

Dentro de todo lo comentado, también hubo espacio para las buenas noticias. Por un lado, los vecinos pudieron celebrar este viernes la definitiva puesta en funcionamiento de los ascensores. Un servicio que no tenían operativo desde el lunes porque la empresa encargada del mantenimiento adujo que, en caso de avería, sus operarios no podrían acceder al cuadro de mandos, que se encuentra en el subsuelo. En este sentido fue la regidora la que resolvió el problema: «No tiene por qué pasar, pero si sucede, lo que haremos será pedir ayuda a los bomberos para que acompañen a dicho técnico. Pero lo importante es que podáis subir en ascensor a vuestras casas», sentenció.

Gema Igual fue este viernes la primera en intervenir frente al aforo de vecinos del centro cívico. Confirmó que la vigilancia de la zona continuará ahora que tanto Policía Local como bomberos van dejar de estar permanentemente presentes porque ya no se trata de una situación de emergencia. «Van a dar el relevo a un vigilante privado que en todo caso estará coordinado con la Policía Local, que en cada turno hará dos rondas de vigilancia por aquí y estará en permanente contacto con esta persona de servicio privado que se contratará para tal efecto».

La de la seguridad ha sido una demanda que ha estado siempre presente en las reuniones con los vecinos. Algunos temen que algún desaprensivo aproveche la coyuntura para adentrarse en los garajes y robar, o para acceder al interior de los coches que aún están en los garajes afectados.

La regidora también solicitó a los residentes que hagan un uso racional de los garajes que ha cedido El Corte Inglés. Y a las cuestiones sobre la posibilidad de acceder de nuevo a los trasteros para recoger más enseres, la respuesta fue afirmativa. Se habilitarán espacios de tiempo que se corresponderán con el horario en que permanecerá abierta la oficina que Gesvicán ha habilitado en el centro cívico.

Lo explicó el consejero: «Lo que pensamos es que podemos dar respuesta a lo que nos pedíais para que fuéramos más flexibles a la hora de ampliar horarios de la oficina. Pues bien, además de los miércoles y jueves en que permanecerá abierta de cuatro a seis de la tarde, hemos decidido abrir también los martes, de doce a dos del mediodía», concretó Gochicoa. En esos mismos periodos de tiempo se podrá organizar un descenso coordinado de los vecinos, supervisados por responsables de la obra, a las zonas de trasteros.