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Políticas con medalla

Políticas con medalla

La atleta Ruth Beitia, aspirante a presidir Cantabria, se une a la lista de campeonas de élite que aceptan la propuesta de un partido para ir en sus filas | La visibilidad conseguida por las deportistas españolas con sus últimos triunfos en competiciones internacionales las convierten en objeto de deseo de algunas formaciones, que se suman así a la ola del 'MeToo'

ISABEL IBÁÑEZ

Lunes, 21 de enero 2019, 13:22

La exatleta Ruth Beitia, oro olímpico, intentará batir en las próximas elecciones al actual recordman, Miguel Ángel Revilla, para coronarse como presidenta de Cantabria aupada por el PP. Es la última en incorporarse a una lista que iniciaron hace tiempo otras deportistas de élite, como Marta Domínguez, dos veces campeona de Europa de 5.000 metros que en 2003 pasó a ser concejala también del PP en el Ayuntamiento de Palencia y luego senadora, o la regatista Theresa Zabell, oro en Barcelona'92 y Atlanta'96 y eurodiputada por ese mismo partido de 1999 a 2004. Ha habido más nombres femeninos: Sandra Myers, la atleta que se convirtió en edil popular en el Ayuntamiento de Salamanca y luego en diputada madrileña; la exjudoca Miriam Blasco, en la arena política gracias a esta misma formación desde 2000 primero como senadora por Alicante y luego como diputada; la baloncestista y atleta olímpica Carlota Castrejana, en su día directora de Deportes de la Comunidad de Madrid... Y cuatro más que aceptan hablar para este reportaje: las atletas Niurka Montalbo y Mayte Martínez, la judoca Isabel Fernández (las tres del PP) y la gimnasta rítmica Maisa Lloret, por la parte socialista. Todas intentan explicar aquí cómo fue su paso a la política, por qué creen que las llamaron, qué es lo que una campeona puede aportar como gestora a la sociedad, el avance conseguido en visibilidad, y, como curiosidad, por qué la mayoría –mujeres y también hombres- dan la cara por el PP.

Pero en este análisis sobre la incorporación de las deportistas a la política cabe también la mirada aportada por Pedro Marfil, gerente de la Asociación de Comunicación Política y profesor titular en la Universidad Camilo José Cela: «Solo puedo decir que estamos de enhorabuena y que ojalá esto no sea una moda», dice. ¿Pueden haberse convertido las deportistas famosas en objeto de deseo de los partidos debido a los constantes triunfos que están cosechando las féminas en las competiciones internacionales y quizá también animados por el empuje del 'MeToo'? «Puede haber algo de todo esto –admite Marfil–. Se trata de un perfil muy interesante, tanto en ellos como en ellas. Lo primero que necesita un partido es que la gente reconozca a su candidato y en estos casos eso está conseguido de antemano, por la notoriedad de estas personas. No necesitan hacer campaña de visibilización, y encima representan unos valores muy interesantes de esfuerzo y éxito.

Este tema le sugiere también que en realidad lo que estamos empezando a ver son más mujeres deportistas, sin coletillas, «y eso es sin duda una buena noticia. Teniendo en cuenta, además, que son unas magníficas gestoras». Hasta ahora, el Partido Popular parece ser la formación que más veces ha conseguido llevarse el gato al agua: «El PSOE ha sido de siempre el que mejor ha exhibido la bandera de tener a mujeres en sus filas y en puestos de responsabilidad, y aunque en el PP las ha habido y muchas, como Esperanza Aguirre, Rita Barberá, Ana Pastor, Celia Villalobos... creo que no ha sido capaz de comunicar bien que ellos también dan un papel importante a las mujeres dentro de su propio partido».

En sus optimistas conclusiones le apoya Manuel García Ferrando, catedrático de Sociología y profesor emérito de la Universidad de Valencia, autor del libro 'Sociología del Deporte', entre muchos otros: «Hace 50 años, yo estaba haciendo una entrevista para mi libro 'Mujer y sociedad rural' a una campesina mientras recogía uvas en un parral en unas condiciones durísimas, y me contaba cómo su marido al llegar a casa la violaba sistemáticamente, estuvieran delante sus hijos o no. Y de repente, se acerca al magnetofón que llevaba yo colgado y dirigiéndose a él dice: 'Y ponga que las mujeres aquí estamos reventás y jodías'». La anécdota le sirve para hacer una comparativa en la que nuestra sociedad sale ganando: «Se está produciendo un cambio en la situación de las mujeres sin precedentes. A España ha llegado la ola de igualdad y se ha instalado en mayor medida que en otros países. Y se está imponiendo al sector machista que aún queda pero que desaparecerá con su deformación mental. Así, es normal que las deportistas, campeonas, con sus carreras y estudios además, estén en el objetivo de partidos, y a pesar de que quizás con su mentalidad de políticos lo puedan hacer para aprovechar la ola feminista, el resultado es bueno y deseable. Porque estas campeonas pueden ayudar a otras con su visibilidad a decir que se puede llegar hasta ahí y de manera limpia, con honestidad».

Recuerda que él fue testigo de aquellas pioneras en el atletismo, «en los años 60 en nuestro país, cuando era un acto de valentía que se pusieran el pantalón corto y unas zapatillas de clavos. Hoy la práctica del deporte está equiparada en nuestro país entre ellas y ellos. Las mujeres han pasado de cero a cien», dice el autor de las encuestas 'Hábitos deportivos de los españoles', a punto de sacar su novena entrega.

  1. Exatleta

    Mayte Martínez: concejala en la oposición por el PP en el Ayuntamiento de Valladolid

Hasta el año de su retirada, 2012, Mayte Martínez (Valladolid, 1976) reunió los logros necesarios para ser considerada una de las mejores atletas nacionales de la Historia en su especialidad, los 800 metros –17 veces campeona de España, dos subcampeonatos de Europa y dos medallas de bronce en mundiales–. Fue capaz, además, de culminar la carrera de Magisterio y de licenciarse en Psicopedagogía, dos hitos que también exhibe a la hora de explicar su incursión en política: «Evidentemente, no estoy ni estamos aquí por ser mujeres, sino por nuestra formación personal, aparte, evidentemente de los éxitos deportivos». Siempre fue, dice, una persona muy activa con las necesidades de su ciudad, y si la llamaban para ser madrina de una ong o para fomentar el deporte en los colegios, allí iba ella. «Estaba y estoy muy agradecida a los presidentes de la Diputación que hemos tenido, del PP, porque cuando necesité ayuda, cuando me quedé sin club, me facilitaron las cosas, me respaldaron mucho para que siguiera estando en el más alto nivel, así que les conocía bien cuando me llamaron para entrar en política en 2015, tres años después de dejar los campeonatos. Más allá de los títulos y las medallas, vieron en mí una persona comprometida con la ciudad».

Suele decirse que los deportistas deberían mantenerse alejados de la política, ya que en las competiciones internacionales representan al conjunto de un país, aunque la realidad desmiente la teoría con muchísimos ejemplos. Mayte Martínez, sin embargo, argumenta que ella aceptó las reglas de este juego tres años después de su adiós: «La mayoría bastante tenemos ya con los entrenamientos y los campeonatos como para meternos en otras historias, y creo que la mayoría lo hacemos al retirarnos». Y precisamente con la idea de país entronca a su juicio el hecho de que tantos deportistas se enrolen en el barco del PP: «Cuando te subes al podio, sientes esa sensación de pertenencia a España, y la sientes mucho desde el corazón, y nadie como el PP ha defendido la unidad de España hasta el final». De hecho, hay quien defiende que cuando la idea de nación se resquebraja es cuando se produce una mayor politización entre los deportistas, precisamente por este motivo.

En el consistorio vallisoletano, como concelaja de la oposición, se encarga -entre otros temas como deportes, educación o asuntos sociales- de la igualdad: «De siempre, las mujeres en el deporte hemos tenido que esforzarnos el doble que los hombres, no solo para conseguir patrocinios, sino para aparecer en los medios de comunicación. Algunos estornudan y salen hasta con foto, mientras que nosotras ni consiguiendo una medalla olímpica salíamos en portada. Afortunadamente las cosas están cambiando, y ahora somos más visibles, también para los partidos políticos, que ven en nosotras potenciales perfiles de personas que sabemos lo que cuesta luchar». Admite que la ola feminista ha servido para concienciar más en igualdad: «Vamos avanzando aunque quede mucho por hacer. Aunque, en nuestro caso, no nos han regalado este puesto por ser mujeres ni hombres, sino por los méritos. En el PP primamos el mérito y la capacidad por encima del género, pero es verdad que al estar la gente más concienciada se nos va viendo más».

  1. Exgimnasta rítmica

    Maisa Lloret: cuatro años como diputada en las Cortes Valencianas con el PSOE

Maisa Lloret (Villajoyosa, Alicante, 1971) es una de las raras excepciones de un listado en el que una mayoría abrumadora de deportistas de élite metidos en política (mujeres y hombres) apoyan la opción del PP. Cuando llevaba casi 20 años retirada, a los 17 por una lesión vertebral, le llamaron del PSPV (PSOE) de Valencia para que fuera en sus listas en las elecciones de 2007. Pese al paso del tiempo, aún eran recordados sus triunfos en gimnasia rítmica: 5º puesto en Seúl'88; medalla de oro en el campeonato de España individual ese mismo año en mazas, cuerda y aro, y plata en cinta... siendo además la primera gimnasta española de la historia en lograr, gracias a un ejercicio perfecto, un 10 (mazas).

Celebrados los comicios, salió elegida diputada autonómica como representante independiente, convirtiéndose en portavoz de Turismo, secretaria de la Comisión de Industria, Turismo y Comercio y vocal de la Comisión de Economía -siempre en la oposición- hasta 2011, cuando abandonó la política. En esas dos décadas alejada de los campeonatos, Lloret había terminado la universidad y un máster, y trabajaba en el terreno del marketing y el Turismo. «En mi familia siempre había habido inquietudes políticas, y aunque yo no estaba ni afiliada, cuando me lo plantearon me pareció una opción interesante, una experiencia y un aprendizaje donde yo podía aportar, porque tenía experiencia importante en la empresa y me iba a encargar de mi ámbito», explica.

Así que se vio preparada para el reto y aceptó. Reconoce que en la decisión de contar con ella tuvo que ver el hecho de haber sido una campeona: «Claro que sí, pero creo que mi caso es bien distinto al de otras personas a las que les han hecho propuestas parecidas recién retiradas, mientras que yo llevaba 20 años trabajando en el asunto para el que me llamaron. Tenía trayectoria y reconocimiento público. Creo que los fichajes a deportistas se hacen por los valores de esfuerzo, lucha y éxito que representan, pero esa aportación flojea bastante si ese es el único argumento y te conviertes en un candidato de escaparate. Además de haber llegado a la élite, debes hacerlo con algo más, una carrera profesional». Cita el caso más reciente, el de Ruth Beitia, aspirante por el PP a la presidencia de Cantabria, que en más de una ocasión ha insistido en que no es una 'candidata florero': «Es una deportista de élite con una carrera intachable, pero a la que le han llamado tres minutos después de su retirada, sin tener experiencia en este mundo. Y de ahí lo que le ha pasado nada más llegar», dice Lloret en referencia a las recientes declaraciones en las que Beitia equiparó el maltrato femenino con el animal y por las que tuvo que pedir disculpas.

Desde la orilla socialista, da su visión de por qué el PP es una opción al parecer tan atractiva para el mundo deportivo: «Es un partido muy dado a vender imágenes que no necesita acompañar de hechos. Son campañas de imagen y se aprovecha de estas figuras para revalorizar sus ideas. En mi caso, en mi comunidad, el apoyo de este partido a la gimnasia brilló por su ausencia, sólo apoyaban y subvencionaban el fútbol». No descarta que cada vez más mujeres deportistas se incorporen al mundo de la política, y lo enmarca en que son ellas «las que están tomando la batuta en el palmarés olímpico. Pese a que hay algunas figuras masculinas que mantienen el nivel, como Rafa Nadal o Fernando Alonso, el grueso de las victorias en el deporte no profesional es femenino. Y a eso se suma la corriente feminista que algunos saben aprovechar como imagen».

  1. Exatleta

    Niurka Montalvo: en 2007, Secretaria Autonómica del Deporte de la Generalidad Valenciana (PP)

El caso Gürtel se interpuso en la carrera política de la exatleta española de origen cubano Niurka Montalvo, donde resultó imputada como otros cargos del PP para finalmente ser desimputada al no encontrársele ningún indicio de delito. Este viaje había empezado en 2007, cuando Francisco Camps le ofreció incorporarse a sus filas muy poco después de que la especialista en salto de longitud (oro, plata y bronce en varios mundiales de atletismo) dijera adiós a las pistas tras 20 años compitiendo. Recuerda aquellos años como «movidos»: «Entré cuando todo estaba tranquilo y luego llegó la crisis. Realmente todo aquello sucedió cuando ni estaba yo por ahí. Y luego todos empezaron a tirarse piedras unos a otros y es verdad que se ha robado, pero es que a los que no habían hecho nada les buscaban las vueltas por una coma mal puesta. Así que ahora no me metería otra vez, porque lo veo todo un poco sucio, algo que no tiene nada que ver con el deporte. No pensé que fuera así». Ahora se dedica a entrenar a niños y niñas y adolescentes.

Considera que si el PP cuenta con más profesionales como ella en sus filas es porque «optó por la política de fichar a deportistas para dirigir el deporte, y esa es la mejor opción», aunque afirma que si aceptó entrar en esta esfera que tan poco tenía que ver con ella no fue ni porque se tratara del PP ni del PSOE, sino porque la llamó «una persona con la que simpatizaba, Camps, muy agradable y en la que confiaba. Y me dijo que quería que empezara a trabajar ya, con lo que pensé que no quería solo una foto mía para las elecciones, sino que aportara algo de verdad».

Considera que el deporte femenino empieza a destacar ahora más que nunca pese al «poco apoyo que tiene, bastante menos que el masculino. Y que sean más visibles incluye también que se visibilicen más en el ámbito de la política. Transmitimos unos valores, que para llegar adonde hemos llegado no hay otra forma de hacerlo que esforzándonos. Para triunfar en el deporte no te valen los enchufes ni ser hija de nadie».

  1. Exjudoca

    Isabel Fernández: entre 2008 y 2011 fue concejal de Deportes del Ayuntamiento de Alicante (PP)

«Las mujeres y más en nuestra generación, sólo por el hecho de decidir ser deportistas, tuvimos que ser pioneras, tomar decisiones valientes, arriesgadas y esforzarnos mucho. Eso se puede trasladar a la política, donde la mujer, ahora, después de mucho tiempo, empieza también un camino en el que hemos demostrado que estamos al nivel. Como deportistas, además de poder traer las experiencias, aportamos algo muy importante, como que en el deporte no se te valora por lo que dices, sino por lo que haces y consigues; los deportistas somos muy constantes para lograr lo que nos proponemos».

Así se expresa Isabel Fernández (Torrellano, Alicante, 1972), exjudoca y una de las pocas atletas que han logrado la triple corona: olímpica, mundial y europea. Fue también la primera mujer que abanderó al equipo español en los Juegos Olímpicos. Durante el 2001, junto con su esposo, Javier Alonso, pusieron en marcha un proyecto para ayudar a jóvenes con autismo a través del judo que aún sigue vigente. Y en medio de todo esto, entre 2007 y 2011, fue concejala de Deportes de Alicante por el PP. «Conseguí cosas extraordinarias para mi ciudad que aún hoy están presentes, introduje la idea de cultura deportiva, los espacios históricos se unieron al deporte, como la carrera y subida al Castillo, las pruebas populares no existían como ahora, puse en marcha la media maratón de Alicante y uní el deporte a la familia y las fiestas como las San Silvestre, arrancamos propuestas de deporte con mayores, discapacitados...», explica orgullosa. Nunca dejó de estar relacionada con la que fue su pasión profesión; hoy es vicepresidenta primera del Comité Olímpico Español (COE), sigue con su escuela de judo y organiza competiciones de esta disciplina.

¿Volvería a la política? «Depende el reto a conseguir». «Las mujeres somos al menos el 50 % de la población, hay que contar con nosotras. Tenemos ahora más visibilidad por lo que estamos consiguiendo con esfuerzo y trabajo. En los últimos Juegos Olímpicos de Río, las mujeres sacaron mejores resultados que los hombres y el porcentaje de participación casi fue el 50% para los dos», recuerda.

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