El lío de los semáforos nutricionales con el aceite de oliva, el jamón y las anchoas

SALUD Y NUTRICIÓN ·
Los políticos europeos otorgan a los alimentos colores -desde el A, verde, que es más saludable, al E, rojo, que es el menos saludable- y se ha liado porque el sistema que van a implantar es un «engaño al consumidor»

José Enrique Campillo

Santander

Miércoles, 23 de diciembre 2020, 15:18

Los gobiernos tienen el deber de informar a los ciudadanos de todo aquello que tiene que ver con su salud y con su bienestar. Muchos más ciudadanos mueren al año a causa de unos hábitos alimentarios incorrectos. Pero ¿cuántas campañas de información sobre alimentación ... saludable han visto en televisión? Exacto, ninguna. Pues a los políticos europeos, con el consejo de algunos asesores, se les ha ocurrido un invento que se llama 'Nutriscore'. Es una especie de semáforo de cinco colores, desde el A, verde, que es más saludable, al E, rojo, que es el menos saludable. Estos semáforos irán en el envase de todos los alimentos que se vendan en la Unión Europea a partir de 2021.

Se pretende, al parecer, que el consumidor (desinformado según las autoridades) conozca mejor los beneficios nutricionales de un alimento. Pero en esto de la nutrición 2 y 2 no son siempre cuatro. Y la cosa se ha liado y más que se va a liar. Dos ejemplos:

Uno es el aceite de oliva virgen. El semáforo le otorga un solo color el C, amarillo, es decir es un producto de categoría saludable intermedia (ni fu ni fa). A pesar de que los aceites de oliva virgen ya tienen una calificación de máximo nivel otorgada por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, por su papel en la prevención de enfermedades coronarias y determinados tipos de cáncer. Y, además, los expertos de los semáforos han considerado que el aceite de oliva virgen extra es equiparable a otros aceites como el de colza o el de nuez. Incluso tiene una consideración de menos saludable que la Coca Cola 'zero'. Ya se imaginarán que los olivareros están que trinan y acaban de pedir una reunión urgente con Alberto Garzón, ministro responsable del asunto. El otro ejemplo es tan grave si no peor.

Los asesores nutricionales consideran que la carne del cerdo y su grasa es un alimento de la peor calidad para la salud. Esta es una idea errónea muy arraigada. Cuando nosotros intentamos publicar en una revista americana (Nutrition research) nuestro estudio sobre la grasa saludable del jamón ibérico de bellota, nos lo rechazaban porque no se podían creer que la grasa de un cerdo pudiera ser tan saludable como nuestros estudios lo afirmaban. Al final se convencieron y el estudio se publicó. Pues los expertos europeos marcan al jamón ibérico con el color rojo, es decir producto extremadamente peligroso para la salud y que se recomienda evitar su consumo.

Estos ejemplos, entre otros muchos, demuestran que el sistema que van a implantar es un engaño al consumidor. Podría tener un cierto valor orientativo en aquellos alimentos y platos preparados que están compuestos de varios ingredientes, pero no se debería aplicar a los productos naturales como aceite, leche, huevos, miel o jamón curado compuestos de uno o dos componentes. Por cierto, me ha picado la curiosidad y acabo de ver en Google que la anchoa (alimento fermentado natural, rico en omega 3) esta etiquetada con la letra D y color rojo claro, es decir como un producto poco recomendable.

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