«No admitiremos quedarnos sin playa en La Magdalena», advierte Igual al Ministerio

Sobre esto, que adelantó El Diario este domingo, le preguntaron ayer en la UIMP a Hugo Morán (el que firma la carta). Confirmó que no habrá rellenos para este verano -ya con la temporada en marcha-, pero dejó en el aire la respuesta a la pregunta que está en la mente de todos. ¿Qué se va a hacer en La Magdalena? No ratificó esta vez que se descarten los rellenos en el futuro (algo que sí había hecho en la carta) y habló «de un convenio con la Universidad de Cantabria para hacer un estudio de las dinámicas del conjunto de la bahía en el que también participa el Ayuntamiento». Morán se refería al organismo creado en mayo para aglutinar a las administraciones que tienen algo que decir sobre este espacio y que ha surgido con la idea de elaborar, a largo plazo, un plan de gestión integral de la bahía.

Propone, entonces, buscar ahora otra solución en otro ámbito. «Hemos mantenido un encuentro informal de diez minutos y le he transmitido que no vamos a admitir quedarnos sin playa. Porque, según lo que decía en su carta, estamos abocados justo a eso, y eso es dejar tirados a los santanderinos». Esa fue la respuesta de la alcaldesa, que definió, además, como una «patada hacia delante» la idea de buscar ahora una solución en esa Mesa de la Bahía. Le dijo eso y le pidió mantener una «reunión formal» lo antes posible. «Queremos playa y no vamos a admitir quedarnos sin ella». Una solución y rápido.

La polémica de los espigones vivió ayer un episodio más dentro de su enrevesado desarrollo. Cada paso en este asunto ha levantado polvareda. Su construcción, su paralización, el debate en torno a terminar la obra o revertirla... Al Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) -un organismo público aplicado a la ingeniería civil, la edificación y el medio ambiente-, el Ministerio le pidió un informe. Que se mojara para ver qué se hacía. La respuesta llegó en febrero. O acabar los diques (advertían que dejarlo a medias genera «inestabilidad») o volver a la situación de antes y retomar las aportaciones de arena, dictaminaron. No había, según ellos, más donde elegir.

Ahí ya advertían que la solución de los rellenos «no es sostenible en el tiempo». Pero la carta remitida el día 11 de junio al Ayuntamiento da un paso más. Dice que esa medida «no es aceptable» («la arena es un bien caro y finito»). También que se han «explorado algunas técnicas alternativas que pudieran posibilitar la estabilización del sistema de playas» y que «no ha ofrecido resultados satisfactorios». Y adelantaba que la intención del Ministerio es tratar esta problemática en el ámbito del «protocolo general» firmado entre las «distintas instancias» que tienen que ver con la bahía de Santander.

En ese contexto, Hugo Morán estuvo ayer en Santander y, obviamente, le preguntaron. Descartado intervenir este verano, confirmó que han analizado algunas soluciones y que «no se ve viable una respuesta razonable». Dijo que lo trasladado a la alcaldesa eran las dos posibilidades que planteaba el Cedex. O concluir los espigones o «en el ámbito de las aportaciones de arena, lo que esto implica». «Una deriva por efecto sumidero a la canal del puerto y, con ello, la obligación también del mantenimiento del acceso al puerto». E insistió en buscar ahora una solución «atendiendo a las dinámicas litorales del conjunto de la bahía» en esa mesa de trabajo y «en un tiempo razonable» de tres meses (lo que dura la temporada de verano).

En este sentido sí que sorprendió alguna de sus respuestas. Por ejemplo, que las dos opciones que el Cedex ofrecía de forma tajante «no son en ningún caso las respuestas definitivas». Y también que dijera que los estudios que se hicieron antes de empezar a construir los diques eran «estrictamente de lo que afectaba a la necesidad de estabilización de la playa, pero desconectados de las dinámicas que afectan al resto de la bahía» (algo que se puede interpretar como que la obra se hizo sin tener en cuenta sus efectos para la bahía en su conjunto).

Morán dijo eso en la sede de la UIMP. El secretario de Estado llamó a la alcaldesa para avisar de su visita. De hecho, le propuso la posibilidad de verse. Igual, que agradeció la llamada, acudió a la cita después de una rueda de prensa y mantuvieron un «encuentro informal». Unos diez minutos en los que quedaron en reunirse «en Madrid».

Pero Igual aseguró a este periódico que esa cita fugaz le sirvió para manifestar su postura al representante del Ministerio. Que no van a admitir quedarse sin playa, que lo expresado en la carta les aboca a eso y que la misiva supone tratar «con desdén a los santanderinos» y «dejarles tirados». Habló de «desinterés» y dejó claro que, aunque ayer Morán no descartara los rellenos en el futuro, «ya lo había dicho por carta». La edil tampoco admite la «patada hacia delante» que supone dejar ahora la decisión en manos del nuevo organismo de la bahía.

«Una Mesa sin dotación, que acaba de arrancar, que se ha creado para algo mucho más general... Si las soluciones que se van a buscar pasan ahora por un estudio en ese ámbito todos sabemos que no lo vamos a tener en tres meses». Habló, de hecho, de una «invención para no resolver» el problema. Añadir tiempo. «Primero que si era una decisión política, luego el informe del Cedex, ahora la Mesa...».

Aprovechó también para recordar que lo expresado en la misiva «ratifica que todo lo dicho por el Ayuntamiento en este tiempo ha sido la verdad» y reiteró que su petición es «que no pase más tiempo». Por eso, Igual solicitó una reunión «formal y con toda la documentación» lo antes posible. Antes de los periodos de vacaciones -con lo que el encuentro se celebraría previsiblemente en julio-.

Y en este culebrón en forma de escolleras hay que enmarcar también el pacto que ha permitido que Igual siga siendo alcaldesa. Ese acuerdo con Ciudadanos obliga a la popular, entre otras cosas, a pedir públicamente que retiren los espigones de La Magdalena, pero con la consigna de mantener los rellenos para no perder la playa. Para que no desaparezca. Por eso, la postura expresada ayer por Igual era la «del equipo de gobierno». Es decir, la suya y también la del concejal Javier Ceruti (Cs), que confirmó a este periódico el consenso (y también que habían hablado del tema).

«Lo que dice el Ministerio es inadmisible y necesitamos el mayor apoyo posible en el Ayuntamiento para exigir al Gobierno central que cumpla sus obligaciones», insistió Ceruti a preguntas de El Diario, que dejó claro que aquí «sobra arena y falta voluntad política». De hecho, a su juicio, la justificación que ofrece Medio Ambiente para descartar los rellenos es «un insulto para los santanderinos». «Dejarnos sin playa por 50.000 euros (lo que cuesta cada relleno) es un atropello. Lo que se hizo con los espigones fue una chapuza y no una solución y con lo que costaba se comprometieron cincuenta años de reposiciones de arena».

Al concejal no le parece mal que, a largo plazo, el trabajo de las administraciones ofrezca soluciones en su conjunto para la bahía, para no seguir «con parches» y con acciones «de manera aislada» (o con argumentos «burdos como el de que no hay arena»). De hecho, sí difiere en algo con la alcaldesa, porque afirma que Ciudadanos consiguió que se aprobara en el Congreso una dotación económica para esa mesa de trabajo en los Presupuestos. Que esa figura era, de hecho, algo que ellos defendían. Pero comparte, en todo caso, que condicionar ahora lo que debe hacerse de forma urgente a ese organismo «es absurdo porque lo que hace es demorar la solución».

«Hay acumulados de arena en muchas zonas, es sólo voluntad política», repite Ceruti, que tiene clara la hoja de ruta. «Quitar los diques, seguir reponiendo arena y, si acaso, mejorar los mecanismos de reposición de esos rellenos, puede que, incluso, con un convenio con el Estado para ejecutarlos».

Conocida la postura de PP y Cs -socios en el gobierno local- y también la del PRC (ayer este periódico publicó que insisten en quitar el dique y seguir con los rellenos), quedaba únicamente por saber qué dice el PSOE en Santander.

Su portavoz municipal, Pedro Casares -que estaba ayer en una reunión en Madrid-, valoró lo sucedido en las últimas horas. Dijo, de entrada, que su postura era la «más consecuente» porque su formación manifestó «desde el principio» que «la obra de los espigones no debería haberse iniciado nunca». «Sólo se llevó adelante por el empeño del PP y hay que revertirla». Y en eso siguen, con la premisa de buscar una solución que «combine el uso y disfrute de las playas y el respeto al medio ambiente».

En contacto con Morán, Casares comparte con él la idea de «abordar la bahía en su conjunto, porque todo lo que se hace en una parte afecta al resto». ¿Y cree de verdad que en tres meses hay tiempo para que esa solución llegue? «Su desarrollo no estará en tres meses, pero habrá que ver si en ese tiempo se plantea alguna solución. Mientras se ejecuta, la posición del PSOE de Santander es seguir con los rellenos».

Rellenos sí, lo que contradice en principio la posición del Ministerio -en manos del propio PSOE- expresada en la carta. «No hablo de la carta porque no la he leído», justifica Casares, que recuerda en todo caso que ahora «hay arena en la playa, que es perfectamente apta para el uso y el baño» y que la posición de «continua confrontación del Ayuntamiento no es buena».

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¿Qué dice la carta enviada sobre los rellenos?

El secretario de Estado asegura por escrito que esa solución «no es aceptable» para su departamento «ya que no es económicamente sostenible ni materialmente viable, dado que la arena es un bien caro y finito». «Recordemos –añade la misiva– que la arena que se ha venido aportando periódicamente en cada campaña para mantener esas playas, que se pierde en la canal del acceso al puerto de Santander, nunca es recuperada en su totalidad en dicha canal»

2

¿Qué dos opciones plantea entonces la misiva?

«O bien levantar la suspensión de los trabajos para continuar y finalizar la obra (los diques), con mantenimiento de la playa tal y como la conocemos, o bien levantar dicha suspensión para eliminar el dique construido y dejar que las playas evolucionen hacia su estado de equilibrio natural».

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¿Se van a efectuar rellenos este verano?

Morán confirma que no se ejecutan acciones durante el verano en zonas de playa. Igual comprende que ahora ya «no se puede meter una pala», dice que debería haberse hecho antes y que se ha solicitado en los últimos meses.

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¿A qué convenio sobre la bahía de Santander para buscar una solución integral a esta polémica se refiere el Ministerio?

A un acuerdo entre las administraciones que tienen competencias en la bahía, cuyo protocolo se aprobó el pasado mes de mayo para colaborar en la redacción de un plan de gestión integral de este espacio. Esta mesa de trabajo implica a varias consejerías, la Universidad de Cantabria, la Autoridad Portuaria de Santander, la Delegación del Gobierno y la Administración del Estado, a través de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, y a los ayuntamientos de Santander, Camargo, El Astillero, Marina de Cudeyo y Ribamontán al Mar.

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¿Qué plazo le darían a esa Mesa para ofrecer alguna respuesta?

En todo momento se ha barajado la idea de tres meses. O sea, la finalización de la temporada estival. Igual y Ceruti entienden que es inviable ese plazo y que trasladar ahora la toma de una decisión sobre los diques y los rellenos a esa Mesa de la Bahía es sólo demorar el final del conflicto.

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¿Qué pide el Ayuntamiento de Santander?

Que la respuesta no se demore más tiempo y la defensa, por encima de todo, de la playa. Entiende que lo planteado por el Ministerio en la carta –o acabar los diques o derribar lo hecho y dejar que la naturaleza siga su curso– supone estar abocados a perderla y ha solicitado una reunión urgente de carácter formal, un encuentro que se celebraría, en principio, en julio. Hay que tener en cuenta que el acuerdo de gobierno local entre PP y Cs exige que se pida la retirada de los diques y que se vuelva a la solución de los rellenos mientras se plantean otras soluciones. Pero la carta del Ministerio enviada al Ayuntamiento afirma que la opción de los rellenos no es aceptable.