Elevar las expectativas

Con un total de trece grupos de alumnos de Formación Profesional (FP) de Grado Medio y Superior, el Centro Decroly de Santander se enfrenta a su segunda edición en STARTinnova. Diferentes tutores guiarán a cada uno de los equipos en un camino dinámico que permitirá «fomentar el espíritu emprendedor» y elevar las expectativas, una acción que puede motivar a los estudiantes y derivar en éxito. Como explica una de las tutoras, Claudia Sáez. «De esta experiencia espero que los alumnos aprendan a emprender, es la principal competencia aquí, que les surjan esas ganas, que vean que hay otras salidas laborales, que pueden ser trabajadores por cuenta propia», comenta Sáez, señalando que es un aliciente para los estudiantes. «A lo largo del programa del módulo de Empresa e iniciativa emprendedora, vemos contenidos que les interesa de cara al mundo laboral», destaca. Bajo la mentorización de Smart Hospital Cantabria (SHC), compañia que también patrocina el programa, los equipos avanzarán en sus proyectos de la mano de sus tutores.

Precisamente, Judith Vélez es otra de las guías de los alumnos y confía en que éstos, además de hacer un plan de empresa para el módulo, también desarrollen la creatividad. «Quiero que potencien ese punto que a veces queda olvidado y que conozcan cómo trabajan los empresarios, lo que cuesta empezar y construir un negocio desde cero», indica Vélez, quien asegura que los participantes «poco a poco» van avanzando. «La creatividad les obliga a ir un paso más allá y ampliar su visión», finaliza. Por su parte, su compañera Estíbaliz Laya pretende aprender de sus alumnos. «Esto es como una herramienta de motivación extra para aportar a los chavales. Para ellos es un proyecto ilusionante con el que pueden ver más salidas a su futuro laboral», cuenta.

 

Además, Laya incide en que el campo del emprendimiento aún no está explorado, de ahí que participar en este programa resulte «positivo», algo en lo coincide otro de los tutores, Álvaro Peña, pues STARTinnova es un programa que «va más allá del temario». «La mayoría de los estudiantes trabajarán o formarán una pequeña empresa y si ya saben como crearla, eso que llevan adelantado. Tienen que pensar en qué quieren hacer dentro de dos años, ver qué negocio pueden montar por su cuenta y qué les gustaría hacer. Uniremos esas cuestiones y a ver lo que sale», adelanta Peña.

Apoyando a estos tutores está Alejandro Hácar, quien participó como guía anteriormente. «Me gustaron mucho los ejemplos reales que se dan en la formación, hace ver a los alumnos que no está todo inventado. Hay mucho por hacer», afirma Hácar.

Con el valor de la Formación Profesional y del emprendimiento como motor, vuelve a STARTinnova Smart Hospital Cantabria (SHC), una empresa que asegura estar comprometida con la educación en la región. La compañía conoce bien el programa, pues es su segunda edición como patrocinadora principal y la tercera como mentora de alguna de las empresas participantes. «El emprendimiento surge del conocimiento, de ahí que emprendimiento y formación vayan vinculados. Uno emprende de lo que conoce. En nuestro caso, se trata de desarrollar iniciativas que mejoren los servicios que se prestan como apoyo a los hospitales. De ahí surgen ideas que luego también se pueden aplicar a otros ámbitos», explica Alfonso Delgado, gerente de SHC, una empresa cántabra cuyo «único» fin social es la conclusión, equipamiento y mantenimiento de la tercera fase del Plan Director del Hospital Valdecilla, así como la prestación de doce servicios no asistenciales para todo el hospital durante dos décadas. De este modo, SHC se encarga de la limpieza, la gestión energética, viales y jardines, el mantenimiento general y de electromedicina, la restauración y la gestión de residuos, entre otros aspectos, «unos servicios de los que se encargan cada día 600 profesionales», añade Delgado.

«Nuestro compromiso con Valdecilla y sus profesionales es pleno. Nuestra misión es contribuir a que la suya se desarrolle lo mejor posible. Además, colaboramos con entidades tanto de pacientes como de inclusión social y nuestra apuesta por la formación significa un compromiso con el futuro de la comunidad. La experiencia de Smart Hospital Cantabria tiene que dejar un legado para lo que venga después», destaca el gerente de la compañía.

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