Como ya hemos utilizado alcachofas para realizar algún que otro plato, ya sabéis que las limpiamos quitándoles las hojas duras y pelando el tronco. Considero que es importante que sepáis que a la hora de comprar este producto, hay que escoger las que tengan las yemas más gruesas, compactas y bien formadas, que serán las que mayor peso tengan en relación a su tamaño. Es importante que tengan buen color, un verde intenso, y descartar las que tengan manchas o partes negras. También es importante que estén las hojas bien prietas, que no estén abiertas.
Una vez limpias, ponemos a hervir las alcachofas en una olla con abundante agua y una pizca de sal durante unos 10 minutos. Queremos que nos queden al dente, las refrescamos bajo el grifo o en un recipiente con agua y hielo, tratándolas siempre con mucha delicadeza para no romperlas, con una cuchara de café retiramos los filamentos del centro y las reservamos encima de un papel absorbente para eliminar el exceso de agua. Y es importantísimo que estén bien secas para la siguiente elaboración que vamos a hacer, que no es otra cosa que una tempura, que ya hemos hecho en alguna otra ocasión.
La tempura es una técnica culinaria que consiste en freír rápidamente verduras o mariscos, del tamaño de un bocado. Pese a ser una elaboración típica de la cocina japonesa, su origen es en realidad portugués. Fueron los jesuitas lusos, presentes en la ciudad de Nagasaki, los que introdujeron la costumbre de tomar pescados y verdura en la cuaresma con esta particular fritura.
La tempura es una técnica relativamente fácil, pero no siempre sale bien cuando la intentamos realizar en casa, por eso os voy a dar algún truco para que os quede perfecto.
-El primero es la organización, tener todos los ingredientes preparados con antelación para poder centrarnos en la fritura y no estar a cortar o pelar es fundamental.
-El segundo, es por lo que os he dicho que hay que escurrir muy bien las alcachofas, no pueden tener nada de humedad porque si no se ablandará la tempura y la queremos bien crujiente.
-Una vez que tenemos todos los ingredientes preparados, llega la hora de hacer la masa de tempura.
-Y otro de los aspectos fundamentales que nos harán triunfar es la temperatura del agua para hacer la mezcla, tiene que estar helada, no fría, casi congelada.
En un bol lo mezclamos con un huevo, y digo mezclamos porque no hace falta batirlo en demasía. Y, seguidamente, añadimos la harina, preferiblemente de trigo tamizada, lo movemos bien y conseguimos una pasta que nape perfectamente los ingredientes cuando los pasemos por ella.
Cortamos las alcachofas para que se puedan comer de bocado, las pasamos por nuestra tempura, que queden bien cubiertas, y las freímos en aceite bien caliente. Tiene que ser una fritura rápida, que se dore y lo sacamos a un papel absorbente para empapar el aceite.
Hacemos lo mismo con unas colas de gamba ya peladas y montamos un plato combinando las alcachofas y las gambas, acompañadas con una mayonesa de ajo que veréis como desaparece casi al momento.
Otras recetas de Ricardo Ezcurdia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.